Opinión
Recordando a los trascendentales: Carlos Quintero Romero
No se sobresalte, aún está entre nosotros con su desbordante energía. No es indispensable haber dejado de ejercer la vida con cuerpo físico para ser reconocido como trascendental.
Los seres humanos convivimos a la fuerza, regulados por las potencias políticas esencialmente; porque somos incapaces de asumir una misión cultural perenne en Pro de la especie motu proprio.
Entonces, nada puede existir si no conviene al Estado, incluso las religiones -siempre aliadas con el poder-, quizás porque –aún- no han podido abolir el espíritu como principio ordenador de todo lo que nos atañe y es lo único que nos impide arrastrarnos como lagartos.
Por lo anterior, es urgente que tengamos un Estado con Espíritu y con Misión, y sólo los sabios de la tribu humana poseen la experiencia y carecen (eso esperamos) de las ambiciones desmesuradas de los políticos acérrimos; hay que escucharlo con atención porque de sus proyecciones sapientes depende el futuro que tenga nuestra descendencia, nuestra patria, porque así suene restringido, el mundo está ‘organizado’ por tribus pequeñas que utilizan patrones culturales para intercambiar con las demás.
Los jóvenes de nuestra tribu están inmersos hasta el cuello en la tecnología de otros, de sus costumbres y tradiciones, y es tal la magnitud de la colonización de pensamientos y acciones, que han optado por despreciar a sus mayores, e incluso, los mandan a callar de malas maneras.
Por lo anteriormente dicho, aplaudo con efusividad, ahora que aún me puede escuchar, al abogado Carlos Quintero Romero, natural de Valledupar -Cesar- Colombia, y ciudadano del mundo; que dejando a un lado su destacada y cómoda posición, se involucra de frente –en cuerpo y alma- desde la dirección del noticiero radial Maravilla Informa, en toda campaña contra cualquier irregularidad local, nacional e internacional.
Sus disertaciones son cátedra de jurisprudencia deliciosa que los neófitos absorbemos para beneficiar nuestro acervo, para usarlas cuando convenga a nuestros propósitos.
Sería provechoso que los discursos de cara al pueblo del abogado Carlos Quintero Romero, con su magistral manejo del verbo aunado a la idea, más sus conocimientos y amor por la literatura y las artes, fueran grabados y transcritos, para que los alumnos de Derecho y Ciencias Políticas tuvieran acceso a su estudio, tal como en su momento hizo la Universidad Libre con los del jamás olvidado Antonio Montaña. Estoy segura que esos artículos se hallarían impregnados por la idea de la supremacía de la cultura en función de la vida.
Es que, desde la radio, Carlos Quintero Romero ha proclamado y ejercido un sistema de ideas desde las cuales vive, toda su filosofía está basada en la afirmación de la vida como principio de cultura, que lo aproxima a un hombre para el Renacimiento, que es hoy.
Silvia Betancourt Alliegro
@yastao
0 Comentarios
Le puede interesar
Editorial: La Afrocolombianidad y el fortalecimiento de una identidad
Tras una semana majestuosa en eventos culturales, hemos querido destacar en este editorial la labor de todos los que tratan de dar un e...
Acordeoneras pasan al tablero
En columnas anteriores, y especialmente algunas próximas a la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata, dije con toda claridad...
Los compositores y el Festival
Los concursantes son el alma del Festival, todos los años, en la última semana del mes de abril, acuden en un ritual de peregrinaci...
Obra del Santo Eccehomo: un futuro incierto
Contra todo pronóstico, y luego de insistencias fallidas por hacer deporte con él, Carlos César tomó la iniciativa de hacer el pl...
Cosas que ocurren en los grandes festivales
El reciente fin de semana se realizaron dos de los más importantes festivales vallenatos de Colombia, y en esta columna los tenemos ac...