Cine
Mi novio es un zombie, una parodia del género zombie
Si el amor mueve montañas y transforma a quien toca, en especial a humanos que son los seres más complejos y volubles del planeta, ¿por qué no iba a hacer lo mismo con un zombie que, por alguna extraña razón, se convirtió en una criatura cuyo principal menú es el cerebro de algún sobreviviente?
“Mi Novio es un Zombie” (“Warm Bodies”) –el más reciente filme de Jonathan Levine, también realizador de “50/50”– es una metáfora de la necesidad de conexión que tenemos los seres humanos y lo capaces que somos de mejorar o cambiar cuando eso llamado amor llama a la puerta.
Basada en la novela de Isaac Marion, narra cómo R (Nicholas Hoult) y su mejor amigo M (Rob Corddry), un par de zombies que viven en lo que queda de un aeropuerto, un día se topan con un grupo de adolescentes.
Mientras que aniquilan a casi todos ellos y R se come el cerebro de su líder, Perry (Dave Franco) —escena un tanto grotesca—, el protagonista se enamora de la novia de la víctima, Julie (Teresa Palmer).
El hecho desencadena una serie de gags excéntricos, y es que, paulatinamente, R comienza a sentir su fulgurante corazón palpitar y a recobrar su humanidad.
Desde su inicio, gracias a la atinada narración del protagonista, nos adentramos en el contexto de la cinta, en su mundo postapocalíptico y en el humor negro que marca la pauta de su ritmo y timing cómico.
Para cada uno de estos aspectos la selección de la música es fundamental, pues enfatiza el ambiente y las intenciones de los personajes, que con sus diálogos, gesticulaciones y hasta movimientos corporales crean momentos de genuino y efectivo humor.
Es en esos primeros minutos cuando vemos un despliegue de recursos cinematográficos con los que Levine narra toda la historia, como el empleo de cámara lenta, el uso de “flashbacks” presentados en formato sepia para mostrar los recuerdos del protagonista, o a color y con iluminación saturada, para evocar los de Perry, los cuales R adquiere tras devorarlo.
Además, el trabajo histriónico de todo el elenco, desde Hoult y Palmer, hasta Corddry, Analeigh Tipton en el rol de la mejor amiga de Julie o John Malkovich como el padre de la coprotagonista, son dinámicos y frescos; pero también es cierto que algunas situaciones se sienten intencionalmente forzadas.
“Mi Novio es un Zombie”, aunque es una película sin grandes pretensiones, como muestran sus poco cuidados efectos especiales, se da el lujo de emitir una sutil crítica a la sociedad consumida por la tecnología. Sin embargo, también es un recordatorio de que en el momento menos esperado —y más sangriento— se puede volver a la vida.
Mabel Salinas
0 Comentarios
Le puede interesar
Amores infieles o cuando las pasiones dictan el camino
El inicio de una película nos revela de inmediato la atmósfera y el nivel de lo que viene a continuación. En “Amores infieles”...
Ben-Hur: una película que cambió el cine para siempre
Con un presupuesto récord y 11 Óscars, la versión de Charlton Heston de 1959 de Ben-Hur es la que ha pasado al recuerdo. Pero no...
Si decido quedarme: amor adolescente y grandes decisiones
Al igual que “Bajo la misma estrella”, la película “Si decido quedarme” entra en esa categoría de novelas exitosas (o best-se...
Pixels y la nostalgia de la época de oro de los videojuegos
Históricamente, el cine y los videojuegos nunca han hecho buena pareja. Las adaptaciones de clásicos como Mario Bross o Street figh...
La dama de hierro: una actuación de interés cinematográfico
Quiero aprovechar este momento vacacional en el que todas las producciones comerciales invaden las programaciones del único cine en Va...