Música y folclor
Apuntes de un homenaje al redentor del Vallenato
El pasado 13 de mayo se cumplieron cuatro años del fallecimiento del compositor Rafael Escalona. Para esa ocasión, distintos eventos se organizaron en Valledupar con el fin de exaltar la memoria de un hombre que contribuyó de manera única al ascenso del vallenato como expresión identitaria y folclórica.
En un conversatorio que transcurrió en la Casa de la Cultura, pudimos asistir a un debate sobre la trascendencia de este reconocido personaje. En realidad, más que debate, ese encuentro evidenció el consenso entorno al legado de Rafael Escalona en la cultura musical del departamento y en Colombia.
Entre las intervenciones, destacamos la del periodista Carlos Alberto Atehortúa quien subrayó la necesidad de respetar una figura que “nos enseñó a cantar para el amor y para la paz”. Sus comentarios hicieron referencia a una reciente polémica generada por los comentarios de la periodista Salud Hernández y la importancia de preservar la imagen de los símbolos culturales de Valledupar.
En su intervención, la docente Giomar Guerra resaltó la influencia del homenajeado en la prosa del premio nobel Gabriel García Márquez e leyó algunas citas que muestran la admiración del escritor: “El caso de Escalona es distinto porque es quizás el único que no conoce la ejecución de instrumento alguno”.
Rafael Escalona no sólo aparece en “El coronel no tiene quien le escriba”, también se encuentra en las páginas de “Los funerales de la mamá grande”. Además, podemos considerar que las 30 páginas dedicadas al acordeón y la parranda en “Cien años de soledad” son un guiño al compositor.
El compositor nacido en Patillal resultó ser una fuente de inspiración para los escritores y los músicos también. En ese sentido, cabe destacar la intervención del Rey Vallenato Wilber Mendoza quien dijo sentirse muy cerca del espíritu de Escalona. “Me identifico con Escalona porque su mejor intérprete fue Colacho Mendoza. Y yo aprendí la música por raza, por sangre”, clamó antes de interpretar uno de los clásicos del homenajeado.
El ambientalista y abogado Tomás Darío Gutiérrez fue tal vez uno de los más elocuentes a lo hora de destacar la maestría y el genio del compositor. Tras hacer un recorrido por la historia musical del departamento, Tomás Darío concluyó que Rafael Escalona fue el redentor del Vallenato al permitir que este género musical llegara a las clases altas. “Probablemente sin Escalona el Vallenato no existiría –expresó Tomás Darío Gutiérrez–. El gran responsable del rescate y posicionamiento del Vallenato en la historia es él”.
A estos comentarios, el pintor Efraín Quintero agregó otros superlativos: “Es el hombre más grande que ha tenido el valle”, pero en términos creativos y literarios, debemos concluir con los comentarios del abogado Evelio Daza Daza quien explicó que Rafael Escalona es la “negación de componer por encargo”, es decir un juglar inspirado por la beldad y la mística. “Escalona escribía una canción cuando estaba poseído por la vida”, expresó Evelio Daza.
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