Opinión

El vuelo de la golondrina, primera etapa

Aldo Fernández

21/03/2013 - 11:40

 

Julia y Aldo: El vuelo de la GolondrinaUna tarde soleada en un pueblo boliviano, tres abuelos se hallan sentados exponiendo sus trajes típicos, una postal de nuestro continente. Nos miramos con Julia y concluimos, nuestra relación, a un día de conocernos, no acabaría en la rutina.

Si queríamos formar una familia primero conoceríamos nuestro continente de punta a punta, de Argentina a Cuba.

 

Soltarse a naufragar para aprender a navegar

¿Qué sucederá en los caminos allá a lo lejos? ¿Con quién compartiremos nuevos días? ¿Soportaremos tal vivencia lejos de nuestra tierra, de la familia y de los amigos? ¿Qué suerte de peripecias tendremos que vivir? Eran tantas las preguntas que dudamos de nuestra propia decisión.

Compramos la camioneta con la cual recorreríamos el continente, renunciamos a nuestros trabajos y finalizamos tareas pendientes. Una vez más, la vida nos estaba dando lo que tanto le habíamos pedido, salir a la ruta.

Julia: protesista dental, amante de la fotografía, indomable, “familiera”, rebelde, inocente, terca, política, llorona, hermosa, estricta y dócil, depende el día, todos los ingredientes para hacerle el viaje a uno, una aventura incalculable y delirante. Si a ello le mezclamos mi condimentada forma de ser… ¡Qué mezcla!

Aldo, o sea yo. Pocas pulgas, sensible, con un fervoroso respeto a los niños, a la naturaleza y a los animales. Justiciero dentro de un mundo que ya es justo como es, aunque no parezca. Electricista cotidiano, Artista natural, siendo esto lo que me gustaría como cotidiano. Creyente de los pueblos originarios, entendiéndolos como la salvación de nuestra era.

Arrancamos un sábado matutino, el 23 de abril del 2011 en nuestro motor con la inconfundible tarea de conducirnos al desafío de vivir las costumbres y tradiciones de la indomable Indoamérica.

Preparar el equipaje

Ardua tarea en la que se conjugan necesidades, costumbres, gustos, trabajos, herramientas, descanso y mil cosas más.

-Julia, ¿para qué tanta ropa?

-No llevo tanta. Sólo lo necesario, ¿ves? –me decía mientras observaba como las bisagras del cajón reventaban hacia los lados.

-Aldo, ¿Te parece llevar dos cañas de pescar? –me preguntaba ella.

-Si estoy frente a un lago con algún nuevo amigo y él no tiene, le presto –le decía mientras las cañas se enredaban con todo a su paso.

Hacia la indomable

35.000 kms recorridos, seis países visitados, varios cambios de aceite y  reparaciones durante estos hermosos dos años de aventuras son posibles gracias a las familias en el camino que nos brindan su apoyo y cariño. Son el impulso hacia lo extraordinario.

 

Aldo Fernández

El Vuelo de la Golondrina

Acerca de “El Vuelo de la Golondrina”: Los integrantes del vuelo de la golondrina son dos intrépidos viajeros argentinos que se conocieron en Bolivia y decidieron emprender juntos un viaje por todo el continente en un van. En su paso por Valledupar, descubrieron una ciudad llena de encanto y decidieron extender su estadía para conocer las maravillas del Cesar y la Costa colombiana. En PanoramaCultural.com.co seguiremos sus experiencias semanalmente y descubriremos el continente latinoamericano con sus ojos.

2 Comentarios


francel alvarez 19-08-2017 12:42 PM

mis amigos espero la esten pasando muy bien!!! yo hoy recordandolos con respeto y mucho cariño, en la gran Sabana de Venezuela, nos encontramos de alli ncio nuestra amistad gracias por formar parte de mis recuerdos que llevo en las fibras de mi corazon

francel alvarez 19-08-2017 12:42 PM

mis amigos espero la esten pasando muy bien!!! yo hoy recordandolos con respeto y mucho cariño, en la gran Sabana de Venezuela, nos encontramos de alli ncio nuestra amistad gracias por formar parte de mis recuerdos que llevo en las fibras de mi corazon

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El fracking: la política de la destrucción

El fracking: la política de la destrucción

  El fenómeno del fracking estuvo en auge en Colombia en administraciones pasadas, por la falta de consciencia sobre la destrucción...

Valledupar, antes y después de la interconexión Corelca (parte final)

Valledupar, antes y después de la interconexión Corelca (parte final)

Debido al racionamiento de energía eléctrica en 1992, se puso en evidencia la gran problemática (estructurales, principalmente) y ca...

“Aquí, defendiendo la democracia, maestro”

“Aquí, defendiendo la democracia, maestro”

Estos últimos meses han sido de una inusitada actividad política que ha provocado la más alta polarización del pueblo colombiano,...

Lo mejor del año que pasó (Parte II)

Lo mejor del año que pasó (Parte II)

En los últimos años, cada vez que hago el balance final de lo que ocurrió con nuestra música, me encuentro con este dilema: ¿En lo...

Rafael Orozco, una novela para no perderse

Rafael Orozco, una novela para no perderse

El Canal Caracol nos trae una novela que los amantes del folclor vallenato no podemos perdernos; se trata de la vida de Rafael Orozco M...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

Sanar con árboles

Rosa Cintas | Medio ambiente

La feria de Magangué

Álvaro Rojano Osorio | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados