Música y folclor

Grandes anécdotas de la Salsa: el concierto de Gilberto Santa Rosa en San Juan en 1993

Angel G. Quintero Rivera

18/02/2020 - 04:45

 

Grandes anécdotas de la Salsa: el concierto de Gilberto Santa Rosa en San Juan en 1993
El cantante puertorriqueño Gilberto Santa Rosa / Foto: Salsa Puerto Rico

 

Uno de los conciertos de salsa de mayor envergadura en la década de los 90, del más popular sonero del Caribe de la generación actual, Gilberto Santa Rosa, celebrado en la más importante de las salas del Centro de Bellas Artes en San Juan en 1993, incorporó el siguiente boceto teatral.

Luego del entusiasmo de las primeras canciones, el público es sorprendido y sobrecogido ante un desperfecto técnico: se ha caído con estruendo un foco de luz dejando a obscuras el escenario, lo que amenaza, incluso, el poder continuar el espectáculo.

Aparece en escena un joven con ropa de mecánico que se dirige a arreglar el desperfecto. (Este es iluminado por un spot light que, para alivio de los espectadores más alertas, por primera vez sugiere que se trata de parte del libreto.)

Se establece una conversación entre el cantante y el joven mecánico. Éste, ante la dificultad de arreglar el desperfecto para que toque la orquesta, se ofrece a acompañar a Santa Rosa con una guitarra eléctrica. El sonero le señala que es imposible que aparezca ese instrumento tan identificado con la música rock en un concierto de salsa. Escasamente unos años antes, la juventud puertorriqueña se dividía –estructuraba sus identidades– en términos de sus preferencias musicales entre la salsa y el rock, que se entendían como social, nacional y musicalmente antagónicos.

Finalmente, simulando encontrar una guitarra eléctrica, deciden cantar juntos; unión que mágicamente arregla el desperfecto. El joven se despoja de su disfraz de mecánico y, sorprendentemente, resulta ser una joven, una adolescente: la muy atractiva cantante de música variada juvenil, Jessica Cristina, que habiendo justamente comenzado a destacarse como artista es invitada por el ya famoso Santa Rosa a participar en el concierto.

Hasta ese momento, Santa Rosa había interpretado composiciones recientes. Con la novel Jessica Cristina canta una canción de una generación previa a ambos, que difundió Tito Rodríguez, el más popular cantante de música «latina» de los años cincuenta y principios de los sesenta, es decir, justo previo al surgimiento del movimiento musical que habría de identificarse como salsa. Significativamente, la canción escogida fue una colmada de referencias al tiempo:

Dime cuándo tú verás

me pregunto ¿cuándo, cuándo?...

El tic tac del reloj

pasa como los años...

Santa Rosa empieza cantando la canción en su forma original afrocaribeña y alterna con Jessica Cristina que canta segmentos en forma de rock. Súbitamente intercambian momentáneamente estilos (como si hubieran confundido sus papeles) y, habiendo probado (y gustado de) la alternancia, finalizan cantando y bailando juntos la canción, ya en la libre combinación salsera.

Este boceto teatral en el concierto de salsa probablemente más importante de los celebrados en San Juan en el año 1993 es sumamente significativo por varias razones. El más destacado representante del movimiento salsa del momento invita a una cantante mujer más joven, a quien no se le identificaba popularmente como salsera, sino con una sonoridad juvenil variada que incluía tanto géneros afrocaribeños como baladas y rock, para cantar juntos en Puerto Rico una canción centrada en referencias al tiempo, y popularizada unos treinta años antes por el más renombrado cantante de la música «latina» producida en Nueva York.

 

Angel G. Quintero Rivera

 

Referencia:

Ensayo “Salsa, identidad y globalización: Redefiniciones caribeñas a las geografías y el tiempo”, de Ángel G. Quintero Rivera

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