Opinión

El ocio como amor propio y resistencia política

Ilka Oliva Corado

10/01/2018 - 07:25

 

 

Vivimos diariamente en el trajín de un sistema que nos exprime cada vez más, que nos roba el oxígeno, extorsiona, manipula, violenta y nos controla; es el sistema del capital que tiene como objetivo hacer del ser humano un objeto incapaz de crear, pensar y sentir.

Porque quien siente, ama; quien crea, florece; quien ama tiene esperanza, y una humanidad con esperanza es una humanidad que puede cambiar el mundo. Por eso nos quitan lo más preciado que es el tiempo, por eso nos agotan física y emocionalmente para destruirnos, para que con culpa nos autodestruyamos y para que nos marchitemos lentamente hasta extinguir de nuestro ser toda ilusión. Una sociedad en blanco y negro que es incapaz de disfrutar los colores del arcoíris. Y que se ha mecanizado en la explotación económica.

Hablar del tiempo de ocio se ha vuelto un atentado contra la moral, hablar de tiempo de relajación se ha convertido en costumbre de los haraganes y los vagos. Con el estereotipo vago y haragán en un mundo de autómatas, estos soñadores tienen la libertad que nos han quitado a la mayoría. Solo los locos se atreven a desafiar un sistema de opresión como en el que vivimos.

Dedicar tiempo a nosotros mismos es una revolución, es la resistencia permanente como acto político, es querernos un poco, es conocer el amor propio, interiorizarnos, consentirnos, cuidarnos: cuidarnos, curarnos y amarnos para poder entregarnos a los demás, solidariamente.

El amor propio tiene relación directa con la sensibilidad y con la conciencia política, quien no se ama así mismo es incapaz de amar a otro ser, el amor es medular en la resistencia de la humanidad ante este cataclismo que nos quiere devorar.

El tiempo de ocio es sinónimo de cuidar nuestro interior, unos minutos al día dedicados a nosotros mismos, para renovar la energía, para fortalecer el espíritu, para curar heridas emocionales, para ser. No nos dejan ser. Y nosotros estamos permitiendo que nos roben lo que solo le pertenece a la intimidad del alma.

Entonces el tiempo de ocio se convierte en una herramienta para la resistencia, en el escudo, en un aposento en donde podemos descansar y recobrar ánimo. El tiempo de ocio es tan nuestro, tan personal que es necesario cuidarlo con rigor, con celo, con potestad y no desperdiciarlo en el auto engaño ni en el auto flagelo. La culpa no tiene cabida en nuestro tiempo de ocio.

Hacer lo que más nos gusta: ejercicio, meditación, cualquier rama de las artes donde sintamos ese tiempo de ocio como la conexión de nuestro ser externo con nuestro espíritu. Donde sintamos paz.

Tenemos derecho absoluto al tiempo de ocio, tenemos la obligación de buscarlo y disfrutarlo, porque lo único que no nos puede quitar este sistema destructor es el amor propio, la creatividad y la esperanza. Y es ésa la resistencia política de la humanidad. Seres que se aman a sí mismos, que se entregan, que son conscientes de lo que hay a su alrededor y son capaces de crear de las cadenas de la esclavitud, un abanico de colores que nos unen en la diversidad, la sensibilidad y la resistencia permanente.

La belleza de la quebrada es su forma rocosa y el sonido del agua cuando se desliza sobre ésta, melodía que enamora a las libélulas en invierno; armonía de la naturaleza y los ecosistemas. Un ser humano sin amor propio no puede armonizar con la sociedad, nos necesitamos fortalecidos, para ser esa agua de la quebrada que haga florecer las primaveras.

 

Ilka Oliva Corado

@ilkaolivacorado

Sobre el autor

Ilka Oliva Corado

Ilka Oliva Corado

Crónicas de una inquilina

Escritora y poetisa. Ilka Oliva Corado nació en Comapa, Jutiapa, Guatemala, el 8 de agosto de 1979. Hizo estudios de psicología en la Universidad de San Carlos de Guatemala, carrera interrumpida por su decisión de emigrar a Estados Unidos en 2003, travesía que realizó como indocumentada cruzando el desierto de Sonora en el estado de Arizona. Es autora de dos libros: Historia de una indocumentada travesía en el desierto Sonora-Arizona, y Post Frontera.

@ilkaolivacorado

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El portal de María de Cardona en Mariangola

El portal de María de Cardona en Mariangola

En el corregimiento de Mariangola, cuatro mujeres hacen historia  en el ámbito comercial. A comienzo de 1940,  llega de Valledupar J...

El Vallenato y la política

El Vallenato y la política

  Nuestro Folclor Vallenato y la política siempre han estado de amores, y cuando se acerca la época electoral esa pasión se incr...

El pregonero del pueblo

El pregonero del pueblo

  Predijo que los arboles llorarían cuando arribara el verano, pintó a una diosa moviendo la cadera al compás del desprecio y sent...

El sabor de la distancia

El sabor de la distancia

  Nina Marín nació en Riohacha, pero hace más de quince años que habita en Valledupar. Está casada con el ingeniero ambiental ...

Oscar Collazos, el periodista y analista político

Oscar Collazos, el periodista y analista político

  Oscar Collazos fue, sin duda alguna, un hombre de talentos múltiples. Cuentista, novelista, ensayista y periodista de agudos anál...

Lo más leído

¿Cuál es la función del arte?

Gemma E. Ajenjo Rodríguez | Artes plásticas

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

Aproximación a la definición del Arte

Eduardo Vásquez | Artes plásticas

Los mejores comienzos de novela en español

José Luis Hernández | Literatura

Macondo: perfil de Gabo

Oscar Pantoja | Literatura

Tres poemas de Luis Mizar

Donaldo Mendoza | Literatura

La Poesía de Gabriel García Márquez

José Luis Díaz Granados | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados