Opinión

El infierno de María Fernanda Cabal

Fredy González Zubiría

23/04/2014 - 11:20

 

El infierno de María Fernanda Cabal

María Fernanda Cabal  Yo nunca he podido entender a los ricos de Colombia. Viven muy bien, se dan la gran vida en paseos, mansiones, carros lujosos, haciendas, estudian en colegios bilingües, luego pasan a una universidad prestigiosa, posteriormente van a los Estados Unidos a un postgrado de cualquier cosa y, finalmente, consiguen una pareja de varios ceros en su chequera, se casan, comen perdices y siguen siendo infelices.

Es el caso de doña María Fernanda Cabal que con su desafortunada frase contra el genio de la literatura García Márquez, estando aún fresco su cadáver, esconde un resentimiento de alguien que lo ha tenido todo pero continúa infeliz. Escribió "Pronto estarán juntos en el infierno" y adjuntó una fotografía de Gabriel García Márquez con Fidel Castro.

Lo menos que se ha dicho de ella por las redes sociales, que es una mujer inculta y mal educada, insensata, imprudente etc. etc., no me parece. Ella sabe perfectamente quien era Gabo y lo que representa para la literatura universal, pero es una mujer infeliz, precisamente porque carece de algo que tuvo mucho el escritor: prestigio.

Doña María Fernanda viene de la nada, era invisible, una rica anónima, simplemente la esposa de alguien con poder en el gremio de ganaderos, dedicada a ir de compras y regalar vacas desde una fundación. Pero obsequiar mil vacas tampoco la hizo feliz y escuchando en la sombra de su esposo día por día, año tras año, las homilías de Álvaro Uribe en la radio, televisión, en las reuniones, en los cocteles, terminó contagiada de su odio, sin tener sus motivos.

La rabia es una enfermedad que le produce a los caninos deseos de morder sin motivos. En el ser humano, la infelicidad produce ataques de odios y genera impulsos de atacar a cualquiera de manera verbal o física. En la política parece que la señora Cabal encontró el camino para subsanar su inconformidad, para curar su infelicidad: La actuación mesiánica, ser libertadora. Muchos ricos piensan que ellos son ricos por decisión de Dios, y son una especie de elegidos, predestinados a solucionar los problemas de los humanos comunes y corrientes.

Así doña María Fernanda en un arranque de filantropía, se aleja de clubes y centros comerciales, y se embarca en la lucha para liberar a Colombia. Empezó por poner en su lugar al gran traidor de Colombia, aquél que en vez de ponerse a escribir pendejadas debió integrarse a autodefensas para salvar a la patria: Gabriel García Márquez.

El trino de la congresista Cabal, es una gran enseñanza histórica para Colombia. Cito textualmente una frase de Rosa Sala Rose en internet, hablando del fascismo: “El nazismo no fue obra de monstruos, sino de seres humanos como nosotros, y eso es precisamente lo que lo vuelve tan temible.”

La frase de esta mujer no debe provocar indignación, ni burla, debería producir preocupación. Si quienes tienen todo para ser felices, son infelices, quizás la felicidad que buscan está en arrasar con todo lo que se sospeche como amenaza para conservar aquello que ni siquiera les da felicidad.

La congresista María Fernanda Cabal armó su propio infierno. Qué triste es iniciar una carrera política de esa manera. Los epítetos, agravios e insultos que se ha ganado en 24 horas avergonzarían a cualquier rufián de barrio. Ya es famosa, quizás no como lo esperaba. Sospecho que continuará infeliz.

 

Fredy González Zubiría

 

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