Música y folclor
Elver Díaz augura el mejor de los festivales
Llegó sonriente a la cita, vestido de manera inesperadamente sosegada, y arropado de una familia que no deja de crecer pese a la reciente muerte de su máximo representante.
El cantante Elver Díaz puede considerarse como la cara más amable de la dinastía que nace con Diomedes. Es un eterno y entregado trabajador, su fiel protector, y así lo confirmó en su primera aparición en el centro comercial Mayales Plaza (Valledupar), invitado por el programa Carrusel TV.
“Después del impase que sufrió Diomedes, yo pensé: Caramba, cómo está Diomedes, vamos a agrandar la dinastía. Fue cuando puse a cantar a Martín Elías, venga hijo, enseguida le vi el talento a Rafael Santos, y vamos a adelantar esto”.
Desde entonces, el hombre se dio a la tarea de velar por la perpetuación del arte de cantar dentro de la familia, fichando, impulsando y creando talentos, así como lo haría un entrenador experto en un club de futbol, pero aquí aplicando el conocimiento de décadas de escenarios musicales.
Y esa experiencia se notaba en ese ambiente. Distendido y jovial, Elver Díaz miraba con orgullo y afecto a cada uno de sus protegidos, sobrinos o hijos, que lo acompañaban en esa tarea de alzarse con el micrófono y, con toda la soltura que caracteriza a la familia, interpretar algunos clásicos inolvidables.
“Gracias a Dios, hoy mi sueño está hecho realidad. Martín [Elías] es uno de los cantantes más pegados del vallenato, nuestra dinastía ya se está agrandando poco a poco con el apoyo de la gente”, expresó el cantante antes de adoptar un rostro más sereno, pero siempre exultante, y reconocer los retos del futuro, esos que llegaron con la paulatina decadencia del Cacique.
“Nosotros tenemos la responsabilidad de hacer las cosas bien. Pero nuestra dinastía va creciendo”.
Con el inminente Festival Vallenato, Elver Díaz ve una maravillosa ocasión para recordar todo lo bueno que hizo su hermano. “Ahora llega ese gran homenaje a ese gran hombre, ese gran hermano, ese gran hijo, ese gran papá y ese gran artista como lo es Diomedes Díaz. Él no ha muerto, él sigue vivo para nosotros, su familia, para su fanaticada. Su obra musical lo inmortaliza”.
Elver no quiere que se olvide al Cacique. Su tiempo lo dedica en gran parte a esa labor y, por eso, se despide verseando: “Diomedes, Diomedes, tú nunca morirás. Cacique, Cacique, por siempre vivirás”.
PanoramaCultural.com.co
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