Opinión
Editorial: Balance de un año de Cultura en Valledupar y el Cesar
El año que se va nos deja muchas reflexiones a nivel local y departamental. Imágenes de grandes esfuerzos, importantes anuncios, reajustes preocupantes y vacíos que no parecen remediarse pese al crecimiento al que se ve expuesta la costa Caribe.
El anuncio de la firma del POT de Valledupar es la gran noticia para el patrimonio local, aunque llega en los últimos meses de una legislatura perdida entre urgencias de diversa índole. El enigma de un centro histórico protegido y proyectado en el futuro queda abierto. Del mismo modo, el río Guatapurí, primera víctima de un verano y de una serie de acequias descontroladas, espera encontrar la redención con unos gaviones que tardarán en tomar forma.
La otra noticia que beneficia al patrimonio tiene que ver con el inicio de la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata: una obra que debería tardar dos años en terminarse y que cumplirá las funciones de un gran museo así como el escenario de múltiples presentaciones. Este aporte viene a colmar una ausencia enorme, pero no la resuelve. El departamento sigue a la espera de otras inversiones que permitan exponer y desarrollar otras actividades importantes de su cultura como el teatro, la artesanía y el arte plástico.
En el ámbito folclórico, el Festival Vallenato volvió a ser el gran protagonista del año, aunque no brilló de la manera esperada en un homenaje especialmente dedicado al Cacique de la Junta. Problemas logísticos junto con lagunas evidentes en la organización expusieron la necesidad de una reingeniería. Este año 2015, podría ser la primera etapa de ese ajuste.
En la ciudad de Valledupar, brillaron los esfuerzos de entidades privadas, aunque los cambios experimentados por algunas de ellas limitaron el campo de acción. La Fundación AVIVA repitió su foro anual de gastronomía con éxito y la Alianza Francesa mantuvo la Fiesta de la Música y sus exposiciones.
El Banco de la República continuó con su programación anual de eventos, aunque más tímida que los últimos tres años, contribuyendo así a una caída generalizada de los eventos culturales y espectáculos de este año.
La muerte de Lolita Acosta -la periodista que lo dio todo por la cultura vallenata- fue una de las noticias más tristes del año y se produjo justamente cuando el sector cultural y de entretenimiento más necesita gestores con visión y compromiso.
El gran silencio se notó especialmente en la Casa de la Cultura de Valledupar, la cual –pese a una serie de conversatorios interesantes– protagonizó un paro técnico de varios meses (en parte debido a la renovación de su estructura), y no consiguió la elección de un Consejo de Cultura en bien de los gestores locales.
Como conclusión, el margen para la mejora es grande y para las sinergias también. El año que viene será el reflejo de todo lo que se logre trabajando juntos.
Les deseamos un feliz comienzo de año 2015. Nuestra próxima actualización está programada para el 5 de enero.
PanoramaCultural.com.co
0 Comentarios
Le puede interesar
Entre jurado, participantes y calanchines
En el futbol comúnmente se escucha decir que el mejor arbitro es aquel que pasa desapercibido, lo mismo debe ocurrir con los integ...
¿Son las alianzas la verde esperanza?
Matrimoniarse en estos tiempos es como ganarse el baloto, sobre esta unión marital pesan ya augurios de no prosperar más allá de l...
Reflexiones sobre una tradición electoral
Los resultados de la Cámara de Representantes por el Departamento del Cesar, salvo el caso de Cristian José Moreno, no son una ...
A Colombia la quieren enfermar
“Deja que los perros ladren, Sancho, es señal que caminamos”. Con una simple observación crítica, el espectador puede inferir...
De la carbonera al mana
En nuestro querido Valle de los sesenta, abriéndose paso la nueva ventana de la civilización, inició y se consolidó un emprendimien...