Opinión

De la casa del Duende al Vallenato

Edgardo Mendoza

02/10/2018 - 18:50

 

De la casa del Duende al Vallenato

Por estrictas razones laborales, estoy fuera de Valledupar, alejado un poco de los temas locales, como es costumbre en esta columna. Sin embargo, los asuntos culturales serán siempre aspectos de mi manera de vida y necesito compartir algunas cosas. Llegar, por ejemplo, a Norte de Santander, y encontrar cambios de costumbres es un proceso de adaptación, ¡y hasta de palabras!

Cúcuta, por ejemplo, ya no es la Casa del Duende, ni huele tanto a cacao como el siglo pasado, ahora está llena de árboles de trupío (Trupillos) que aquí llaman Cují, un guacamole es pichaque, la viuda de pescao es rampuchadas, los senos son cuchetas, los abrojos son rocío de oro, y la gente vive comiendo pasteles de garbanzo a toda hora,  y de ñapa, quienes no son fáciles que gastar, son  adoradores de la Virgen del Codo, no es fácil para un vallenato aprendiz.

Yo que vengo del Club cervecero Bololó, debo conformarme con la “Alcancía del Recuerdo”, “El Toro ebrio”, Guaymaral y La avenida Cero. No es fácil, ya lo dije. Entonces, vamos a los libros. La biblioteca pública que aquí se llama Julio Pérez Ferrero, es amplia, limpia y grande, dirigida por uno de los sobrinos del Padre Gracia Herreros con buen tino, lo que antes era un hospital, es hoy un centro de cultura y actividades de educación.

Al final de Julio se realizó la 14º Fiesta del libro, con más de 60 invitados de gran factura, entre ellos Pablo Montoya, el poeta Juan Manuel Roca, Daniel Samper Ospina, el maestro Javier Darío Restrepo y muchos más.

Los libreros trajeron entre sus productos algunos textos valiosos, entre ellos “Convergencias” de Peter Watson, autor tratado aquí en otras ocasiones. Son 480 páginas con historias brillantes de la ciencia moderna de los últimos 150 años y las extraordinarias conexiones entre Física y Química, Psicología y Biología o Genética y Lingüística, ciencias en las cuales siempre tenemos dudas y causan asombro, incluso confusión.

Hace pocas horas, por ejemplo, con el anuncio de los Premios Nobel de medicina, James Allinson y Tasuku Honjo, alguna señora escuchó por radio los nombres y exclamó: Mire vea, allá, Bazuco y Hongo son los ganadores, ¡premian a los drogadictos!

Leyendo a Watson ya no creemos en los demonios. Los cuatro humores, el flojisto, la fuerza vital o el éter luminífero, son cosas precientíficas tan antiguas como rechazadas. En fin, un libro para abrir la mente en temas muy complejos. Otra joya necesaria en nuestros tiempos es el libro Historia de Colombia y sus oligarquías, de Antonio Caballero, una delicia por un texto que a pesar de tener caricaturas es un libro serio, de investigación, datos, fechas, contextos y, por supuesto, el conocimiento y estilo del autor lo hacen único y recomendable. Son 423 páginas pero se ruegan sean mil, que vuelan ante los ojos y por supuesto arranca muchas sonrisas y sorpresas en el camino.

Finalmente, El origen de las palabras, un diccionario etimológico ilustrado del uruguayo Ricardo Soca, toda una autoridad que después comentaremos. Un buen regalo para quienes lo den o lo reciban. Es mejor dar que recibir, dicen.

Posdata. ¡No puede uno alejarse del Valle un ratico porque cambian todo! Ya no está Jorge Araujo Gutiérrez de secretario de Educación, ni Flavio Manjarrez en la misma oficina, ya Contreras no es el contralor municipal, ni el Parque en manos de la Fundación Festival vallenato. Tampoco Araujo Ramírez el nuevo contralor electo esté en su silla, ni los concejales están tranquilos eligiendo cada rato y las autoridades sacando. Ahora Saade el Metropolitano dice que Tuto es pura distracción y que falta autoridad. Ya no está Hugues Martínez el gran guitarrista y amigo conversador, qué pesar. Ahora volvemos a hablar de política, al menos Miguel Morales encontró quien lo asesore en Twitter, qué cosa buena. Todo no puede ser preocupante. Nos salvaron los mil días de gobierno tutista y los tres mil que faltan y desde ahora organizan. Hay esperanzas.

 

Edgardo Mendoza Guerra

#TiroDeChorro

Sobre el autor

Edgardo Mendoza

Edgardo Mendoza

Tiro de chorro

Edgardo Mendoza Guerra es Guajiro-Vallenato. Locutor de radio, comunicador social y abogado. Escritor de cuentos y poesías, profesor universitario, autor del libro Crónicas Vallenatas y tiene en impresión "50 Tiros de Chorro y siguen vivos", una selección de sus columnas en distintos medios. Trata de ser buena gente. Soltero. Creador de Alejo, una caricatura que apenas nace. Optimista, sentimental, poco iglesiero. Conversador vinícola.

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