Opinión
Anoche tuve un sueño
Anoche tuve un sueño del cual no quería despertar. Era una gran fiesta, las calles estaban llenas de gente, los carros y las motos iban en una caravana ordenada, se escuchaban cohetes por todos los barrios, los noticieros interrumpieron su programación habitual para darle paso a la gran noticia: atención , atención, ¡Murió el coronavirus! Repetimos: ¡Murió el coronavirus!
Por fin el mundo tiene la vacuna mágica que salva a la humanidad de este temible mal. La fiesta continuaba por todas partes, en las esquinas había bandas papayeras y conjuntos musicales. Un verseador con su voz de trueno cantaba a todo pulmón: señores, pongan cuidado/ si lo digo es porque sé/ el virus se ha acabado/ tengo es gana de bebé.
El Mello Castro y el gobernador encargado bailaban alegres, encabezaban una comparsa seguidos de mucha gente, hasta Cielo Gnecco, luciendo un pollerón de pilonera, hacía parte de la gran comparsa, acompañada de un gran grupo de mujeres.
Los noticieros de televisión mostraban las celebraciones en todo el país.
Un grupo enorme de universitarios, encabezados por Darling Guevara Gómez, bailaban alrededor de una hoguera que ardía avivada por miles de tapabocas que iban arrojando los transeúntes. El presidente Duque, se dio un fuerte abrazo con Petro y, para conmemorar esta fecha decretó tres días de fiestas. Los guerrilleros con sus fusiles con el cañón mirando hacia abajo hacían colas para avivar con ellos una llama que se elevaba cuatro metros de altura.
De repente hubo una explosión que me despertó, aturdido no sabía que estaba pasando, era un carro viejo que pasó cerca de la casa con el mofle roto, haciendo un ruido infernal, maldije al conductor, por haberme traído a la realidad, allí acostado y triste todavía me encontraba en la cuarentena.
Arnoldo Orlando Mestre Arzuaga
Sobre el autor
Arnoldo Mestre Arzuaga
La narrativa de Nondo
Arnoldo Mestre Arzuaga (Valledupar) es un abogado apasionado por la agricultura y la ganadería, pero también y sobre todo, un contador de historias que reflejan las costumbres, las tradiciones y los sucesos que muchos han olvidado y que otros ni siquiera conocieron. Ha publicado varias obras entre las que destacamos “Cuentos y Leyendas de mi valle”, “El hombre de las cachacas”, “El sastre innovador” y “Gracias a Cupertino”.
0 Comentarios
Le puede interesar
Mi amado país: ¡Aibmoloc!
Qué alegría, qué gozo sublime, qué sosiego me inunda cada mañana al despertar en este grandioso país. País en el que sobre...
Al vaivén de la noticia
Después de la tormenta noticiosa que se llevó por delante al general Palomino y cuyo coletazo final acabó con una de las intocable...
Fractales
Hace aproximadamente un año recibí en mi correo personal una carta de Johari Gautier Carmona; para ese entonces no sabía quién era ...
El miedo a Satanás y a su banda de demonios
Las autoridades en Valledupar parecen diferenciar la realidad en materia de seguridad que vive el municipio y la leyenda de Francis...
Sobre nuestra economía, sobre nuestra sociedad
Estos son los indicadores económicos respecto a la pobreza en la ciudad de Valledupar que lanza el Banco de la República en un es...