Opinión
Las elecciones y nuestra música
Este domingo en nuestro país, haremos uso de un derecho y cumpliremos un deber que es de aquellos ineludibles y fundamentales, el cual consiste en elegir nuestras autoridades locales, las que tenemos más cerca: nuestros ediles en algunos casos, Alcaldes Municipales y Distritales, Concejales, Gobernadores y Diputados.
La responsabilidad es seria. Estos gobernantes tienen con nosotros mayor inmediatez, por lo cual se supone los debemos conocer mejor y, consiguientemente, debemos saber en manos de qué clase de persona estamos dejando el manejo de nuestros impuestos.
Para nadie es un secreto que la música vallenata es y será por mucho tiempo bastión y pieza fundamental de la economía de nuestros pueblos. Del vallenato se nutren muchos políticos, con jingles, saludos, parrandas. Sin embargo, yo tengo muchas dudas de si los candidatos en nuestras regiones, al elaborar sus planes de gobierno, le dan el peso y la importancia suficiente al componente cultural y, especialmente, a la Música Vallenata, sus compositores, intérpretes y toda esta cadena de hombres y mujeres que lideran el alimento del alma de nuestra gente, el Vallenato.
Nuestros artistas famosos han salido a grabarles jingles y cuñas manifestando abiertamente su simpatía por uno u otro candidato, lo cual no es censurable per se. Algunos lo hacen por simple amistad con el político, otros porque les pagan determinada suma de dinero; pero me pregunto: ¿los artistas vallenatos como gremio o en bloque le piden algo a los políticos para mejorar sus condiciones de trabajo, su vivienda, su seguridad social y la de su familia?
Creo que nada de eso ocurre porque nuestros músicos por naturaleza son soñadores y poco pragmáticos, viven muchos en “La casa en el aire” del maestro Escalona y mueren en la más absoluta miseria, tal vez por la forma folclórica como manejan su vida.
Ojalá este domingo los candidatos que reciban el mandato del pueblo para gobernar nuestros Departamentos y Municipios de la Costa Caribe, no se olviden de la importancia que tiene la música vallenata en nuestra gente, en nuestra economía y, en general, en la vida de toda la sociedad del Cesar y la Guajira.
Que piensen en que sus cultores constituyen un gremio desorganizado y despreocupado, aplaudido pero abandonado históricamente por la clase dirigente, utilizado y explotado por los políticos y nunca bien ponderado, valorado y respetado como debería ser.
¿Sabemos cuántos compositores y artistas residen en Valledupar y de ellos cuántos poseen una vivienda digna o se encuentran afiliados plenamente a la seguridad social? ¿Cuantos obtienen una pensión? ¿De qué viven cuando llegan a la vejez y ya no los contrata nadie? ¿Será que algún día nos pellizcamos, muchachos?
Jorge Nain Ruiz
@JorgeNainRuiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
0 Comentarios
Le puede interesar
Yo, el niño (Parte II)
Mi perro, que llamamos valiente, llegó desde pequeño a nuestro hogar. Cuando mi mamá llegaba con la cesta cargada de pan, él mo...
Justicia y política en Colombia
Al cumplirse un año de la llegada del gobierno de Gustavo Petro al poder, se podría calificar su gestión de satisfactoria, ya qu...
Editorial: Dos años con ustedes
Este mes de febrero el periódico PanoramaCultural.com.co cumple dos años de actividad. Dos años dedicados a la cultura vallenata y c...
El Vallenato en los Planes de Desarrollo
Hace menos de quince días los colombianos acudimos a las urnas a elegir nuestras autoridades locales, corporaciones públicas, depar...
Editorial: la anhelada internacionalización del Vallenato
El deseo de ver el Vallenato convertirse en un género conocido a nivel internacional ha sido expresado por muchos cantantes y composit...