Opinión

Todos a sus pies

Herlency Gutiérrez

11/03/2015 - 05:40

 

Todos a sus pies

Y ella nos tiene a sus pies. No hay que negarlo. Caemos rendidos. No hay cargo, sexo, o edad, que nos mantenga alejados. Es toda una región, es todo el Caribe, es la misma voz cuando a ella nos dirigimos. Se llama Electricaribe y cada mes que a casa su notificación llega, -entiéndase esto como recibos-, salimos corriendo como niños regañados a hacer el mandado que tanto nos han pedido.

Preguntamos en qué pensará cuando el servicio que presta no es el más querido, cuando por ella comprobamos que no solo se suben y bajan las escaleras, pues el servicio que ella presta también es muy parecido; aunque hay que reconocerle que no hace distinción de clases puesto que le cobra lo mismo al que tiene mucho o al que nada tiene.

Ella se da ciertos lujos como el no cumplir con ciertas citas, si ha dejado plantados a congresistas que se puede decir de los mortales. Ella llega y se instala en tu casa y desinstala cuando así lo requiere, sean estos los tan sonados medidores y aquellos dueños de mundos que llegan cuando tú no los esperas.

Ella incumple sus citas, pero ¡ay! donde le incumplas a ella; ella por fallas paga millonarias multas así de fácil como nosotros pagamos un dulce en la tienda. Ella se cree irresistible tanto como el calor que produce cuando no hay ventilador encendido, aunque el calor incrementa cuando pagas por algo que te quitan cuando menos lo esperas. Ella se viste de niña inocente y considera que de ese traje no hay talla para los demás seres.

Por ella se han dado fogatas pero no bajo la luna, más bien bajo el inclemente sol de la región donde presta sus servicios. Fogatas no de leña fresca, más bien originadas por la quema de sus facturas. Por ella se han dado protestas, por ella hay múltiples quejas, por ella hay peleas, por ella el desorden y el desborde de la parte poco amable de un ser humano se pone de relieve.

A ella no hay quien la controle, ella permanece ahí, no fluctuante como el servicio que presta, más bien con la carcajada constante de quien sabe que en un trono está y que se necesita mucho para vencerla.

 

Herlency Gutiérrez

@HerlencyG

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Entre jurado, participantes y calanchines

Entre jurado, participantes y calanchines

  En el futbol comúnmente se escucha decir que el mejor arbitro es aquel que pasa desapercibido, lo mismo debe ocurrir con los integ...

No se hable más de corrupción

No se hable más de corrupción

  Nadie piensa, donde todos se lucran; nadie sueña, donde todos tragan. La paradoja presente de la vida social, es ver y saber ah...

La autoridad de la pereza

La autoridad de la pereza

  No hay cosas más frustrantes que la lentitud paquidérmica de una administración en cuanto a la toma de decisiones para resolve...

Santa Paz

Santa Paz

El 23 de junio de 2016 es un día para recordar y enmarcar en la historia de Colombia, puesto que después de más de cinco décadas ...

Los extremos nunca son buenos

Los extremos nunca son buenos

La semana anterior expliqué cómo en el Festival Francisco El Hombre, realizado en Riohacha, habían caído en el error de permitir qu...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados