Cine
Tarzan 3D: un cuento adaptado a los tiempos de hoy
Vuelve el grito mítico del hombre blanco convertido en rey de los animales de la selva. Hablamos de “Tarzán”, la película animada alemana dirigida por Reinhard Klooss y basada en la novela de Edgar Rice Burroughs.
La historia de Tarzán tiene un largo recorrido. En cine, la primera versión viene con el filme “Tarzán, rey de los monos” (1918). Luego, en 1929, apareció con el formato de cómic, nada menos que con los trazos del gran dibujante canadiense Harold Foster (creador de El Príncipe Valiente).
Con su grito de victoria, valorado por muchos como el grito racista del hombre blanco en África (la superioridad del blanco, actitud colonialista), Tarzán fue personaje en muchas películas y fue encarnado por muchos actores. El más recordado es Johnny Weismüller.
Disney también hizo su Tarzán, cine con animación tradicional (1999). Pero la versión alemana que ahora se expone en Colombia, con su rica paleta de colores, se basa en la llamada captura de movimiento (motion capture) para algunos de los personajes: humanos y gorilas.
Esta versión animada de Tarzán se adapta a los tiempos actuales. Reemplaza a los aristócratas escoceses, padres de Tarzán por aventureros millonarios, que mueren en un accidente de avión. También los nuevos tiempos crean un villano, luego director general de Greystoke Energíes, propiedad de los padres de Tarzán, que se apropia de la compañía y diagrama una campaña para lograr energía. Obtener el combustible va a afectar el universo de monos que crió al pequeño huérfano en la selva.
Otra de las novedades es que Juana, la compañera de Tarzán, de ser hija de un científico en el original, se convierte, en esta adaptación, en hija de un guía de África, con inclinaciones ecológicas. En esta versión el joven Tarzán tendrá problemas de identidad (se pregunta: ¿Soy un mono? ¿Soy un hombre?) y deberá asumir actitudes para ayudar a preservar su familia adoptiva y el mundo de la Naturaleza que lo rodea.
La película tiene buen ritmo, personajes atractivos, algunos monos entretenidos y bastante acción dentro de una línea muy simple de relato que respeta al chico salvaje adoptado por los monos. El asunto es que la selva africana, fiera como es, se asemeja más a una dulce floresta sacada de la conocida película Avatar.
El filme tiene bondad ecológica y logra entretener. Está claro que esta película no tiene los logros técnicos de la animación cinematográfica actual; sin embargo, resulta agradable y animada para el público infantil.
Alberto Campos
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
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