Música y folclor

Acotaciones de un jurado del Festival

José Atuesta Mindiola

16/05/2018 - 06:25

 

Un jurado del Festival de la Leyenda Vallenata / Foto: Archivo PanoramaCultural.com.co

 

Desde hace más de 20 años he tenido el honor de ser jurado en piqueria o en canción inédita, y por mi desempeño ecuánime tengo el reconocimiento de los directivos de la Fundación, de la comunidad vallenata y de los participantes que acatan las reglas de los concursos.

A todos los artistas les valoro su talento y los admiro porque son el alma de los festivales. De los diversos concursos considero que la piqueria es el más difícil, además del estrés que genera toda competencia, se tiene que tener habilidad mental para improvisar los versos de acuerdos a las exigencias del jurado.

Este año, además de ser jurado en las rondas semifinales de la piqueria infantil, estuve en la preselección y en la final de las canciones inéditas. Durante cuatro largos días, cinco jurados escuchamos 208 canciones y se preseleccionaron 67. Los concursantes que reconocen las cualidades y méritos de los otros artistas, saben que ser elegido para presentar en público la canción ya es ganancia, y si llegan a la gran final en el Parque de la Leyenda es un privilegio. Las canciones finalistas son consideradas las mejores y cualquiera puede ser la ganadora. En la final, el jurado es nuevo, no tiene en cuenta los acumulados; cada miembro va a calificar de manera individual y, después, hacen la sumatoria de las planillas personales. Así se elige la canción ganadora.

Sin embargo, en los concursos siempre hay algunos participantes que cuando no obtienen premios, se enfadan, critican al jurado y pretender invalidar los méritos de los demás. A ellos les regalo esta reflexión de Hugo Carlos Granados, rey de reyes del Festival: “Uno antes de presentarse a concursar tiene que saber que en el concurso se gana o se pierde, por la tanto hay que ir preparado para lo que el jurado determine”.  

A los jóvenes compositores, que este año fueron mayoría en el concurso, respetuosamente les recomiendo que escuchen a los maestros Tobías Enrique, Escalona, Leandro, Adriano, Calixto, Molina, Adolfo, Gustavo, entre otros, y diferentes tipos de buena música, que lean poesías y revisen las canciones para que sus letras no sean tan extensas.

El arte de la poesía cantada exige: métrica, ritmo y rima, y su vestido luminoso es la metáfora. No tengan prisa, hagan canciones que salgan del hontanar del espíritu, sin pensar en festivales y ni en nombrar personajes. Finalizo con esta acotación: Gustavo Gutiérrez en una tarde que venía de Patillal, la inspiración brilló en su alma y empezó a componer ‘Paisaje de Sol’; dos años después sus amigos que conocían la canción le aconsejaron que la presentara al Festival y fue ganadora.

 

José Atuesta Mindiola

 

Sobre el autor

José Atuesta Mindiola

José Atuesta Mindiola

El tinajero

José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).

Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.

