Opinión

Editorial: La Semana Santa como espacio de concordia y superación

Redacción

14/04/2014 - 11:55

 

Editorial: La Semana Santa como espacio de concordia y superación

El espíritu de la Semana Santa abre cada año una puerta al diálogo interno, a la reflexión y el perdón.  Es un paso enorme, crucial, para entender el recorrido de una vida llena de sacrificios e incomprensiones.

La Semana Santa es un episodio religioso de reconciliación con la humanidad, un nuevo aliento para creer en lo que no se ve, para sentir y escuchar al próximo, para abrir nuevos horizontes y, sobre todo, para esperanzarse con un futuro mejor.

En estos días de reencuentro, queremos invitar a la reflexión pero más allá de los cánones religiosos y de los dogmas, de las barreras y rivalidades que puedan levantarse inconscientemente entre un credo y otro por la dinámica de la vida misma y la de creer que una iglesia u otra es mejor.

El espacio de concordia que abre la Semana Santa supera todas las diferencias políticas, religiosas y personales que puedan existir. Es el momento en que lo material deja de ser una necesidad inmediata y dictatorial, y cede el espacio a una aceptación magnificada de sí mismo y de lo que nos rodea.

Durante esta Semana Santa, enfoquémonos en lo que nos acerca al vecino o el familiar, en esos momentos de alegría que hacen que la vida tenga sentido, en esos gestos inesperados del desconocido que resplandecen en esta existencia donde el ritmo se acelera.

Pensemos en grande y valoremos esta región del Caribe. Dejémonos impregnar del fastuoso espectáculo de la plaza Alfonso López, en Valledupar, y del encuentro con el patrono Santo Ecce Homo.

Reconciliémonos con el río Guatapuri, abandonado a su suerte cuando en realidad debería estar en nuestros brazos. Miremos la Sierra Nevada de Santa Marta como ese pedazo de tierra que alumbra a un Valle y pensemos en reconciliaciones mayores como el proceso de paz o como otras fuentes de división que han podido interponerse en el pasado.

Atrevámonos a hacer lo que antes no se había hecho. Invitar a un café, un libro, un paseo, una charla, una visita, un abrazo, un beso. ¿Y si de eso se tratara la Semana Santa: dar un poco de sí sin esperar nada a cambio?

 

PanoramaCultural.com.co

 

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