Artes plásticas
Cuando el arte juega con el amor
El conceptualismo ha llevado el arte hasta límites inconcebibles. Ya en su época, el artista americano Jeff Koons generó una grandísima polémica cuando quiso exponer al mundo el hijo que tuvo con la Chicholina –una presentadora, actriz pornográfica y política– como si fuera una obra de arte fruto de su creación.
Desde entonces, cada año un artista trata de superar el nivel impuesto por otros conceptualistas. Marcar la diferencia se ha vuelto todo un arte, casi una moda, donde la polémica es un elemento fundamental.
Así las cosas, no sorprende que una galería de Dinamarca –llamada Galería Kunstcentrum– haya introducido el concepto del amor o el coito como elemento principal en su última exposición.
La muestra se compone de personas reales, desnudas, practicando sexo en vivo, como si de obras de arte se tratara, y el resultado ha sido un debate subido de tono a nivel nacional. Algunos consideran que la exposición es un simple y vulgar espectáculo pornográfico mientras que otros lo conciben como un acto natural lleno de belleza.
Un debate similar se dio en Valledupar en el año 1994 en la Casa de la Cultura debido a una exposición más impactante de lo habitual. Sin embargo, en este caso había una diferencia enorme: el material expuesto era exclusivamente gráfico (fotografías y pinturas) y era el resultado de un proceso de creación.
En Europa, observar a seres humanos practicando sexo no es una novedad. Existen lugares dedicados especialmente a ello (burdeles y cines especializados prohibidos a los menores) donde el espectáculo es claramente de carácter sexual.
Pero en el caso que aquí describimos, se presenta el sexo como un elemento de carácter netamente artístico, donde se considera la unión entre dos personas como un elemento natural.
El título de la exposición es revelador: “Ausencia de vergüenza”. Con esto el artista Michael Iversen quiere enfrentarse al tabú del sexo en público y hacer reflexionar sobre la belleza del acto amoroso frente a otras imágenes odiosas y asesinas que se ven a diario en los periódicos o en la televisión.
La líder del proyecto, Anne Poulsen, explicó a un canal de televisión británico: “Queremos ilustrar la pureza del ser humano desde su origen que es la reproducción”.
Aunque no considera que su obra sea pornográfica, el artista ha reconocido que las personas que toman parte en su exposición son actores pornográficos. Entonces, nos quedamos con la duda: ¿Arte o espectáculo pornográfico?
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