1 Comentarios


HUGO HERNANDO BERNAL VALLEJO 22-05-2018 02:50 PM

ACOTACIONES DE UN PARTICIPANTE DE FESTIVALES Hace más de diez años he tenido la oportunidad de ser jurado en piqueria y en canción inédita en diversos festivales en particular en Barrancabermeja, pero también he participado como compositor en concursos de canciones inéditas en más de 20 Festivales Vallenatos o de acordeón en el país, incluido la leyenda vallenata, experiencia que me ha permitido conocer virtudes y falencias del concurso de la canción inédita. Toda obra musical tiene su mérito, bien desde lo musical o bien desde lo lirico. Sin embargo he considero que el proceso de la selección de la canciones inéditas en los festivales es muy subjetivo, por no decir amañado. El concurso se llama de la canción inédita, es decir, que lo que se va a juzgar es la canción y no su interpretación. Es lo primero que debemos aclarar, y si no es así, debe cambiarse el nombre: CONCURSO DE LA INTERPRETACIÓN DE LA CANCION INEDITA o algo similar. Dentro de la subjetividad de la preselección de las canciones inscritas, se hacen simplemente escuchándolas y la que más “gustó” esa pasa. Quien las preselecciona debe ser idóneo, mínimo compositor o verseador, músico o poeta. Debe evaluarse lo lirico y lo musical, ahí debe estar la creatividad y la innovación del autor y/o compositor. El autor o compositor solo sabe que no fue preseleccionado para tarima por descarte, al ver el listado de los preseleccionados. ¿Cuál criterio utilizaron?, no sabemos. Por eso decimos que es mera subjetividad fundada en una experiencia sin criterios. Si el autor o compositor inscribe una obra musical tiene unos costos. Así lo dijo Jorge Nain en su columna de El Pilón “Lo que cuesta participar en el festival”, mayo 18 de 2018. Pero resulta mucho más costoso y difícil participar en el concurso de la canción inédita; la inversión inicia desde los ensayos para montar la canción, luego viene el pago del estudio para grabarla, y, por supuesto, las tarifas de los acompañantes: acordeonero, cajero, guacharaquero, guitarrista, coristas. Imaginémonos que el participante viene de Arauca o Chocó y debe traer a Valledupar a todas las personas que lo acompañarán a presentar una canción. ¿Cuánto le costará la gracia? Al parecer esto es indiferente para las directivas de los Festivales, pues el inscrito no seleccionado no sabe porque su canción no pasó. Así cuando va mejorar, es mi pregunta. Salvo los consejos de un columnista. No hay compromiso con el folclor, en el aspecto musical. Es vox populi en los festivales, que existe un cartel de participantes en este concurso, que presentan canciones inscritas en otros festivales, o presentan varias canciones de un mismo compositor a nombre de otros y de más artilugios utilizan. Por eso hay que buscar la objetividad en la preselección de las canciones inscritas a los festivales, considero que el esfuerzo previo de los concursantes lo merecen, es una forma de respeto al artista, bien autor o compositor. No es escribir una reglamentación, es darla a conocer y asegurar que los participantes la conozcan. En el Concurso Nacional de la Canción Inédita JOSÉ A. MORALES que se realiza en Socorro, Santander, dentro del proceso de selección, tiene una audiencia privada con los inscritos para explicar su composición y absuelvan algunas las inquietudes de los jurados. Esta audiencia privada obligatoria asistir, es un verdadero control para los participantes de la canción inédita en cualquier festival vallenato, de cualquier nivel. A los jurados del concurso de la canción inédita respetuosamente les recomiendo que aprendan de poesía y puedan calificar la parte lirica de la canción con competencia. El arte de la poesía cantada, dice Atuesta Mindiola, exige: métrica, ritmo y rima, determine el subgénero literario, sí el mensaje es folclórico, narrativo o descriptivo, el uso de metáforas. Esta obligación de aprender, desaprender y reaprender no solo es de los concursantes, también los jurados. Ser parrandero no es suficiente para ser llamado a calificar melodía y lirica. Dice, José Atuesta Mindiola en su columna del 14 de mayo de 2018 llamada “ACOTACIONES DE UN JURADO DEL FESTIVAL”: En la final, el jurado es nuevo, no tiene en cuenta los acumulados; cada miembro va a calificar de manera individual y después hacen la sumatoria de las planillas personales. Así se elige la canción ganadora. Hablando de planillas de jurado, en el concurso de la canción inédita se califica con los siguientes parámetros, hasta donde yo sé, porque las directivas de un festival se las explica a los jurados y nunca la dan a conocer a los futuros participantes y no entiendo por qué?. Los paramentos son: letra, mensaje folclórico, melodía e interpretación. Cuando Atuesta M. dice que califican de manera individual, grave. Significa que cada Jurado califica los paramentos en la preselección, en la primera ronda, en la segunda ronda y en la final. Es decir, si una canción fue inscrita cuando la evalúan para tarima o primera ronda, ya se sabe que la letra es la misma, la melodía igual y el mensaje folclórico no cambia, estos criterios son invariables. La interpretación es la que puede variar si el cantante se equivoca en la interpretación. No entiendo como una canción es seleccionada porque el mensaje es verdaderamente folclórico, en la primera ronda los diferentes jurados la califican diferente, igual en la segunda ronda si pasa y en la final lo mismo. Que horror.!!! Yo puedo estar equivocado, pero como los festivales nunca explican a los participantes cuales son los criterios de evaluación y cuando lo evalúan no dicen por qué le dieron esa evaluación, pues rico así. En estos concursos no se trata de cantidad, se trata calidad. Cuando el concursante va a reclamar, no existe un organismo en los festivales que se encarguen de recibir, tramitar y dar respuesta a la queja. Todas las entidades tienen al menos un correo para presentar quejas, hasta el televidente tiene su defensor. En las entidades que promueven los festivales no existen. HUGO HERNANDO BERNAL VALLEJO C.C. NO. 13.893.356 de Barrancabermeja huberdelvalle@gmail.com.co

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