Literatura
Relato: Puente de Alsina
Iré a Buenos Aires. Tocaré la puerta de tu apartamento que, según el último correo electrónico que me enviaste, está cerca de Tucumán 840, lugar donde nació Borges.
Cuando me abras, también abrirás tus ojos y tu boca, como expresión de perplejidad.
Luego nos miraremos de principio a fin, y descubriremos si lucimos mejor o peor que en las fotografías. Reservándonos las conclusiones, nos daremos un largo abrazo y quizás un tímido beso.
—Estoy en tu Buenos Aires —serán mis primeras palabras.
—Pensé que nunca vendrías —serán las tuyas.
Me invitarás a seguir. Nos sentaremos al frente de tu chimenea a tomarnos unas copas de whisky. Será una escena repetida y gastada, pero nuestra intensidad la sobrellevará.
—Acabo de confirmar que de Buenos Aires, además de los poemas míticos de Borges, me apasionas tú —te diré.
—Te felicito: tienes dos hermosas pasiones —me dirás acariciándome el rostro.
Pondrás a sonar un tango de arrabales y atardeceres. Nos motivaremos a intentar bailarlo. Te pisaré una y otra vez. Me sentiré de lo más avergonzado. Apaciguada, tú sólo sonreirás, y me conducirás con movimientos insospechados a un laberinto de círculos secretos, como diría Borges.
Entonces, de manera inevitable, lameré tu cuello, y empezaré a saborear tu sudor. Tú harás lo mismo conmigo, y nuestros músculos se estremecerán. Con sutileza nos quitaremos cada una de nuestras prendas.
Poco nos importará nuestro esplendor, nuestra simetría, nuestra integridad. Todo lo reduciremos al momento, pues solo nos interesará vivirlo.
—Por fin, podemos hacer esto físicamente —me dirás.
—Sin embargo, sigamos utilizando la imaginación —te diré.
Dejaremos descender nuestros cuerpos hasta el piso alfombrado. Besaré tus senos, tu abdomen. Me acomodaré entre tus piernas y con tus delicados brazos me sujetarás por la espalda fuertemente.
Se confundirán nuestros olores más recónditos. Expediremos alaridos y lágrimas de fervor. Complacidos, más no satisfechos, terminaremos con un profundo suspiro.
—Que se repita por siempre —me exclamaras.
—Seguro será así —te contestaré.
Durante esa noche haremos el amor dos o tres veces más. Le daremos continuidad a unas cosas e improvisaremos otras. A la mañana siguiente, apenas nos despertemos y mientras nos bañemos, lo haremos también.
Después me llevarás a Suipacha a desayunar a un restaurante típico. Rodeados de retratos de soberbios cuchilleros, beberemos mate.
—Me gusta este sitio— te diré.
—Ves: este sitio y tú son dos claros ejemplos de que tengo buen gusto— me dirás.
—Pero tú tienes pinta de no frecuentar mucho por aquí. Estoy seguro que, al igual que yo, es la primera vez que vienes. Yo creo que me trajiste por casualidad.
—Jajaja…Tu argumento es vano e injusto. Sin embargo, si hay una cosa que no podemos desconocer, es que la casualidad nos resulta favorable. Si no, analiza la forma como nos conocimos.
Tomándonos de las manos con ternura, confirmaremos que al menos hasta ese momento, nos comprendemos y nos queremos tal y como somos.
Luego, por insistencia mía, llevaremos milanesas y jugos de frutas para pasarnos el resto del día en Puente de Alsina, a donde Borges, sensible con el paisaje, invitaba a sus amigos extranjeros.
CARLOS CESAR SILVA
0 Comentarios
Le puede interesar
El último vuelo del flamenco de Mia Couto
Cuando terminé “El último vuelo del flamenco” (2002), del mozambiqueño Mia Couto, exclamé en voz alta: ¡Qué libro tan hermo...
Inicia el II Festival Campesino de Versos de San José de Oriente
Desde el 21 de marzo y hasta el 25 marzo, acontece en el municipio de San José de Oriente (Cesar) un encuentro único de dedicado a la...
El Valle es más que acordeones, el Valle es literatura
Valledupar es conocida en Colombia y el mundo como la Capital Mundial del vallenato, pero lejos de los acordes de los acordeones ...
En el mar hay cocodrilos o el eterno camino a la libertad
Acabo de leer uno de esos libros que difícilmente salen de la memoria. Un libro que sería complejo situarlo dentro de un género lite...
Germán Arciniégas, el escritor que retrató el destino del caribe colombiano
Germán Arciniégas no es un escritor cualquiera. Con cerca de 60 libros publicados y más de 15.000 artículos de prensa, dominó ...