Opinión

Pasaporte para el hambre

Alfonso Suárez Arias

16/04/2014 - 11:00

 

“El hambre hace ladrón a cualquier hombre”. Pearl Buck

Todavía, hasta la pasada década de los años 80, se consideraba que las últimas causas del hambre a nivel mundial provenían de catástrofes climáticas, del alto crecimiento demográfico, por atraso tecnológico en la agricultura de los países subdesarrollados, la guerra o la concentración de las tierras.

El socialismo incursionó en la Rusia de 1932 aportando a la humanidad una catastrófica situación de hambre, Stalin con el poder y el fracaso de su política de agricultura colectiva replicó en la Ucrania de aquella entonces también conocida como el “silo de la URSS”, el suceso llamado holodomor (matar de hambre), que refería cerca de 25000 seres humanos muertos diariamente por inanición hasta una cifra de casi 10 millones.

La arcaica agricultura Etíope en la década de los 70 propiciada por un régimen monárquico inestable y reticente a aceptar políticas de relocalización y mejoramiento social mataron de física hambre a cerca de un millón de personas. La hambruna que sufrió España después de la guerra civil  entre 1939 y 1945 fue directamente la consecuencia del fracaso de la política autárquica del gobierno de Franco, quien pretendió someterla a un sistema de autosuficiencia económica sin intercambios comerciales con el exterior. Francia y Holanda sufrieron hambre por culpa de los nazis que usurparon su economía.

Son muchas las situaciones políticas que han generado, como consecuencia de su aplicación, hambre en la población. Es un problema globalizado que garantiza por lo menos a una de cada seis personas la posibilidad de sufrir el flagelo y coexistir bajo la incertidumbre de no tener expreso para mañana el alimento básico y suficiente para vivir en el concepto de felicidad auspiciada por el Estado.

Actualmente, aunque parezca lacónico, lo real es que las causas de éste sufrimiento en la mayoría de la población, provienen de las actuaciones del régimen político que impera en un Estado, la imposición del malogrado socialismo siglo XXI, ha mostrado incapacidad para adquirir alimentos, bien sea comprándolos o produciéndolos, derivándose esta situación en establecer radicalmente que el segundo paso será la pobreza a costa del escandaloso enriquecimiento de estos presidentes.

Nada difícil entonces contextualizar, que el hambre es la herramienta política que un gobierno puede utilizar para subyugar a un pueblo, si no, ¿cómo se explica ver a una de las naciones más ricas de América Latina padeciendo el desabastecimiento de alimentos, y su impuesta política castro-chavista pretenda atribuir la condición ciudadana, al uso de cupones y tarjetas de control alimentario?

Es la injusticia de malas políticas sociales y hasta de la insensatez del mismo ciudadano elector, la causante de tanta infelicidad, pues un hambreado no tiene más tiempo que el que le puede disponer a ese instinto de supervivencia, coadyuvando al sistema con su abnegación y sumisión mientras se enfila ordenadamente para recibir los mendrugos que el arbitrario gobierno le solventa.

La inseguridad alimentaria afecta a corto plazo las expectativas de vida, salud, educación, desarrollo económico y social de un país, no hay que ir muy lejos para visualizar como vive oprimida Cuba y ahora Venezuela, expidiendo pasaportes para el hambre, que si los consiente el pueblo colombiano reeligiendo la ignominia para pensarlo dos veces, harán parecer que la coyuntura de hambruna en los indígenas Wayuu, sea simplemente una insignificancia en el desarrollo del Estado social por debajo de las consecuencias climáticas y ambientales.

 

Alfonso Suárez Arias

alfonsosuarezarias@gmail.com

Sobre el autor

Alfonso Suárez Arias

Alfonso Suárez Arias

Aguijón social

Alfonso Suárez Arias (Charalá, 1956). Abogado en formación (Fundación Universitaria del Área Andina en Valledupar). Suscrito a la investigación y análisis de problemas sociológicos y jurídicos. Sus escritos pretenden generar crítica y análisis en el lector sobre temas muy habituales relacionados con la dinámica social, el entendimiento del Derecho y la participación del individuo en la Política como condicionamiento para el desarrollo integral.

@SUAREZALFONSO

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Romantizar, una palabreja de moda

Romantizar, una palabreja de moda

  Se ha puesto en boga el término “romantizar” y lo aplican en el sentido de satanizar algo, temas sensibles en la política col...

El corroncho contemporáneo

El corroncho contemporáneo

Con mucha frecuencia, se difunden noticias y denuncias por diferentes medios de comunicación acerca del escaso espíritu cívico de ci...

¿Y si nos ganamos el mundial?

¿Y si nos ganamos el mundial?

A través de la historia, Colombia ha sufrido tantas y tan variadas desilusiones en todos los aspectos de la vida social, política, ec...

Editorial: La Semilla vallenata que sedujo al presidente

Editorial: La Semilla vallenata que sedujo al presidente

El municipio de La Paz (Cesar) busca ejemplos que puedan emularse, ideas y ocupaciones que sirvan para su futuro, y la música vallenat...

Lo mejor del año que pasó (Parte II)

Lo mejor del año que pasó (Parte II)

En los últimos años, cada vez que hago el balance final de lo que ocurrió con nuestra música, me encuentro con este dilema: ¿En lo...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados