Literatura

La semilla, un libro de cuentos de Cristo Humberto Ortiz

José Luis Ropero de La Hoz

21/08/2013 - 11:00

 

Portada de La SemillaEn estos días, caminando por el centro de Valledupar, tuve la fortuna de encontrarme con un libro, arrumado entre montones y aguardando tranquilamente por una adopción.

Hace una docena de años fue editado y en el lapso, seguro más de un lector se maravilló con la fantasía, el color y la autenticidad de sus páginas. Se trata de “La Semilla”, trece cuentos escritos por Cristo Humberto Ortiz Torregroza, un administrador agropecuario nacido hace 60 años en Ocaña, criado en Costilla y residenciado desde 1992 en Aguachica.

La naturaleza silvestre y humana es protagonista en esta obra. Así podemos encontrar moralizantes diálogos como el entablado entre un viejo alazán, una culebra cascabel y el ingenioso Tío Conejo; o el ágil relato de cómo una liviana semilla se torna en frondoso roble, hogar de aves, insectos y reptiles, hasta que un día la voraz motosierra los envía al exilio.

Mary Daza Orozco en la contraportada, resume el libro como un sencillo extracto de la cotidianeidad, “con sabor a los buenos tiempos, aquellos en los que las narraciones eran el centro de la vida familiar... Es el cuento didáctico que deja en el alma, el sentir de niños y adultos, la alegría por la naturaleza y la vida, pero a la vez la inquietud por el deterioro del mundo”.

El discurrir de La Semilla es una metamorfosis, pues inicia con los bríos y la dinámica de la naturaleza en plena acción, surca el meridiano de una cultura cesarense rica en anécdotas y al final, se sumerge en el profundo significado del lenguaje subjetivo, cuyas escenas y figuras dejan vislumbrar recuerdos nostálgicos y huellas cuyo origen sólo el autor conoce, ¿pues qué otra cosa podría significar el reflejo felino de la mujer amada en el espejo?

Del autor podemos decir además, que es un virtuoso guitarrista autodidacta, cantautor, poeta y funcionario de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, definitivamente un hombre talentoso y multifacético.

Bellas ilustraciones acompañan cada relato, óleos y acuarelas pintadas por Jairo Romero (Valledupar) y Jorge Eduardo Ríos (Aguachica), logran ambientar el mensaje esencial de las palabras. 158 páginas, letra grande y espaciada, editorial Lealon (Medellín), ISBN 958332308-X.

 

José Luis Ropero de La Hoz

@Roperodelahoz

Sobre el autor

José Luis Ropero de La Hoz

José Luis Ropero de La Hoz

Enfoque directo

Valledupar (1985). Profesor y comunicador por vocación, su columna “Enfoque directo” ofrece una mirada del acontecer cultural sin formalismos. Admirador de la naturaleza y el talento humano.

@Roperodelahoz

1 Comentarios


Alvy Luz Ortiz Rocha 15-09-2022 03:51 PM

Que bonito articulo que hace ya 9 años hicieron y hasta ahora puedo ver; que bonito saber que les gusta todo eso magico que solía escribir mi gran hombre, mi padre, mi amor bonito que por cierto ya no esta a nuestro lado, pero que inmortalizo su presencia con tan grandes obras. Bendiciones

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

José María Vargas Vila: exilio y obra escrita de un autor en fuga

José María Vargas Vila: exilio y obra escrita de un autor en fuga

  Con la excepción de un par de escritos mínimos y muy menores, la totalidad de la producción textual de Vargas Vila (1860-1933), ...

¿Te acuerdas, Chovan? (Primera parte)

¿Te acuerdas, Chovan? (Primera parte)

  I Gran parte de la historia de nuestra infancia y adolescencia se halla inscrita en la memoria de una calle del barrio Fray Joaqu...

Génesis o turbulencia de la palabra (III)

Génesis o turbulencia de la palabra (III)

  Nada que ocultar (Ediciones Doce Calles, España, 2013) de Gloria Young se divide en cuatro partes: Cristal que no se rompe / Pue...

Cuatro poemas para recordar a Eduardo López Jaramillo

Cuatro poemas para recordar a Eduardo López Jaramillo

  Eduardo López Jaramillo nació en Pereira el 10 de Agosto de 1947. Realizó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de L...

Bolitas de tamarindo

Bolitas de tamarindo

  ––¡Oye, Rosa! ¡Ven de una vez! Me doblé el pie. Trae esa toalla vieja con hielo… ¿Qué es esta cosa espantosa? Al rato.....

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados