Historia
Décimas a los cincuenta años del departamento del Cesar
Desde la creación de La Guajira, que fue separada del departamento del Magdalena en 1964, nace la idea de otro departamento adicional: El Cesar: como necesidad de reconocer las diferencias históricas entre provincianos de Valledupar y ciudades costeras como Santa Marta o Riohacha.
Pocos años después, fruto de numerosas gestiones políticas, la creación del departamento del Cesar fue ratificada por el presidente Carlos Lleras Restrepo con la Ley 25 del 21 de junio de 1967 y el decreto que dio vida a la primera junta organizadora del nuevo departamento.
El departamento se inauguraba el 21 de diciembre de 1967, seis meses después, y marcaba el inicio de una nueva historia para los habitantes de este territorio. 50 años de historia en los que se ha afirmado una identidad y un camino colectivo.
El poeta José Atuesta Mindiola, recoge el simbolismo y la esencia de la creación del nuevo departamento en las Décimas a los 50 años del departamento del Cesar, y resalta su carácter festivo e identitario.
Décimas a los 50 años del departamento del Cesar
(José Atuesta Mindiola)
I
El tiempo es un campanario
que no deja de sonar;
por eso hay que celebrar
la fiesta de aniversario.
Son cincuenta calendarios
cumple mi Departamento:
El Cesar nombre que siento
como las aguas del río,
recordamos el sombrío
en la sonrisa del viento.
II
Líderes de aquellos tiempos
lucharon sin hacer pausa,
reunidos por una causa:
El Cesar Departamento.
Y feliz llegó el momento
que el Cesar naciera un día;
la gente con su alegría
lo celebró con amor,
su primer gobernador
Alfonso López sería.
III
Como una planta de loto
sobre una fresca laguna,
El Cesar con su fortuna:
Departamento Piloto.
La esperanza no se ha roto
es el sol de la mañana,
desterremos las cizañas
que detienen la región.
Con Dios en el corazón
la fe mueve las montañas.
IV
La bandera del Cesar
verde y blanco su color,
con patriótico fervor
de manera singular,
como la brisa del mar
ondea sobre esta tierra:
de llanuras y de sierras,
de minas y cafetales,
y de verdes pastizales
donde el ganado se encierra.
V
Unidos de Sur a Norte,
por el Este y Occidente;
la gente dice presente
en busca del horizonte.
Como trino de sinsonte
este pueblo es musical.
Ya tienen su pedestal:
la tambora y el chandé,
la cumbia y el mapalé
y el chicote original.
VI
Todos sienten como suya
la música vallenata
que sus historias relata
con sones, paseo y puya,
y el merengue que se arrulla
como el rey del festival.
Nuestra musa original
aquí todos la cantamos,
y a Consuelo recordamos
su gestora universal.
PanoramaCultural.com.co
0 Comentarios
Le puede interesar
Las dos Beatriz de la conquista
La cautivante historia de dos mujeres indígenas bautizadas por los españoles con el nombre de Beatriz nos ofrece nuevas luces sobre...
De una batalla de plomo a una Batalla de Flores
El canje resultaba más que seductor, teniendo en cuenta que el país venía de vivir una devastadora guerra que no había permit...
La resistencia indígena en América Latina también se enseña en la Universidad
En el Café de la Opera, en Barcelona (España), frente al Liceo que engalana el paseo de las Ramblas, el tiempo parece detenerse. No t...
William Walker y la invasión de Nicaragua: inicio de las injerencias en América Latina
La expedición del coronel estadounidense William Walker –también considerado como un filibustero- se dirigió hacia el sur, a C...
Las culturas prehispánicas: desarrollo de la agricultura y la orfebrería
En el territorio que hoy conforma la República de Colombia habitaron un amplio número de culturas precolombinas, la mayoría d...