Literatura

Un poema de Álvaro Cepeda Samudio

Luis Carlos Ramirez Lascarro

28/02/2024 - 03:40

 

Un poema de Álvaro Cepeda Samudio

 

Alvaro Cepeda Samudio fue un escritor y periodista costeño (Ciénaga, Magdalena, marzo 30 de 1926-Nueva York, octubre 12 de 1972). Cuentista y novelista, primordialmente. Hizo los estudios secundarios en el Colegio Americano de Barranquilla, y en 1949 viajó a Estados Unidos a estudiar periodismo en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

En 1951 regresó a Barranquilla, y trabajó como corresponsal de The Sporting News. Como periodista y gran apasionado de los deportes, cubrió eventos deportivos para el periódico El Nacional; en 1951 tuvo una columna en la página editorial de El Heraldo, titulada "La brújula de la cultura"; y fue director del Diario del Caribe.

Participó, como guionista y actor, en el cortometraje La langosta azul, al igual que en otras películas cortas y en un noticiero de cine, y organizó el Cine Club de Barranquilla. Fue miembro sobresaliente de a tertulia ahora conocida como: El grupo de Barranquilla.

Es autor de los libros: Todos estábamos a la espera, La casa grande y Los cuentos de Juana.

A continuación, presentamos “Canción para una muchacha cuyo nombre es Jacqueline”, poema escrito originalmente en inglés y traducido al español por Daniel Samper Pizano para la antología de Cepeda, realizada por el Instituto Colombiano de Cultura en 1977.

 

Canción para una muchacha cuyo nombre es Jacqueline

1

Aquí estoy para decir tu nombre.

Aquí, con una voz prestada

que quiebra la nieve con su calor desconocido.

Aquí, con un prestado acento,

Navegando a través de alfabetos extraños,

bailarín de tu nombre.

 

2

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y frente a mí

crece mi tierra con piedras febriles

y paisajes calcinados.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y vuelan sueños con alas rotas de despertadoras palomas.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y el temblor de una rosa comienza en el marco de tu ventana.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y es como si se extinguiera una llama en el frío de la nieve.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y se secan los ríos bajo las raíces de la yerba.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y la música se muere en su cuerpo resonante.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y hay una bocanada de cadáveres de besos en la noche.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y hay una ausencia de verdes en los bosques.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y negras lágrimas comienzan en el comienzo del llanto.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

para romper los juguetes de todos los niños.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

para detener el sonido y silenciar la guitarra.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

para arrojar el atardecer en la negrura.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

para atajar los vientos y estrellar las cometas contra los árboles.

Y con tu nombre:

Jacqueline:

envuelvo los cuadernos nuevos de las colegialas.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y mis sueños son hielo y piedra.

Al decir tu nombre:

Jacqueline:

mis palabras son acero y metal ardiente.

Digo tu nombre:

Jacqueline:

y mi voz se petrifica

y las palabras que conozco,

y sólo existe tu nombre:

Jacqueline.

 

3

Toma mis paisajes primitivos y morenos.

Toma la música infantil de la pequeña guitarra.

Toma mis caminos y su ubicación indefinida.

Toma mi Isla y plántala con sequedad y acero.

Toma mi bote de maderas grises y congélalo en un lago.

Y cubre con grisedumbre y lluvia el horizonte de mis ojos.

 

4

Es todo lo que tengo:

son mis propiedades únicas

además de cuerpo de extrañas sangres

reunidas en tres edades

y en tres puertos.

Tengo un libro de poemas

y un mapa.

Y también tengo una enorme colección de atardeceres.

Es todo lo que tengo

porque ni siquiera ansío la forma de cobre de u centavo.

Tómale todo:

mi risa,

y el latido de mi pecho también,

pero déjame tu nombre:

Jacqueline.

 

5

Lo compactaba

con meras palabras,

y se desvaneció en mis manos

a pesar de que era sólo un sueño

que sostenía con palabras.

 

6

Aquí estoy para decir tu nombre.

Pero necesito otra voz,

otro acento,

otras música para colocar una letra tras otra

y pronunciarlas en voz alta,

casi un alarido, un grito casi.

 

7

La muchacha montaba caballos acerados

y se llevó la voz prestada

y mi prestada vida.

 

Sobre el autor

Luis Carlos Ramirez Lascarro

Luis Carlos Ramirez Lascarro

A tres tabacos

Guamal, Magdalena, Colombia, 1984. Historiador y Gestor patrimonial, egresado de la Universidad del Magdalena. Autor de los libros: La cumbia en Guamal, Magdalena, en coautoría con David Ramírez (2023); El acordeón de Juancho (2020) y Semana Santa de Guamal, Magdalena, una reseña histórica, en coautoría con Alberto Ávila Bagarozza (2020). Autor de las obras teatrales: Flores de María (2020), montada por el colectivo Maderos Teatro de Valledupar, y Cruselfa (2020), Monólogo coescrito con Luis Mario Jiménez, quien lo representa. Ha participado en las antologías poéticas: Poesía Social sin banderas (2005); Polen para fecundar manantiales (2008); Con otra voz y Poemas inolvidables (2011), Tocando el viento (2012) Antología Nacional de Relata (2013), Contagio poesía (2020) y Quemarlo todo (2021). He participado en las antologías narrativas: Elipsis internacional y Diez años no son tanto (2021). Ha participado en las siguientes revistas de divulgación: Hojalata y María mulata (2020); Heterotopías (2022) y Atarraya cultural (2023). He participado en todos los números de la revista La gota fría: No. 1 (2018), No. 2 (2020), No. 3 (2021), No. 4 (2022) y No. 5 (2023). Ha participado en los siguientes eventos culturales como conferencista invitado: Segundo Simposio literario estudiantil IED NARA (2023), con la ponencia: La literatura como reflejo de la identidad del caribe colombiano; VI Encuentro nacional de investigadores de la música vallenata (2017), con la ponencia: Julio Erazo Cuevas, el Juglar guamalero y Foro Vallenato clásico (2016), en el marco del 49 Festival de la Leyenda vallenata, con la ponencia: Zuletazos clásicos. Ha participado como corrector estilístico y ortotipográfico de los siguientes libros: El vallenato en Bogotá, su redención y popularidad (2021) y Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020), en el cual también participé como prologuista. El artículo El vallenato protesta fue citado en la tesis de maestría en musicología: El vallenato de “protesta”: La obra musical de Máximo Jiménez (2017); Los artículos: Poesía en la música vallenata y Salsa y vallenato fueron citados en el libro: Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020); El artículo La ciencia y el vallenato fue citado en la tesis de maestría en Literatura hispanoamericana y del caribe: Rafael Manjarrez: el vínculo entre la tradición y la modernidad (2021).

@luiskramirezl

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