Periodismo

Los retos del nuevo periodismo

Constantemente merodea en mi cabeza la pregunta de si la tecnología une o aleja a los seres humanos. La primera vez que tuve ese pensamiento me di cuenta que los temas de cultura y comunicación me interesaban de forma considerable, no sólo como meros objetos de estudio, sino como conceptos interrelacionados.

Cómo las nuevas tecnologías forman parte de nuestras vidas, cómo nos cambian, cómo cambian nuestro mundo y todos los aspectos de nuestra cotidianidad, es lo que me ha llevado a aprender e investigar acerca de estos temas en el pasado.

Explorar la relación entre la tecnología y conceptos como la globalización, la política, la democracia, los negocios, los medios de comunicación, la cultura, el arte, y la sociedad, nos permite entender esas transformaciones y su influencia en el entorno en el que vivimos.

La pregunta acerca de la comunicación, la cultura y la tecnología es una de nunca acabar, pues trata de explicar cómo la globalización y los procesos postmodernos plantean nuevas formas de comunicación e identidad, las cuales se trasladan a las vidas de cada ciudadano y a las profesiones de los mismos.

El periodismo no está exento de estos cambios ni mucho menos de la velocidad ‘endiablada’ con la que corre la innovación y el progreso característicos de esta época. Sin embargo, y a pesar de ser un oficio trazado por estos fenómenos tecnológicos, es en esta materia en la que esta labor abarca un gran territorio, ya que ayuda a que todos estos conceptos se unan si se tratan de una manera responsable, objetiva y abierta.

Actualmente, los periodistas deben enfrentarse a los nuevos procesos de comunicación que se generan diariamente entre culturas y países; deben hacerlo de forma independiente, de manera responsable y teniendo en cuenta toda la información que ofrecen las nuevas tecnologías que afloran incesantemente, con el fin de crear una manera integral para entendernos el uno al otro.

Para tal objetivo, el periodismo juega un papel vital en la difusión de noticias veraces y objetivas que, algunas veces, se pierden en la avalancha de información que navega por las intrincadas redes de los medios de comunicación en línea.

No obstante, además de los retos, es importante reconocer las oportunidades que los sitios web periodísticos tienen en la era digital, sin perder de vista los desafíos narrativos, tecnológicos y organizacionales que esta promueve. En otras palabras, es necesario mirar el panorama general y concebir nuevas redacciones para proyectar un periodismo con futuro.

Frente a los retos de una nueva sociedad que consume información hay que tener en cuenta que la innovación tecnológica debe estar ligada, íntimamente, a la innovación periodística, paradigma que se convierte en una estrategia de crecimiento que va más allá de buscar la noticia y que se traduce, más bien, en una salida que mira hacia la posteridad.

El profesional de la comunicación de hoy debe tener plena conciencia de que sigue siendo muy importante hacer un periodismo dotado de las cualidades del mejor periodismo clásico, pero que gracias a las herramientas actuales esa información puede llegar a tener más repercusión y que esos mismos instrumentos se convierten en un escenario para dialogar con las audiencias.

Los comunicadores no pueden negar que existe un nuevo ámbito en el que no son ellos los únicos que pueden ser escuchados al momento de dar la noticia. El periodista ha perdido la exclusividad. Ha perdido la carrera por entregar la ‘chiva’, pues las redes sociales han convertido a sus usuarios en trasmisores de la información. El periodismo empírico se ha trasladado a los escenarios digitales.

Por esta razón, es imperante hacer necesaria la presencia del periodista en dichos entornos de una manera profesional y que aporte valor y no dudas con respecto al rigor con el que se trabaja. Batallar en contra de la competencia digital requiere ser diferente, estar formados y hacer un trabajo que conlleve un valor agregado con el propósito de reivindicar la profesión a través de la labor diaria, haciéndole frente a un mercado más abierto y, por ende, más complicado.

La diferencia se compone de excelencia, relevancia y ética para alcanzar la credibilidad. Un buen enfoque periodístico en redes es fundamental, pues debe estar dotado de sentido común sin cruzar la frontera de lo mecánico. Más bien resulta trascendental que las noticias sean contrastadas y confirmadas sin dejarse llevar por la emoción que genera dar la primicia en la inmediatez de la Internet.

Periodismo en la era digital

A través del poco tiempo que he trabajado como periodista he presenciado el cierre de tres periódicos, entre ellos uno universitario. Esta experiencia me ha llevado a pensar que la prensa escrita está, de alguna manera, en peligro. Con esto no quiero decir que se acabará en un corto plazo, pues la sensación de las páginas frescas y el olor de la tinta, acompañado con un sorbo de café en una mañana soleada, no se puede duplicar.

Sin embargo, es notable que la prensa necesita ser reformada; necesita un cambio, una adaptación, y aunque hay muchos que ya lo han hecho, moviendo sus páginas a la Internet y a los dispositivos móviles, muchos otros aún se resisten a estas transformaciones y, por lo tanto, mueren.

Nuevas formas de comunicación han surgido debido a las nuevas tecnologías y los medios de comunicación deben adaptarse a estas modificaciones, con el fin de ser competitivos y sobrevivir, sin olvidarse de ser objetivos y responsables, características que, desde siempre, han definido la naturaleza de la profesión.

Los resultados de estos cambios tecnológicos llevan a una reorganización del trabajo en la redacción: el núcleo es diferente porque se puede ahorrar en infraestructura y trabajar desde cualquier lugar, pero comunicados y coordinados desde una red central.

El periodismo actual debe estar alerta constantemente. Hacer periodismo en esta época tiene que ver con el uso y el aprovechamiento de las herramientas a través de las cuales nos comunicamos con nuestros públicos y las cuales potencian nuestro trabajo. Los periodistas no podemos ser ajenos al proceso de cambio acelerado con el que la tecnología evoluciona, pues esta misma nos permite hacer con facilidad cosas que mejoran nuestra labor periodística.

Los retos en el periodismo tienen que ver con el uso intensivo, pero correcto, de la tecnología, para obtener nuevos enfoques de la noticia y hacer que el mensaje periodístico se haga presente en los dispositivos móviles, hoy escenario fundamental para informar en tiempo real.

La reflexión sobre el uso de estos instrumentos debe estar aunada con la conciencia de seguir haciendo un periodismo prudente y con criterio profesional, capaz de construir estados de opinión e historias porque, en última instancia, la finalidad innegable de la profesión es realizar un trabajo constructivo, democrático, cultural, social, responsable e independiente, que explore las complejas formas del mundo y de cómo la tecnología interactúa con la comunicación, la cultura y los diversos aspectos de la vida diaria, para generar nuevas formas de conocimiento e identificación.

Milagros Oliveros

@Milakop