Opinión

Bendita 550, sálvanos

Diógenes Armando Pino Sanjur

02/02/2016 - 05:30

 

En el mágico mundo ideado por Gabriel García Márquez “Macondo” existe una población antiquísima, denominada San Miguel de las Palmas, donde cada 4 años cuando se realizan los cambios de administración, escuchamos que es un municipio inviable, que se encuentra en banca rota, que sus finanzas son precarias y las deudas lo están ahogando.

Lo paradójico de la situación es que evidenciamos que en épocas de campaña electoral encontramos un cúmulo de personas disputándose la dignidad de ser su burgomaestre, de regir los destinos de la municipalidad y más preocupante aun exponiendo programas de gobierno con los cuales aseguran tener la solución para sacar al municipio de la debacle administrativa, social y financiera que padece, pero como por arte de magia al ser elegidos endilgan a su antecesor la grave crisis y las propuestas expuestas en campaña pasan hacer letra muerta.

Es cierto que el ente territorial está catalogado en la 6 categoría, lo que representa que sus mayores ingresos provienen del Sistema General de Participación, que sus ingresos propios son paupérrimos y acarrea una deuda por conceptos de derechos y demandas laborales que superan sus ingresos propios y de funcionamiento, por consiguiente no cuenta con los recursos suficientes para garantizar el pago de la nómina de empleados y pensionados, el pago de prestaciones sociales y mucho menos el giro que por ley se destina al honorable concejo y la personería municipal.

Pero también es cierto que el gobierno nacional mediante la ley 550 de 1.999 brinda la oportunidad a los entes territoriales de adelantar un Acuerdo de reestructuración de pasivos para asegurar la prestación de servicios esenciales, garantizar el cumplimiento de las competencias constitucionales y legales, restablecer la solidez de la estructura financiera y administrativa y garantizar el cumplimiento de pago de los derechos laborales a cargo de los municipios entre otras, por lo que se vislumbra una solución a la problemática y precaria situación financiera que aqueja al ente territorial.

Lastimosamente los gobernantes que en campañas prometen y aseguran que la única solución para la crisis es acogerse a la Ley 550, lo que demuestra que tienen conocimiento de su existencia, al ser electos olvidan esta salida viable de la grave crisis financiera que padece su municipio y por el contrario elevan los contratos de prestación de  servicios y no realizan las gestiones necesarias para que el ente se acoja a esta ley, agudizando cada vez más el problema y contribuyendo a la muerte financiera de su municipio, convirtiéndolo en un ente inviable.

Todo esto se debe a la gran cantidad de dinero que debió invertir el burgomaestre para su elección, lo que le deja un legado de compromisos burocráticos y económicos que debe cumplir para  satisfacer todo el apoyo político y económico que le permitió ser electo alcalde de su municipio, lo que lo conlleva hacerse el de la vista gorda y no tener en cuenta la reestructuración de pasivos de su municipio como la salida a la crisis.

Desafortunadamente las finanzas de San Miguel de las Palmas no resisten más, es un municipio moribundo, que se encuentra en cuidados intensivos,  que su única solución es acogerse a la Ley 550 o lo condenamos a una muerte evidente, con la mirada cómplice de todos sus habitantes.

 

Diógenes Armando Pino Sanjur 

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Sanjur

Diógenes Armando Pino Sanjur

Tamalamequeando

Diógenes Armando Pino Sanjur, más conocido como May Francisco, nació el 24 de junio de 1976 en un pueblo mágico lleno de historia, cultura y leyendas situado en la margen derecha del Río Magdalena llamado Tamalameque. Hijo de los docentes Diógenes Armando Pino Ávila y Petrona Sanjur De Pino, tiene 2 hijos, May Francisco y Diógenes Miguel, los cuales son su gran amor, alegría, motor y mayor orgullo. Abogado de Profesión, despertó su interés con la escritura de su padre quien es escritor e historiador, se declara un enamorado de su pueblo, de su cultura (la tambora) y apasionado por la política como arte de servir.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

No voy a Patillal

No voy a Patillal

Esta columna la hubiese podido titular más bien “Me voy pa´ Patillal “ y en contraposición al gran Armando Zabaleta, cuando se...

Elogio al maestro de escuela

Elogio al maestro de escuela

Entender hoy lo que significa la labor del docente, es darse por enterado que son unas almas peregrinas que pasan por este mundo como...

¡Vamos pal parque!

¡Vamos pal parque!

En las ciudades ya consolidadas y en aquellas que se encuentran en procesos de construcción, como es el caso de Valledupar, los parque...

Los lectores cacheteros, una fauna inagotable

Los lectores cacheteros, una fauna inagotable

  Con mucha frecuencia vengo observando que los puestos de revistas en los supermercados y almacenes de cadenas permanecen en un co...

En lo que has quedado

En lo que has quedado

Todas las tardes y prima noche, acostumbro pasear a mi nieto, bien a pie o en una moto pequeña, me encanta que la brisa golpee mi ca...

Lo más leído

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados