Literatura
Décimas en tiempo de festival, de José Atuesta Mindiola
El rumor del Festival se acrecienta. Ya está a la vuelta de la esquina. Su calor se nota, en el aire, en los comentarios, en los hoteles. El acordeón se escucha y el sentimiento se espesa. Los inscritos al concurso llegaron a establecer un nuevo record y todo esto deja presagiar un festival 2012 más intenso que nunca.
En este artículo, compartimos algunas décimas del poeta José Atuesta Mindiola dedicadas al Festival, a sus juglares y, cómo no, a la Pilonera mayor.
DÉCIMAS AL ACORDEÓN
I
Aquí llegó el acordeón
vino cruzando los mares
y en manos de los juglares
camina por la región.
Y conquista el corazón
de cantos de vaquerías,
se une con la poesía
en las noches de tambora
y se despierta la aurora
bañada de melodía
II
Una leyenda famosa,
y de ella también les hablo,
Francisco derrota al Diablo
con canciones religiosas.
El pueblo narra las cosas
con voces de fantasía.
Primaveras de alegría
florecen en el cantor,
y en el sonoro tambor
hay un mar de melodía
III
La historia con precisión
lo registra sin afán,
el genio Kiril Damián,
inventor del acordeón.
Aquí por esta región
un cronista lo relata,
juglares de casta innata
no se olvidan con los años,
y fue el gran Chico Bolaño
quien le dio alma vallenata
IV
Chico Bolaño el juglar,
en mi memoria lo veo,
fue creador del paseo
y bien lo enseño a tocar,
Dios hizo a Valledupar
una tierra de promisión
donde anda el acordeón
con su imperio musical.
¡Y que viva el festival,
orgullo de la nación!
LA PILONERA MAYOR
I
En las tardes piloneras
de abril en sus amoríos,
el perfume era rocío
de flores en su pollera.
La música es primavera
al alma rejuvenece:
la trinitaria florece
como una estrella en el cielo,
y al recordar a Consuelo
Valledupar se enternece.
II
Al recordar a Consuelo
Valledupar se enternece;
suave en el viento se mece
un ave de blanco vuelo
y se siente en este suelo
el palpitar de canciones,
las notas de acordeones
en lluvias de melodías
y una larga sinfonía
despierta las emociones.
III
Una larga sinfonía
despierta las emociones.
El rebuje de tambores
es el memoria del día.
Desfiles de algarabía
en esta tierra de amor,
en la voz del trovador
un verso suena otra vez:
Consuelo, Consuelo Inés,
La Pilonera Mayor.
IV
La Pilonera Mayor,
Consuelo, Consuelo Inés,
que hace tiempo se nos fue,
bella Diosa del folclor;
era un ramillete en flor
el donaire en su pollera,
en tardes de primavera
de abril en sus amoríos,
el viento fresco del rio
flotaba en su cabellera.
0 Comentarios
Le puede interesar
Arnoldo Palacios: un escritor pese a la adversidad
Afectado por una poliomielitis que lo obligó a usar muletas de por vida a partir de los dos años, pero que sin embargo nunca cons...
Cuento: Grupo de San Ildefonso
Será una nueva tentación para Pílades: estupefacto, se quedará en la piscina tomando whisky junto a tus escoltas de vergas titánic...
Si hubiera sospechado lo que se oye, el cuento breve de Oliverio Girondo
Si hubiera sospechado lo que se oye después de muerto, no me suicido. Apenas se desvanece la musiquita que nos echó a perder los...
Llamada
Teresa quiso llorar cuando se acabó la batería del celular. No sólo por el estrés de ir tarde a la cita, sino porque no encontró...
El amor en la literatura: las obras más imprescindibles
A lo largo de la historia se ha amado de manera distinta; entiéndase, se han producido distintas visiones histórico-culturales de...