Ocio y sociedad
Los calzados atados a un cable, una nueva moda en Valledupar
Existe todo tipo de modas, algunas más insólitas que otras, pero la que les vamos a contar no tiene ninguna comparación.
En los últimos meses se ha visto en la ciudad de Valledupar un número apreciable de zapatos atados y colgados en los cables eléctricos que recorren nuestras calles. En muchas ocasiones, estos pares se encuentran en lugares casi imposibles de acceder, a alturas despampanantes que infundirían miedo a cualquiera.
Pero no se vayan a creer que estos zapatos llegan ahí por arte de magia. En realidad se trata de una moda que nació hace varios años en Estados Unidos y que consiste en atar por los cordones un par de zapatos y lanzarlos al aire hasta lograr engancharlos en los cables eléctricos o telefónicos de las calles.
Algunas leyendas urbanas dicen que conseguir que los zapatos queden colgados en los cables genera mucha suerte. Otras hablan de felicidad o de sexualidad renovada. Pero eso es lo que cuentan las leyendas porque si hablamos con personas de las ciudades afectadas por este problema la respuesta es totalmente distinta.
En Estados Unidos y de Europa, este fenómeno se ha convertido incluso en una verdadera epidemia. El caso de ciertas ciudades españolas, francesas o italianas –donde las autoridades retiran de los cables centenares de pares por semana– es un claro ejemplo de lo problemática que puede convertirse esta moda.
En esas tierras lejanas, la cosa se ha vuelto tan exagerada que cualquier calzado (sea tenis, botas, chancletas, sandalias e incluso botas de ski) puede convertirse en un objeto para “tirar y colgar” en lo alto de unos cables eléctricos.
De momento, en Valledupar, esta moda se vive de manera alegre y sosegada, como suele pasar cuando las modas sólo empiezan. En nuestra exploración descubrimos frente al Coliseo un lugar propicio para el “lanzamiento” de calzados.
Allí encontramos un grupo de jóvenes que sonríen cuando les preguntamos por esos calzados colgantes. Juan José y Mileidis nos contestan que nunca habían escuchado nada acerca de este tipo de prácticas. “La gente anda loca. No tienen más nada que hacer”, añade Mileidis con una sonrisa burlona. “Tienen una puntería impresionante”, comenta Juan José aterrado.
Un poco más lejos, nos encontramos con otros jóvenes. Carlos Alberto y Rosa conforman una pareja aparentemente más informada sobre este asunto. “Conozco a un tipo que quiso impresionar a los amigos –explica Rosa–. Era tarde en la noche y le dio por quitarse los zapatos casi nuevos. Los tiró y de primera se quedaron colgados. Luego, el hombre volvió descalzo a casa. Los compañeros se burlaban de él”.
0 Comentarios
Le puede interesar
Marlen Echavez Martínez y el universo de Delicias árabes
“Nunca empieces un negocio solo para ‘hacer dinero’ Empieza un negocio para hacer una diferencia” Marie Forleo Marlen E...
Los cinco años del Guatapuri Plaza
El primer centro comercial de estilo moderno e integral construido en Valledupar –el Guatapuri Plaza– cumple este mes de de septi...
Un día para reconciliarse [temporalmente] con la policía
El uniforme no engaña, por lo menos durante el desfile del 20 de julio. En la avenida Simón Bolívar, a pocos metros del supermerca...
¿Quién hay detrás de Papá Noel?
De barba larga y ensortijada, cabello blanco como la nieve y barriga pronunciada, Papá Noel no es un tipo que pase desapercibido. Y me...
Cómo saber cuál casa de apuestas de Colombia tiene más beneficios
Hay muchas páginas web que ofrecen apuestas online, y como son tantas las opciones, cada una se ajusta de alguna forma a los usuar...