Música y folclor
Noches de piano en la Fundación Pentagrama
Cada jueves por la noche, a las 6 y media, la sede de la Fundación Pentagrama abre sus puertas al público. La esquina de la Plaza Alfonso López se convierte en un escenario para las inquietudes culturales y la escucha de músicos de la ciudad.
En el interior, unas sillas han sido colocadas con escrúpulo delante de un piano de cola negro y elegante que ocupa gran parte del escenario. En la entrada, la señora Elisa Castro de Dangond, una de las fundadoras de la organización, espera al pianista de esa noche: Pedro Perales. Teme que no venga porque ya es la hora del encuentro, y sin embargo, algo la tranquiliza: el día anterior, el joven músico vino a ensayar algunos temas y mostró su compromiso.
Pocos minutos después, llega el pianista. Los rostros se relajan. El joven, sonriente, hace su entrada con una corta presentación, se sienta ante el piano, agradece el público por su interés y anuncia un tema de Richard Clayderman.
A partir de entonces, las notas melancólicas acaparan la atención del público y el músico construye un universo lleno de emociones. La música clásica tiene ese poder de trasladar a otros lugares, otras épocas, y llegar a un estado insospechado de relajación y serenidad.
Pedro Perales interpreta –bajo pedido de la audiencia– el tema “Balada para Adelina” de Richard Clayderman. La melodía romántica enamora al público que, nada más terminar, pide que se repita una vez más la canción.
Luego, el joven pianista interpreta “Para Elisa” de Ludwig Van Beethoven y “Sonata en Do mayor” de Wolfgang Amadeus Mozart. Dos genios inmortales de la música clásica que no dejan indiferentes a nadie.
Los aplausos invaden la sala y muestro pianista anuncia la entrada de otros artistas locales: Oscar Cortes y David Martínez Barros. El primero interpreta dos de sus composiciones que invitan a recorrer el patrimonio natural de Colombia bajo un ritmo de blues-gospel. Una de ellas habla del río Guatapurí: ese río que tanta importancia tiene en la identidad de Valledupar. “El insumo de la cultura vallenata”.
A continuación David Martínez Barros entra en acción acompañado de una cantante de voz sedosa. El ambiente en la casa se abre a estilos musicales muy distintos, con sonidos innovadores y mezclas originales.
Las noches de la Fundación Pentagrama abren nuevos horizontes y ofrecen momentos de enriquecimiento que recomendamos a todos los lectores. La entrada es gratuita y el espectáculo varía cada semana con nuevos intérpretes.
0 Comentarios
Le puede interesar
Alejo Durán y el Tigre de Chimichagua
Todos sabemos que Alejo, el negro grande de El Paso (Cesar), fue desde sus primeros años de vida, un hombre campesino y dedicado a...
El programa oficial del 47 Festival de la Leyenda Vallenata
La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata dio a conocer el programa oficial que se desarrollará antes y durante el 47 Festival de...
Leandro Díaz, el ciego sabio del vallenato
Una fría y lluviosa tarde bogotana del mes de marzo de 2011, el compositor guajiro Leandro José Díaz Duarte, se extasió habland...
Andrés Ariza Villazón se une al homenaje a Gustavo Gutiérrez
El homenaje al cantautor Vallenato Gustavo Gutiérrez Cabello está generando un ruido creciente. Uno de los grandes motivos es la prod...
El poeta de Villanueva
La semana pasada que inicié esta serie de homenajes a grandes compositores vallenatos, recibí todo tipo de comentarios en mis red...