Música y folclor
Dos Foros en el Festival
El Centro de Investigaciones Docente de Aducesar y el Comité Coordinador de los 75 años del Instpecam organizaron el foro: La pedagogía y el canto vallenato. El propósito, fortalecer el compromiso de la escuela en brindar escenarios para que los estudiantes descubran y desarrollen la sensibilidad y el conocimiento por la tradición musical.
El foro se realizó el viernes anterior en el auditorio de Aducesar. Hubo cinco ponencias de reconocidos investigadores: Juan Cataño Bracho, quien explicó las características de un buen compositor vallenato. Juvenal Daza Bermúdez expuso la estructura poética y melódica del canto. Óscar Ariza Daza, hizo un recorrido por la picaresca de la canción vallenata. Fredys González Zubiría, además de presentar el tomo II del libro Crónicas del cancionero vallenato, asombró a los asistentes por el denodado trabajo de campo en descubrir con registros fotográficos algunas estudiantes que inspiraron canciones vallenatas famosas. Y Sircarlos Molina presentó ‘la canción vallenata como estrategia para el aprendizaje de la química’. También se entregaron menciones de honor a ocho profesores compositores, de ellos cuatro ganadores del Festival en Valledupar: Juvenal Daza, Winston Muegues, Luis Carlos Ariza y Hortensia Lanao. Los otros son conocidos en el entorno regional: Roque Gullo, Arístides López, Alberto Polo y Rafael Gutiérrez. Para el próximo foro, el primer nombre en la lista de los homenajeados es el de Emilia Daza de Arredondo.
Este lunes 28 de abril 2014, como preámbulo al 47 Festival Vallenato, se realiza el foro ‘Diomedes una historia’. En horas de la mañana, en la Biblioteca ‘Rafael Carrillo Lúquez’ participarán Luis Mendoza Sierra, María Mercedes Botero, Guillermo Mazmorra y Marciano Martínez. En la tarde, y en la Plaza Alfonso López, amigos cercanos del ‘Cacique’ hablarán de anécdotas y de su vida. Mi cordial invitación para los participantes: que hablen de la obra musical de Diomedes, de sus virtudes como ser humano, y no de sus defectos. Respetemos su memoria y los sentimientos de sus familiares.
Diomedes vivió lo que tenía que vivir. Nadie puede ufanarse de profeta para cuestionar la vida del artista y propagar las falsas afirmaciones de que no quiso morir de viejo. No murió por el desorden ni por desobediencia; si así de fácil fueran las cosas de la vida, los niños no murieran. La dialéctica de la vida es la muerte, ella no nos espera, nos sigue; es como una sombra invisible que desde que nacemos viaja atada a nuestros pies. El tiempo de morir no tiene edad. La muerte desconoce horas y calendarios, en cualquier instante puede llegar.
A todos los que nos gusta la música vallenata y pertenecemos a la generación de los años dorados de Diomedes, la piel del alma se teje con los versos y las melodías de sus cantos:
En mi memoria se esconde/
un recuerdo que disfruto/
son las palabras, ay hombe/
Diomedes con mucho gusto.
José Atuesta Mindiola
Sobre el autor
José Atuesta Mindiola
El tinajero
José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).
Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.
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