Música y folclor
Anocheceres musicales en la Plaza Alfonso López de Valledupar
Es un hecho. La plaza más representativa e importante de la capital del Cesar ha sido incluida en una programación cultural de larga duración para que paulatinamente se transforme en un foco permanente de vida y entretenimiento.
La noticia fue anunciada hace poco más de dos semanas con la inauguración oficial del alcalde Fredys Socarrás y el director de la Casa de la Cultura, Alberto Muñoz. El principal objetivo es ocupar este espacio público cada viernes a partir de las 5.30pm, animarlo y brindar argumentos para que los lugareños y turistas puedan pasearse al son de una orquesta tan polivalente como la Banda Municipal (que ganó hace pocos meses un premio regional de bandas).
A la cabeza de la orquesta, Julio Vanega transmite el entusiasmo que lo caracteriza y alienta la veintena de jóvenes de su banda a seguirle. El traslado de la Casa de la Cultura a la Plaza Alfonso López con los instrumentos y las partituras bajo el brazo ya se ha convertido en una de las rutinas más atractivas de ese viernes por la tarde. Es la señal de una conquista musical.
En la plaza Alfonso López, debajo de un farol que ilumina la entrada de la Alcaldía, la banda se instala con sosiego. Inicia la ubicación de los instrumentos de viento más graves y, luego, la de los más agudos. Todo esto requiere un tiempo apreciable: el tiempo justo para que los transeúntes se interesen, se detengan unos segundos y se sienten en las sillas de plástico puestas a su disposición.
La luz tamizada de la farola aporta un aire sentimental que se intensifica cuando la banda empieza a tocar sus ritmos caribeños, porros, boleros y clásicos de la música vallenata. Temas que atraviesan las generaciones e invitan a escuchar.
En los alrededores de la orquesta, los espectadores se acercan. Parejas, jóvenes y familias observan con curiosidad este espectáculo inédito y el esfuerzo de cada uno de los integrantes por hacer de este momento algo único.
Entre los presentes, hallamos a una pareja de jóvenes de 17 años, Julia y Alberto, quienes exponen su satisfacción por esos momentos de armonía. “La primera semana estábamos acá por casualidad y nos gustó el concierto. Es una ocasión para conversar estando afuera”, comenta Julia.
Otro grupo de señores nos explica que es la primera vez que ven este tipo de actividad en la plaza. “Me alegra ver un poco de presencia institucional –expresa Luis Felipe–. Antes solía haber mucha vida en la plaza Alfonso López, pero en los últimos años se ha quedado muy sola. Es una buena iniciativa”.
Por su lado, la señora Irenis se muestra más crítica y explica que “estos proyectos son interesantes pero hay que saber variar. Ver a la misma orquesta cada semana puede acabar aburriendo. También sería bueno integrar espectáculos visuales o juegos de luces”.
Desde la inauguración, sólo la lluvia ha logrado cancelar el evento en una ocasión. Esperemos pues que esta iniciativa se mantenga para convertir la Plaza Alfonso López en un foco de vida constante.
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