Bienestar

En busca de la felicidad: Adiós a la depresión

Continuando con el tema de la semana pasada “Todos soñamos con ser felices y vivir tranquilos”, todos, todos, todos, estamos buscando permanentemente ser felices. Estudiamos para ser felices, trabajamos para ser felices, nos casamos para ser felices, tenemos hijos para ser felices… Así sucesivamente, todo lo que hacemos tiene como fin buscar la felicidad. Pero, ¿por qué, pese a esta evidencia, muchas personas no son felices y viven deprimidas?

Esta semana he tenido en mi consulta a seis personas deprimidas. Son personas profesionales, con familiares que se preocupan abiertamente por ellos, con una situación económica que les permite vivir tranquilos y, sin embargo, siguen tristes, aburridos, sin motivación, y no le encuentran sentido a la vida.

La depresión afecta los pensamientos, la perspectiva y el comportamiento de la persona, así como su estado de ánimo. Además del sentimiento de depresión, la persona deprimida también padece otros síntomas, como el cansancio, irritabilidad y cambios en el apetito.

La depresión puede nublarlo todo y hacer que hasta los pequeños problemas parezcan abrumadores. Las personas deprimidas son incapaces de ver un futuro brillante y se sienten sin fuerzas para cambiar las cosas. Pueden sentir deseos de darse por vencidos. Pueden llorar por cosas sin importancia o incluso sin ninguna razón.

Si sientes que puedes estar deprimido o conoces a alguien que lo pueda estar, sigue estos consejos. No permitas que la depresión arruine tu vida porque, por muy malas que parezcan las cosas, siempre hay algo que se puede hacer.

Sonreír: Aunque no tengas ganas de sonreír, oblígate hacerlo. Al sonreír, hacemos que nuestro cerebro segregue una sustancia llamada serotonina. Esto eleva automáticamente nuestro estado de ánimo. Está científicamente comprobado. La sonrisa es la mejor de las terapias contra la depresión y al fin y al cabo es el signo más evidente de felicidad. Además es contagiosa, con lo cual también serán más felices los que te rodean.

Desarrolla intereses: Haz una lista de cosas que te gustan o te gustaban hacer. Tal vez una de las razones más comunes para la depresión es la falta de suficientes intereses y actividades. Los intereses y actividades son muy importantes en la salud mental, lo que contribuye a la autoestima y al desarrollo de la felicidad. Dan satisfacción y te ayudan a que te sientas bien contigo mismo.

Haz ejercicio: Está comprobado que las personas que hacen ejercicio tienen menos posibilidades de padecer depresión. “Mens sana in corpore sano”. Salir a caminar o apuntarse a un gimnasio puede ser una vía de escape para abandonar la depresión. Parte de las ventajas de la actividad física es que las endorfinas en tu cuerpo aumentan, te llenas de buen humor y tu estado de ánimo mejora notablemente.

Mantente positivo : Los hábitos de pensamientos negativos desempeñan un papel muy importante en la depresión. Investigaciones demuestran que personas deprimidas tienden a minimizar sus logros, talentos y cualidades. Experimentan fracaso, decepción, rechazo, emociones negativas, dolor y tristeza. Pero la gente feliz mantiene una actitud positiva y acepta la tristeza y el sufrimiento como partes normales de la vida, mientras que hacen lo que pueden para solucionar sus problemas. Esto también los hace más agradables a su alrededor y se mejora su vida social.

Controla tus pensamientos: Elimina la palabra “depresión” de tu vocabulario. Cuando hables de yo soy… solamente agrega fortalezas. Yo soy inteligente, yo soy alegre, yo soy optimista… Todas las cualidades que te den más confianza en la persona que eres. Seguro que tienes muchas.

Televisión y lectura: No veas novelas ni noticias, cámbialos por programas cómicos o películas para niños, eso te ayudará a pensar que hay cosas hermosas de las que todavía puedes disfrutar. Busca lecturas de superación personal, donde sigas encontrando herramientas para ser más feliz.

Vive la música: Aunque no tengas ganas de escuchar música y mucho menos de bailar, oblígate a mover el cuerpo. Cuando hay depresión, el cuerpo tiende a estar muy rígido y tenso, con el movimiento empiezan a generarse nuevas emociones. Date el tiempo para vivir y disfrutar verdaderamente las notas musicales. Los efectos terapéuticos de la música son muy conocidos y es una de las terapias preferidas para manejar la depresión y la ansiedad.

Pon más atención al cuidado físico y arreglo personal: Los días en que te sientas triste son los días en que más debes arreglarte y sentirte una persona bella frente al espejo. Elige colores alegres y evita colores oscuros. Los colores son esenciales en nuestro estado de ánimo.

Por lo demás, no olvides que la repetición es la base del aprendizaje. Practica diariamente estos comportamientos, pensamientos, sentimientos y muy pronto te sentirás mucho mejor.

Si sientes que los síntomas persisten o que no logras hacerlo, no dudes en consultar a un profesional de la salud (psicólogo o psiquiatra).

Todo llega, todo pasa y todo cambia…  siempre hay una oportunidad para empezar de nuevo, se llama: Hoy.

Maira Ropero

@MairaRopero