Literatura
Décimas a Jaime Gutiérrez Acosta, de José Atuesta Mindiola
La reciente muerte de Jaime Gutiérrez Acosta, hijo de la periodista Lolita Acosta Maestre y del cantautor Gustavo Gutiérrez Cabello, fue un motivo de consternación y congoja en todo Valledupar.
Con estas décimas del poeta y docente, José Atuesta Mindiola, leídas en la iglesia de las Tres Ave Marías antes del entierro, nos unimos al dolor de los familiares y elevamos plegarias para que el joven fallecido descanse en paz.
I
Hay un inmenso dolor
el alma se siente angosta,
Jaime Gutiérrez Acosta
un racimo en esplendor;
revestido en el amor
luz efímera de viento,
sonrisa de paso lento
brevedad en su presencia;
nos deja lleno de ausencia
el arca de sentimiento.
II
Efímera luz presente
es el edén de la vida,
nadie sabe la partida
no es notica de la mente.
Siempre somos recurrentes
y preguntamos por qué,
tan temprano se nos fue.
O será que anda encubierta
la muerte atrás de la puerta,
yo no sé, yo no sé.
III
Hoy llora Valledupar
con los ojos de su madre
y los versos de su padre
de romántico cantar.
Vamos todos a ofrendar
al Supremo Redentor
nuestras plegarias de amor
escudos de fortaleza,
para aguantar la tristeza
de la muerte y su dolor.
José Atuesta Mindiola
0 Comentarios
Le puede interesar
Uno de estos días
Uno de estos días se levanta usted tranquilo, satisfecho, algo cansado y muy dispuesto para otro día normal. En efecto, es otro dí...
La anatomía de una Azucena
Una fuerza misteriosa, en forma irresistible atraía mi vista hacia ella. Era la primera vez que la veía, no podía quitar mis ojo...
El día que aprendimos a ganar
Me da tristeza, sí, me da tristeza de uno… ahora me da tristeza y me da rabia para mí mismo, conmigo mismo, porque yo fui que tuv...
Ernesto McCausland, cronista del universo
Tras el adiós nacional al célebre periodista costeño, Ernesto McCausland, seguimos recordándolo y ensalzando su obra. Esta vez a tr...
Arnoldo Palacios: un escritor pese a la adversidad
Afectado por una poliomielitis que lo obligó a usar muletas de por vida a partir de los dos años, pero que sin embargo nunca cons...