Opinión

106 octubres de una Súper Abuela

"La mejor vida no es la más duradera,

 sino aquella que está repleta de buenas acciones."

Marie Curie

Hoy escribo con la ternura (encendida) que despierta el amor profundo, hoy dedico estas letras a la Eva que inspira cada uno de mis pasos, a ella quien nació en la época en la cual, las mujeres no tenían derecho a estudiar, a votar, ni a decidir incluso sobre sus vida sexual y reproductiva; ella la que dice con toda seguridad que en la actualidad no hay problemas serios, porque hay muchos avances entre ellos, la electricidad para planchar y lavar la ropa (que antes era con manduco) y, además, se inventan cada respuesta para cada necesidad; ella la que sonríe y suelta carcajadas de libertad, ella, mi súper abuela de 106 años, que cada 31 de octubre me lleva a reflexionar sobre la vida, sobre su espíritu juvenil y la lucidez de su memoria; ella mágicamente revitaliza a cualquier persona solo de verla.

Mi súper abuela con todo argumento, se da el lujo de criticar algunas teorías científicas o tendencias de cuidado actual, dice que antes no había tanto avance y la gente vivía sana y feliz, no cree en el daño que causa la lactosa pues uno de sus secretos para estar saludable es tomar leche (pura) recién ordeñada. Ella nunca fue al ginecólogo, en su cuerpo aún habita la matriz que le dio vida a sus 10 hijos paridos con pujos naturales y voces de parteras motivando el momento. Todo en ella demuestra que se ha dedicado a romper tantos esquemas y a ser feliz; nada la detiene, ni los dolores profundos, ni las despedidas que le han correspondido hacer de todos sus hermanos, de su esposo, de nietos y dos de sus hijos, entre otros seres queridos que han tomado ventaja en su vuelo al cielo.

Cuesta creer que no tenga restricciones en la alimentación, no sufre de hipertensión ni diabetes, ella inevitablemente convoca a pensar en la grandeza de las mujeres, de esas matronas que nacen con el propósito especial de cambiar realidades y dejar huellas imborrables en este universo existencial.

Quisiera tener su fortaleza de roble imponente y la sonrisa imbatible que la representa, por ello cada apuesta que inicio y lidero es inspirada en su ejemplo de vida, su creatividad y su capacidad de vivir con la alegría de una eterna primavera que no se ha marchitado ni con el paso de los años.

Rita Contreras, la matrona de Villanueva, que a sus 106 años camina con firmeza, abraza su piel con cremas hidratantes, toma una copa de vino antes de dormir, mantiene un buen apetito, relata historias con la nitidez de su memoria, saluda a los amigos que pasan por su patio, se baña y se viste con total independencia, contesta las llamadas telefónicas con una coherencia admirable y consejos disponibles para todos, come sus dulces preferidos y recomienda recetas caseras para superar problemas de salud; a su edad ha reconciliado el sentido de la vida con la muerte, dice entre sonrisas que ya está bueno de cumplir tantos años pero al mismo tiempo devela su enamoramiento por este paseo terrenal que para ella ya superó el siglo.

Ella es la esencia de la Guajira que no se rinde y que se goza en su amor por la vida, es la metáfora perfecta de esta dama inclinada del norte de Colombia que a pesar de todas las crisis mantiene viva sus esperanzas. Ella deja un mensaje claro de eterno optimismo, cuando llegan días en los que las fuerzas decaen con solo pensar en su historia y en todo lo que ha logrado superar, me lleno de motivación para seguir firme en la causa por una vida libre de violencias, en equidad e igualdad, donde hombres y mujeres logremos vivir dignamente.

Gracias, súper A, por cada enseñanza y cada acto de amor que llena de genuina alegría la vida de los que hemos tenido la bendición de deleitar tu presencia, gracias a la vida por tu regalo y a Villanueva tierra amada de eterna inspiración, por verte nacer.

¡Feliz vida, amarita de mi alma!

Fabrina Acosta Contreras