Opinión
Álvaro Uribe cava su propia tumba
Creo que la mayoría de colombianos consideramos al ex presidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez como un hombre inteligente o más bien astuto, sagaz, pero especialmente muy hábil políticamente, tal vez el presidente que más ha sabido interpretar y jugar con los sentimientos de millones de habitantes del territorio nacional.
Eso fue lo que hizo en los consejos comunitarios, le decía a la gente lo que querían escuchar, vaciaba a los ministros, regañaba a los gobernadores y alcaldes, repartía besos y abrazos a los pobres y le entregaba “chequesitos” o cualquier otra migaja a ciudadanos del común.
El presidente Uribe alguna vez en un consejo de seguridad ordenó la captura en caliente, sin orden judicial y sin que se dieran las condiciones de flagrancia del secretario de gobierno de Buenaventura Adolfo Chipantiza, de quien él sospechaba que había cometido un delito; todo eso en vivo y en directo por televisión y, lógico, muchos colombianos aplaudieron ese presunto gesto de autoridad.
Uribe ha sido el único ex presidente que, no contento con gobernar al país por dos periodos consecutivos, se lanza a la aventura de organizar una fuerza política de oposición encabezada por él mismo pretendiendo liderar el poder legislativo, ahora solo le haría falta que aspire a ser presidente de una de las altas cortes para haber pasado por todas las instancia de los poderes del Estado Colombiano.
Nadie le niega su capacidad de liderazgo, su carisma es único, es sin duda el político más populista de Colombia en los últimos cien años. Sin embargo, creo que ahora se le fueron las luces y que, con su decisión de apoyar el no en el plebiscito del próximo 2 de octubre, ha caído en la trampa que le ha tendido su archienemigo y jugador de póker Juan Manuel Santos Calderón, quien está convencido que con esta jugada maestra mata dos pájaros con una piedra: pasa a la historia como el presidente que logra acabar el conflicto armado interno en Colombia y acaba políticamente con su más enconado rival.
Lo más grave de todo esto es que Uribe, un hombre tan sagaz, se haya tragado el anzuelo y después de haberle hecho pasar el susto de su vida a Santos con casi siete millones de votos en cabeza de Oscar Iván Zuluaga, quien no tenía ni una pisca del carisma de su mentor, ahora se haga mal contar en un plebiscito sobre un tema del que muy pocos en el mundo dudaría votar por un sí.
El próximo domingo 2 de octubre los Colombianos van a estar diciendo que Uribe un hombre que tenía a medio país en el bolsillo, ahora no alcanzó a sacar ni dos millones de votos, creo que esa es una muerte anunciada y lo más triste es que la víctima es quien está cavando su propia tumba.
Jorge Nain Ruiz
@JorgeNainRuiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
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