Opinión

Simplemente, seres humanos

Gloria Cepeda Vargas

06/04/2016 - 03:30

 

Mesa de diálogos en La Habana / Foto: La Silla Vacía

El aplazamiento de la firma del documento que supuestamente enterrará la guerra en Colombia, da origen a toda clase de suspicacias y cotilleos.

Como sucede a la mayoría de los colombianos, desconozco los intríngulis de los diálogos que se llevan a cabo en La Habana. Eso lo resuelve o lo enreda nuestra plutocracia, o sea quienes manejan el rebenque. No obstante, es elemental entender que un intento de acercamiento entre las dos alas del monstruo, es  imprescindible. Y  generalizo porque no se trata en este caso únicamente de la guerrilla -con todo lo que entraña de criminal y destructivo- sino de los portadores del “sombrero encintado” y la “chupa de boda”, agazapados en costumbres que nadie cuestiona y leyes que nadie cumple.

Juan Manuel Santos no tiene de tal sino el apellido.  Permeado y barnizado hasta las banderas por fundamentalismos heredados, concibió –a su manera- la salida dialogada y armó –a su medida- las fases del proceso. ¿Que es un traidor, un oportunista, un trepador, un ambicioso? Señores, ése es el molde. ¿Que Timochenko y compañía socavarán las bases de nuestra democracia? No se puede destruir lo que nunca ha existido. Y en cuanto a terminar bailando con los selváticos, lo veo incompatible con nuestra sinergia  mental.

Estamos abocados a un cambio visceral en esta historia de dolor nunca escuchado. Los diálogos de La Habana son un campo minado debido a las marrullas de los contertulios. Las hordas de las FARC vienen de los socavones más siniestros y en lo concerniente a la   contraparte, todos conocemos sus componendas. ¿Será fácil que dos líneas paralelas lleguen a tocarse? ¿Y si  sucede, acaecerá en una fecha prevista como si se tratara de una fiesta de cumpleaños?

A quienes intentan desconocer los esfuerzos  gubernamentales en esta empresa, los tiran de la nariz sus intereses personales.  No son los habitantes del primer piso quienes sufren las consecuencias de la inundación. Son los arrinconados en el sótano. Debemos esperar a que este ovillo se desenrede hasta donde lo permiten siglos de inequidad tolerada. Ésa será la manera de lavarnos la  conciencia y honrar el gentilicio.

 

Gloria Cepeda Vargas 

Sobre el autor

Gloria Cepeda Vargas

Gloria Cepeda Vargas

Reflexiones y poesías

Gloria María Cepeda Vargas es una poeta colombiana de reconocida trayectoria. Oriunda de Cali, ha vivido sus primeras -pero también sus últimas décadas- en Popayán, por lo que se le reconoce como una autora caucana. Es hermana del político Manuel Cepeda Vargas, líder de izquierda asesinado, padre del representante a la Cámara Iván Cepeda Castro. Ha recibido, entre otros, el Primer Premio y Medalla de Oro, Concurso Internacional de Poesía, Bruselas (Bélgica) 1993; Premio de Poesía "Jorge Isaacs", Cali, Colombia, 1995; y la mención Casa de las Américas, La Habana, Cuba (2000). Algunas de sus publicaciones: "Bajo la estrella" (Popayán, 1960), "Cantos de Agua y Viento" (Premio Jorge Isaacs, 1995); "Carta a Manuel" (Popayàn, 1995); "De la vida y el sueño" (Popayán, 2009); "Canta la noche" (Neiva, 2010).

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Editorial: El aniversario de la fundación de Valledupar

Editorial: El aniversario de la fundación de Valledupar

  Cada año nuevo arranca con las mejores intenciones, ganas renovadas de superarse o mejorar, y, cómo no, grandes celebraciones. ...

Editorial: Tiempos para reunirse en torno a la Cultura

Editorial: Tiempos para reunirse en torno a la Cultura

El año 2015 se ha terminado con un trasfondo altamente político. Año de elecciones, hemos asistido a un cambio en las alcaldías y...

Literatos muertos, literatura viva

Literatos muertos, literatura viva

En esta soledad de 365 días, un 17 de abril, la muerte hizo de las suyas dejando la crónica anunciada de su muerte y una hojarasca de...

Todos a sus pies

Todos a sus pies

Y ella nos tiene a sus pies. No hay que negarlo. Caemos rendidos. No hay cargo, sexo, o edad, que nos mantenga alejados. Es toda una ...

El Paso perdió a un gran hombre

El Paso perdió a un gran hombre

El fallecimiento de quien fuera mi gran amigo, con el que compartí en muchísimas ocasiones, con el que tenía tantas afinidades, qu...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados