Opinión

La pesca milagrosa de Mr. Trump

Diógenes Armando Pino Ávila

22/02/2019 - 06:20

 

La pesca milagrosa de Mr. Trump
Extracto del programa televisivo River monsters

Desde que comenzó la era bolivariana en Venezuela, he venido haciendo seguimiento a la noticia, y como es mi costumbre, lo hago desde diferentes medios, pues siento mucha desconfianza a lo que publican algunos periódicos, revistas y noticieros, por ello consulto con frecuencia medios privados internacionales, medios oficiales y medios alternativos, todo con el fin de tener una visión lo menos distorsionada del caso.

Vale la pena decir, además, que comparto en las redes sociales las notas, que a mi juicio son interesantes, con el fin de difundir información que otros, por sus ocupaciones o por falta de costumbre y conocimientos de la comunicación y manejo de la Internet, no pueden hacerlo. Ésta práctica, la de compartir en las redes, suscita reacciones variadas, en favor o en contra de la situación venezolana, generalmente la mayoría de contactos que se asoman a mis redes, tienen la visión difundida por los medios colombianos, que es la de que Venezuela es la Somalia latinoamericana, llena de niños famélicos en las calles y de ancianos esqueléticos, agonizantes y famélicos deambulando por pueblos de la Patria de Bolívar, hurgando en los contenedores de basura, en busca de un mendrugo con que saciar su hambre.

Otra de las miradas que uno encuentra de parte de los colombianos, es que todos los venezolanos han sido desplazados empujados por el régimen hasta convertirse en parias que deambulan por el mundo en un éxodo sin precedente de proporciones bíblicas. Ante tan sombrío panorama la conciencia del público ha sido permeada por este tipo noticioso montado sobre la matriz de que el socialismo, Chávez, Fidel y ahora Maduro son los monstruos despiadados e inhumanos causantes de esta catástrofe. La gran mayoría da por sentado y como ciertas estas afirmaciones. La mayoría acepta a pies juntillas estas verdades a medias y la creen como verdades reveladas sin dar el menor resquicio de duda. Muy pocos entienden la importancia de Venezuela por sus riquezas energéticas, a muy pocos les interesa saber que los EEUU necesitan el petróleo, codician el oro y requieren el coltán y demás minerales que abundan en el subsuelo de la hermana nación.

A la mayoría no le interesa saber que Venezuela tiene más de treinta millones de habitantes y que la gran mayoría sigue dentro de su patria, la mayoría de colombianos no conoce que el movimiento bolivariano le ha ganado a la oposición 18 elecciones, y que esa oposición ganó la mayoría de los escaños de diputados nacionales utilizando el mismo sistema electoral con que los bolivarianos han ganado esas elecciones. La mayoría desconoce que Maduro ganó por mayorías la presidencia en este periodo y que eso lo hace el presidente legitimo de su país, sin embargo, aceptan a Guaidó como presidente legítimo aun sabiendo que él se autoproclamó como presidente encargado y que Trump y la derecha latinoamericana ahora juegan sus cartas apoyando a Guaidó.

Toda esta tragicomedia libreteada desde USA y de la cual nuestro presidente hace de utilero, me llevan a compararla con la serie televisiva «River Monsters» (Monstruos de Río), donde «Jeremy John Wade» un presentador de televisión británico, recorre los ríos africanos con su caña de pescar, sus anzuelos, sus carnadas, tratando de pescar a los monstruosos peces de agua dulce que se alimentan de carne humana. Permítanme decirlo mediante esta analogía, en el caso venezolano el pescador ya nos es «Jeremy John Wade» ahora es «Donald Trump» que con la caña de la desinformación, al final del sedal de la fake news, cuelga el anzuelo de una supuesta “ayuda humanitaria” del cual sujeta a «Juan Guidó» como carnada para ver si pesca al pez mayor de Venezuela, ese que según nuestra prensa es el desalmado que mata de hambre a sus compatriotas, ese tal Nicolás Maduro de los mil demonios.

En este sainete, Donald Trump mueve la caña de pescar a través de los medios para que ese pececillo, casi insignificante llamado Juan Guaidó que está atravesado de lado a lado por el anzuelo de la codicia gringa se mueva presuroso llamando la atención de ese pez “gordo y desalmado” de Maduro para que le de el bocado mortal y quede engarzado por el anzuelo de USA y poder así sacarlos de esa corriente popular de venezolanos que le acompañan y poder adueñarse del río de las riquezas de un pueblo con vocación de paz. Tal vez lo consigan, tal vez tumben a Maduro ya que la supremacía militar y armamentista de USA supera con creces la de Venezuela, pero también es seguro que ese río popular donde se mueve Maduro se salga de madre y ese país sea devastado por la violencia y la barbarie y sus aguas se tiñan de sangre manchando también el alma colombiana.

 

Diógenes Armando Pino Ávila

@Tagoto

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

Caletreando

Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).

@Tagoto

1 Comentarios


Eduardo Rodríguez Vega 22-02-2019 02:35 PM

No me cansaré en decirte que le quites ese remoquete de san miguel de las palmas a mi queridísimo Tamalameque,esa una vaina española que nos ha hecho mucho, ya con electricaribe tenemos suficiente, bbva, banco santander, Etc. , ese karma de mas de cinco siglos nos tiene mamados lo tenemos enquistado hasta la médula. Los escribo con minúscula adrede, porque así comienzo a verlos insignificantes, ¡ah, se me olvidaba! es que eres religioso.

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Editorial: La evolución de la fiesta de aniversario de Valledupar

Editorial: La evolución de la fiesta de aniversario de Valledupar

En los últimos años, la alcaldía de Valledupar ha mostrado un especial interés en posicionar la fiesta del aniversario del municipi...

Lo vi por primera vez donde Ana Gregoria

Lo vi por primera vez donde Ana Gregoria

  Ahora estaba subido en la tarima, era el favorito, el público lo aclamaba, se batía a pitos y a bajos con los mejores. Ya el jura...

El centro histórico de Valledupar (I)

El centro histórico de Valledupar (I)

Fui con mi papá y mis hermanos Álvaro e Ismael, al inolvidable Ateneo el Rosario, en 1964, cuando inició su histórica como enalte...

Otro año que viene

Otro año que viene

“Quiero creer que voy a mirar éste nuevo año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos”, (P.Coelho). L...

Zapatero, a sus zapatos

Zapatero, a sus zapatos

El pasado martes cuatro de agosto, nuestro país vivió un hecho sin precedentes en la historia contemporánea nacional. Si bien no es ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados