Opinión

Editorial: En busca de la ciudad verde

Redacción

08/10/2012 - 11:00

 

Parque Algarrobillo / Foto: PanoramioAnte el crecimiento –muchas veces desbordado– de una ciudad como Valledupar, es preciso hablar de visión y también de una gran dosis de previsión.

De la misma forma que las viviendas y las vías de tránsito se multiplican, también resulta fundamental pensar en zonas públicas de ocio y encuentro, para las familias y la práctica de deportes. El bienestar y la oferta de actividades son palabras que deben entrar en el vocabulario del urbanismo local y cotidiano.

Por todos estos motivos, la reciente noticia de la recuperación del parque Los Algarrobillos por la policía comunitaria en Valledupar merece una cierta reflexión. Es cierto que la capital del Cesar tiene fama de ciudad arborizada, que uno de sus símbolos más  conocidos es el cañahuate o el palo de mango,  especialmente en algunas avenidas convertidas en lugares emblemáticos, pero a excepción de estos puntos de interés, Valledupar carece de lugares para pasear, compartir y disfrutar en pareja o en familia.

La ciudad verde que tanto nos dedicamos a ensalzar necesita los espacios amigables que contribuyen a la creación de un espíritu verde y a la cultura ciudadana que otras metrópolis exponen con orgullo.

Así pues, celebramos hoy la decisión de recuperar parques que han quedado en total abandono, afectados por males tan preocupantes como la drogadicción o la delincuencia común, y a veces considerados como hervideros de malos hábitos.

Tal y como lo exponen los informes de Naciones Unidades, las ciudades se han convertido en el principal espacio de convivencia. Más del cincuenta por ciento de la población mundial vive en las zonas urbanas y la ciudad de Valledupar ilustra el cambio que ha conocido Colombia en los últimos diez años (con los desplazamientos forzosos) y Latinoamérica (con un éxodo rural masivo).

Ante estos cambios drásticos, uno de los retos más importantes reside en crear espacios que permitan la socialización y el entretenimiento para niños y mayores, pero también zonas que ayuden a contrarrestar la contaminación ambiental y sonora, e incentivar una conciencia ciudadana.

Los parques alientan, sin duda, ese bienestar tan anhelado. Sus efectos se reflejan en varios ámbitos como la conciencia ambiental o ecológica, el sentimiento de seguridad, el proceso de construcción de identidad sociocultural, la salud mental y física de los ciudadanos.

Algunas ciudades como Bogotá, Londres o Berlín, se han convertido en ejemplos claros para nuestra región, pero antes de seguirlos es imprescindible entender la importancia de valorar lo que tenemos.

Ése es el trasfondo de esa recuperación que inicia el municipio en este mes de octubre y que esperamos se extienda a muchos otros parques con el apoyo activo de los ciudadanos que, al fin y al cabo, son los verdaderos beneficiados.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Por los caminos de la ciencia

Por los caminos de la ciencia

La comprobación científica de la existencia del denominado bosón de Higgs o partícula de Dios, ha suscitado en algunos medios cultu...

Añorando los despertares de nuestra cultura

Añorando los despertares de nuestra cultura

  En una mañana de tertulia con mi amigo gestor cultural, Luis Eduardo Nieto, dialogábamos sobre la verdadera riqueza de nuestros p...

Pastores descarriados

Pastores descarriados

Con aseveraciones como: “Están naciendo niños con tumores más grandes que el rostro mismo, están naciendo niños con verrugas e...

La sequía vallenata

La sequía vallenata

Llegó enero y las cosas en el vallenato no cambian. Pensamos que, por diciembre, escuchar música de ayer era obligatorio, por lo de...

Entre la espada y la pared: Colombia ante el cambio climático

Entre la espada y la pared: Colombia ante el cambio climático

  Aunque algunos pocos escépticos quieran negar los devastadores efectos del cambio climático, el impacto es perceptible por la gen...

Lo más leído

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

La Muerte de Abel Antonio

Álvaro Rojano Osorio | Música y folclor

Los mejores comienzos de novela en español

José Luis Hernández | Literatura

El discutido origen de la arepa

Redacción | Gastronomía

Leer no duele

Diógenes Armando Pino Ávila | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados