Opinión

Con todo el derecho

Andy Romero Calderon

11/08/2016 - 06:30

 

Una semana escandalosa, ¿cuál? Todas las pasadas lo han sido desde el día que el gobierno del presidente Santos, decidiera entrar formalmente a negociaciones con las FARC, concretar el fin del conflicto armado, que implica con ello, el cese al fuego y la dejación de las armas que será, un hecho, cuando se apruebe la lista de acuerdos  “mutuamente” pactados entre gobierno y jefes subversivos, para llevar a Colombia a una unidad social estable.

Todo esto es muy bonito en papel -hasta cierto grado- y la oposición a ello se da, gracias a que por nuestra sangre corre una herencia ancestral que nos hace actuar con cierta malicia indígena –ser desconfiados-, no siempre tragar entero, gracias a ello en nuestro país ha sido una constante las disputas sociales, en su efecto existe una derecha y una izquierda, un verde y un amarillo, un liberal y un conservador  –un Juniorista y un Nacionalista-, en fin. Como somos un país “netamente democrático” todo debe ser “aprobado” por el pueblo, esto siempre  generando polémica, peleas y distanciamientos,  que son desagradables políticamente hablando –hemos dado unos cuantos pasos atrás-. En la actualidad, la disputa se debe al tan popular plebiscito, donde la disensión es tan mayúscula que estamos presenciando el desacuerdo social más grande de los últimos años en nuestro país (peleas, disturbios, discriminaciones etc.).

El escenario es muy incierto, aparecen unos cuantos retrogradas compulsivos, que no aceptan el legitimo derecho que tenemos todos de elegir libremente, también encontramos otros que si invitan al diálogo, con argumentos en busca de cambiar formas de pensar y aclarar dudas -a su favor-, pero éste acto ha llevado a un desgaste insoportable –imagino que por tan confusa y prorrogadanegociación-,  lleno de intolerancia flagrante en disputas públicas, gritos incoherentes que predican paz con actitudes de guerra, irrespetos mutuos a tutiplén, donde hemos olvidado el otro significado paralelo de la paz (que refiere a la tranquilidad mental de una persona o sociedad).  

Es difícil cuestionar la posición del Sí al plebiscito, y a quienes lo ven como el libro guía que nos llevará a el fin de las hostilidades bilaterales, evitando al pueblo seguir siendo carne de caño y solucionar el fenómeno del narcotráfico -sigue-,  pero es más fácil cuestionar la posición de los que le dicen si a la paz pero No al plebiscito, argumentando o mejor dicho solicitando que sea invitada su posición a reestructurar puntos en desacuerdo para llegar a una verdadero ejercicio de justicia. Cuestionar fanáticamente es incoherente, y el ser racionales nos da la capacidad de entender ambas posturas y sin entrar en vicios –mentales- y respetar posiciones.

Invito al sano ejercicio democrático, evitar cualquier desvío negativo que entorpezca o altere la siempre sana tranquilidad que acompaña la verdadera paz. Todo ciudadano que se incline por el Sí o por el No, debe ser respetado. Se debe abolir cualquier acto de violencia en su contra, por la simple y clara razón de que tiene Todo el derecho de actuar en su rol como libre elector, obtenido gracias a la Declaración Universal de los Derechos Humanos (algo que a veces se nos olvida). Es obvio que no podemos pretender a la paz con actos de guerra.

 

Andy José Romero Calderón

@andy_romeroc

Sobre el autor

Andy Romero Calderon

Andy Romero Calderon

Vallenato de Guacoche

Vallenato de cédula, guacochero de nacimiento. Ingeniero de sistemas de la Universidad Popular del Cesar. Me gusta la buena crítica y política, sin caer en sus vicios y hasta donde los argumentos me dejen llegar. Amante de la buena música y no de un género en específico. El silencio es, después de la palabra, el segundo poder del mundo.

@andy_romeroc

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El Cantor del Valle sigue ahí

El Cantor del Valle sigue ahí

Por allá por los años 70 en el folclor vallenato, algunos compositores se autodenominaron cantores de sus respectivos pueblos. Se hab...

Con hambre en la tierra y buscando piedras en Plutón

Con hambre en la tierra y buscando piedras en Plutón

No se puede dejar de reconocer que el hombre siempre tiene puesta su mirada en el más allá, y no es de ahora. Gracias a la tecnolog...

Parangones absurdos

Parangones absurdos

  Casi que a diario, lo digo sin temor a equivocarme, los colombianos solemos hacer una serie de parangones que tienen un sentido p...

Oda a la periodista Lolita Acosta Maestre

Oda a la periodista Lolita Acosta Maestre

El tiempo va perdiendo en sus espejos el perfume juvenil de las sonrisas y la plasticidad festiva de los rostros; pero en el alma, el...

Pintor en España

Pintor en España

  ¡Oh, España! He venido a visitarte de muy lejos, esta vez no como boxeador, sino como artista, más propiamente como el pintor qu...

Lo más leído

¿Cuál es la función del arte?

Gemma E. Ajenjo Rodríguez | Artes plásticas

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

El Bogotazo, 9 de abril de 1948: el relato de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán en la prensa

Yeison Yamir Martínez Mejía y Peter Henry Ortiz Garzón | Historia

La política, el bogotazo y la muerte de la esperanza

Carlos Alberto Salinas Sastre | Historia

Aproximación a la definición del Arte

Eduardo Vásquez | Artes plásticas

Macondo: perfil de Gabo

Oscar Pantoja | Literatura

Tres poemas de Luis Mizar

Donaldo Mendoza | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados