Opinión

Aguachica tiene la palabra

Diógenes Armando Pino Ávila

26/10/2018 - 03:45

 

Aguachica tiene la palabra

 

Desde una habitación del Hotel Chalet de Aguachica escribo esta nota. Ayer estuve atareado en múltiples ocupaciones domésticas en esa rutina diaria que, los que estamos a punto de jubilación vamos tomando como lastre para fondear la nave de nuestras vidas, buscando una ensenada de marea mansa y buen calado que permita algo de quietud.

Tenía una cita ineludible, una invitación cursada y aceptada que debía cumplir, ya que esta misma invitación la había recibido el año pasado y desafortunadamente por imponderables no pude asistir. Por eso tenía una actividad de lectura frenética que me impedía sentarme a escribir como es mi costumbre para cumplir el compromiso con mis lectores. Ayer revisaba notas, desempolvaba poemas, tratando de compilar algunos para leerlos en el certamen “Aguachica tiene la palabra”, por eso no tuve el tiempo para escribir mi acostumbrada columna semanal.

Hoy desde esta habitación de hotel quiero contarles que en Aguachica se encuentran un puñado de hombres y mujeres que ofician la palabra, que elevan el incienso del verbo para contar desde el fondo de sus almas lo sublime del amor y lo amargo de sus cotidianidades, hoy nos encontramos con argentinos, chilenos, monterianos, vallenatos, cucuteños, bumangueses, cereteanos, chinuanos, anioqueños, ansemeños, ocañeros, guajiros, aguachiquenses y por supuesto tamalamequero, que llegamos al convite de la palabra auspiciado por la Asociación de escritores y poetas de Aguachica.

En este encuentro de poetas y escritores hay un derroche de amistad y camaradería propio de quienes, despojados de orgullos, viven la vida sin dobleces, en un dialogo sincero, sin máscaras ni disfraces, aquí se es, así claro y sencillamente se ES. La acogida entre los poetas fue efusiva, algunos se conocían por haber coincidido en eventos similares y otros nos acabamos de conocer, pero igual el abrazo efusivo tuvo la misma intensidad que tiene el abrazo del amigo que regresa y que recibe posada y abrigo hospitalario en casa; nos hicieron sentir en familia, en ese abrazo de hermanos con que gritamos desde el corazón: ¡No estamos solos!

Los organizadores, el público asistente en la instalación, el alcalde, todos, nos dieron una bienvenida grata y agradable.  Creo que todos los asistentes nos sentimos complacidos con lo bridado. Ahora, jueves, viernes y sábado nos toca a nosotros los escritores y poetas, retribuir con la palabra esta acogida. Estoy seguro que cada uno de nosotros los invitados daremos lo mejor de nuestro repertorio a este pueblo que nos acoge y que hace el esfuerzo por tener estos espacios de paz y regocijo para sus habitantes-

En estos tres días tendremos la oportunidad de dialogar con conocidos y hacer nuevos amigos, llevando siempre la palabra estaremos en El Sena, La Universidad, los colegios, iremos a Gamarra a leer en las escuelas en un dialogo maravilloso donde la poesía intermediará la realidad del río Grande de la Magdalena, donde degustaremos el pescado recién capturado y gozaremos de la brisa y el anecdotario de un pueblo como el mío sumido en mitos, leyendas y sobre todo la tambora.

Pido disculpas a mis lectores por acudir a esta cita semanal en El Nuevo Sur sin mi acostumbrado repertorio, sé que entenderán mis razones y sé también que me dispensarán bondadosamente. Tengan la plena seguridad que la próxima semana estaré firme, como es mi costumbre tocando un tema que sea de interés general y que cumpla con mis propósitos de mostrar al pueblo lo que somos, lo que hemos perdido y lo que debemos resignificar.

 

Diógenes Armando Pino Ávila

@Tagoto

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

Caletreando

Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).

@Tagoto

1 Comentarios


Eunaldo Amaya Loaiza 27-10-2018 06:48 AM

Precisamente, entablar amistad es un ingrediente que le da saborr a estos tipos de eventos, donde la palabra es la reina central. Es ella la columna vertebral y razón de ser de estos Encuentros. Amigo Diógenes, usted bien lo ha dicho, que tendremos (gracias a Dios ya la tuvimos) la " oportunidad de hacer nuevos amigos". Eso es un valor agregado. Realmente es la primera vez que asisto a este certamen, es la primera vez que visito esta próspera ciudad del Cesar. De Aguachica me llevo gran impresión: gente amable, hermosas avenidas y un progreso arrollador. Del Encuentro, me ha sorprendido el desvelo de Esperanza (su organizadora), que ha desmentido aquella vieja y ya trasnochada frase que dice: " Una sola golondrina no hace verano". La desmintió porque, ella sola, literalmente hablando, ha sacado adelante este evento, ella, que se ha multiplicado no sé por cuánto, ha sido la gran gestora y organizadora. Me llevo para Sincelejo una gran impresión de esta "mujer de hierro" y, una inmensa satisfacción de este Encuentro en el que ha reinado la camaradería, organización y sobre todo, excelente calidad de escritores y artistas que llegados desde distintos puntos de América Latina, y porsupuesto de esta tierra de cóndores y mares, hemos dado lo mejor. A usted, amigo Diógenes, siéntase sin deuda con sus lectores. Su participación aquí los enorgullecerá, cómo lo estoy yo con mi nuevo amigo. Feliz fin de semana.

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La cabriola aérea del intrépido Santos

La cabriola aérea del intrépido Santos

  Hijo del laborioso Teodoro Amaya, dueño y ‘atendedor’ del Salivón, el bar ubicado un metro bajo el nivel del mar, encima apen...

En cortinas de humo tenemos maestros

En cortinas de humo tenemos maestros

  Sentarme a escribir semanalmente esta columna debería ser una rutina, pero ocurre que no, ya que pospongo su escritura y trabajo...

¿Cuál es el criterio para las esculturas?

¿Cuál es el criterio para las esculturas?

  Valledupar, que es la capital mundial del vallenato, poco a poco también se va convirtiendo en la ciudad de las esculturas, figura...

Historia nacional de la infamia

Historia nacional de la infamia

El pasado domingo tres de Agosto pude, finalmente, cumplir una cita que llevaba aplazada varios años: una cita con varios de mis mue...

Editorial: Colombia, defensora oficial del cuento como género

Editorial: Colombia, defensora oficial del cuento como género

El premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez –organizado y promovido por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca ...

Lo más leído

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

La Muerte de Abel Antonio

Álvaro Rojano Osorio | Música y folclor

Los mejores comienzos de novela en español

José Luis Hernández | Literatura

Macondo: perfil de Gabo

Oscar Pantoja | Literatura

El discutido origen de la arepa

Redacción | Gastronomía

La Poesía de Gabriel García Márquez

José Luis Díaz Granados | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados