Cine
Si decido quedarme: amor adolescente y grandes decisiones
Al igual que “Bajo la misma estrella”, la película “Si decido quedarme” entra en esa categoría de novelas exitosas (o best-sellers), que luego inundan las salas de cine con grandes mensajes existencialistas y sentimentales.
Pero las comparaciones se detienen aquí. Más allá de este simple y superficial paralelo, las películas persiguen un camino muy distinto: el de la profunda conmoción (para Bajo la misma estrella) y el del pobre encantamiento (para Si decido Quedarme).
La historia que aquí nos interesa se centra en una chica retraída llamada Mia Hall, que, se encuentra en un momento de pura indecisión. Ella está en busca de un lugar en el mundo, se siente fuera de lugar, pero tiene un don: toca el chelo de una manera sublime. Con un novio casi al borde de la fama, y una familia de la que no se siente parte, deberá elegir qué camino va a seguir en su vida y hacerse cargo de las responsabilidades que lo acompañan.
El verdadero problema aparece cuando un paseo en auto concluye en un accidente familiar que deja a la protagonista en estado de coma. A partir de ese momento, ella despierta en una especie de plano espectral donde observa lo sucedido y el impacto que genera en todos sus seres queridos. La decisión ahora pasa a ser de un calibre mucho mayor, ya que deberá elegir entre avanzar hacia la luz o encontrar las razones para quedarse en el mundo de los vivos.
La narración de “Si decido quedarme” no es lineal. Mientras la protagonista (Mia) se debate entre la vida y la muerte, comienzan a conocerse los sucesos más importantes. El amor de Mia y Adam se perfila como el elemento motor, el que rige la narración, y a un segundo plano encontramos la relación con los padres (Mireille Enos y Joshua Leonard) quienes aportan un poco de vida a tanto sentimentalismo.
De forma general, “Si decido quedarme” podría ser una película conmovedora, pero los grandes fallos que incorpora en su trama terminan afectándola severamente. Primero, los personajes son relativamente planos, faltan de carácter, y luego, la relación amorosa no termina de despegar.
Además, el final de la película es uno de los peores que se haya visto en esta década. ¿Es posible terminar una historia tan trágica con un desenlace tan previsible y un cierre tan torpe?
Como conclusión: uno largometraje para curiosos.
Alberto Campos
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
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