Opinión
La seguridad alimentaria
Este razonar preocupa a muchos, sobre todo a aquellos países considerados desarrollados, ellos ven un futuro incierto respecto a contar con abundantes productos alimenticios para satisfacer a su sociedad, y por ende su seguridad alimentaria y nacional.
Ellos prevén que, en caso de una próxima guerra, sus ciudadanos y gobernantes merecen contar con los alimentos disponibles, producidos en su territorio o en territorio extranjero en cual invirtieron para su sustento en épocas de calamidades. Mientras tanto, en épocas de paz contarán con reservas y un poco de lo que les sobre, lo estarán vendiendo o exportando al país que lo requiera.
En la actualidad, nuestro país pone en vigencia la ley (Zidres) Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social, aprobada en plenaria del Senado colombiano, según el gobierno esta es la mejor forma que existe en el país para revolucionar el campo colombiano, es decir, es la mejor estrategia para poner en producción más de siete millones de hectáreas y de hecho se asegurará la prosperidad alimentaria.
Por otro lado algunos críticos aducen que esta ley es el mejor argumento para que las multinacionales compren sin límite alguno grandes cantidades de hectáreas de tierra para generar una producción, mientras en otros países existen límites en la compra de tierras por extranjeros, en Colombia no le dan tanta importancia a esta otra forma de colonización, que en cierto modo desplaza al campesino colombiano; sobre todo a aquel que no ve intenciones en el Estado colombiano en implementar políticas que le permitan verdaderos créditos blandos para poner a producir la tierra.
Ciertas veces se tienen vicios en criticar las diferentes propuestas que más tarde se convierten en ley, en nuestro país Colombia, pero en el fondo, algunos expertos en producción agrícola y economía de desarrollo han vislumbrado que esta ley “es la peor ley de tierras de la historia de Colombia”. Entonces, ¿Qué ocurre con nuestros gobernantes? ¿Será que tienen plena confianza en sus asesores que quizás no vislumbran las artimañas de las que son objeto por parte de ellos?
De todas estas estrategias de cambios respecto a la seguridad alimentaria y los constantes devenires asociados a la tan llamada seguridad alimentaria, desde el hogar, aquellos que poseen patios improductivo más grandes que un campo de fútbol y aun los que tenemos unos cuantos metros de patio, tendremos que empezar a idear maneras de producir productos de pan comer y pan coger, ya que estas advertencias están tan a la moda como el cambio climático mundial, y las realidades actuales nos están dejando ver las crisis que se avecinan para la humanidad.
Las premoniciones dejan notar que tendremos que aprender mucho sobre supervivencia, búsqueda de agua, producción de terrenos inviables que por lo general no han dado un solo producto de consumo para el ser humano, creo que es la mejor manera de que en los países como el nuestro sus gentes iniciemos o volvamos a una economía de subsistencia en medio de la debacle silenciosa que se apodera de los niños Wayuu, los desvíos de grandes cantidades de aguas de los ríos por la prioridad de un proyecto minero y lo que falta.
Luis Alcides Aguilar Pérez
Sobre el autor
Luis Alcides Aguilar Pérez
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Luis Alcides Aguilar Pérez (Chiriguaná- Cesar). Lic. En Ciencias Sociales de la Universidad del Magdalena. Docente de secundaria. Fiel enamorado del arte de escribir. Publicaciones: La Múcura de Parménides – Compendio de cuentos, poesías y reflexiones; Sueños de libertad – Cuentos, poemas y diez reflexiones; Chiriguaná. Historia y Cultura. Novela inédita “¡Y la culpa no es de Dios!”
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