Opinión

Misiva a los emigrantes de la parranda

Carlos Cesar Silva

14/04/2017 - 06:50

 

 

Amigos, disculpen que me entrometa en sus gustos, decisiones y finanzas, sé que no tengo derecho a cuestionar sus vidas, soy un simple mortal que también da pasos al vacío, que tiene predilecciones que pueden resultar algo exóticas. Aun así, me atreveré a exponer ciertas inquietudes que tengo sobre el comportamiento que han asumido frente al Festival de la Leyenda Vallenata, el evento que exhuma a Valledupar de su tedio cotidiano.

Desde hace algunos años vengo notando que ustedes se van de la ciudad durante los días en que se realiza el festival. Manifiestan con calculadora en mano que los eventos están demasiado caros y que resulta mejor viajar para Cartagena, San Andrés o incluso el extranjero: no, no es una ausencia sentimental como la de Rafael Manjarrez, sino que se trata de un escape, una emigración momentánea. El accionar de ustedes seguro tiene una justificación individual y quizás social, pero no económica. Tal vez les dejó de llamar la atención el mítico contrapunteo de los acordeoneros o les perturba que durante el certamen Valledupar se llene de gente extraña, los servicios públicos colapsen, la movilidad empeore y la inseguridad se incremente.

Es verdad que las entradas a algunos eventos no son baratas. Por ejemplo, este año las boletas para la finalísima en el Parque de la Leyenda Vallenata tienen los siguientes precios: General $ 79.000, Preferencial $ 224.000, Platino $ 314.000 y los palcos (caben 10 personas) oscilan entre los $ 6.580.000 y $ 10.960.000. Los espectáculos organizados por otros empresarios no se quedan atrás, las cifras del  Club Valledupar, de Rio Luna, de Biblos y de El Tsunami son cuantiosas. Amigos, son cinco días de jolgorio, no solo hay que comprar entradas sino también comida y trago. Es una fiesta intensa, que puede romper cualquier bolsillo cuando solo se pretende asistir a los conciertos de talla internacional.

Sin embargo, el Festival de la Leyenda Vallenata ofrece otros espacios que son más económicos, autóctonos y sabrosos. Ahí están los concursos (que son el auténtico festival), el desfile de piloneras, la caravana de Willys, los foros sobre la música de Francisco, El Hombre, las parrandas en los patios, la escenificación del Milagro de la Leyenda Vallenata, los paseos al río y las esquinas de la ciudad que amparan la tertulia, el silbido del acordeón y la sangre del viejo Old Parr. Obvio, en estos encuentros también se gasta, pero son una experiencia más barata, popular y folclórica.

Sí, yo respeto su decisión de fugarse de Valledupar durante el festival, pero no la comparto. Además de que se ofrecen planes de distintos precios, Valledupar por esos días se transforma, es otro cuento. Los vallenatos y los foráneos son una sola familia: todos somos hermanos, primos, compadres. El viejo de barba gris nos hace más abiertos, espontáneos y solidarios (a veces algún desadaptado se pone violento).  La ciudad despierta: deja a un lado su aburrimiento, su provincianismo y su conservatismo. Los amaneceres son menos silenciosos, el amor amor impera.

El festival de este año, amigos, es exclusivo e imperdible, quien diga que le gusta el vallenato y emigre de la ciudad del 26 al 30 de abril, está exponiendo que en realidad no estima a nuestro folclor. Bastará ir a la Plaza Alfonso López a ver el duelo legendario entre los 21 aspirantes a la corona de rey de reyes IV generación (encuentro que se lleva acabo cada diez años) para estremecerse de la emoción y la intriga. Créanme, será un gran lujo estar ahí, creo que resultará más placentero que ir a Miami o al concierto de Ricardo Montaner.

 

Carlos César Silva

@CCSilva86

 

Sobre el autor

Carlos Cesar Silva

Carlos Cesar Silva

La curva

Carlos César Silva. Valledupar (Cesar) 22 de noviembre de 1986. Abogado de la Universidad Popular del Cesar, especialista y magister en Derecho Público de la Universidad del Norte. En el 2013 publicó en la web el libro de artículos Cine sin crispetas. Cuentos suyos han sido publicados en las revistas Puesto de Combate y Panorama Cultural. Miembro fundador del grupo artístico Jauría. Cocreador del bar cultural Tlön.

@ccsilva86

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Debate feminista: mujeres unidas por el país

Debate feminista: mujeres unidas por el país

  Algunas personas afirman que no habrá segunda vuelta, otras que “que tanto jodemos las mujeres si ya tenemos todo” o que “el...

Don Pantaleón

Don Pantaleón

  Don Pantaleón Peñaloza fue un tipo tranquilo, nacido en un hogar humilde, creció como todos los muchachos de su época haciendo ...

El Vallenato ahora en Afganistán

El Vallenato ahora en Afganistán

El miércoles pasado la cadena radial Caracol entrevistó al embajador de Estados Unidos en Colombia Michael McKinley y este señor, qu...

Vamos a hablar del Cesar con pasión

Vamos a hablar del Cesar con pasión

Yo creo en Colombia es una organización privada, líder en construcción de confianza, competitividad, productividad, y asociatividad,...

Criterios para la corrupción

Criterios para la corrupción

  Siempre que se habla de corrupción, se hace referencia a las acciones que han sido prohibidas por la ley o socialmente señaladas ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados