Opinión

Editorial: Alientos para la integración entre costa Caribe y Pacífico

Redacción

29/10/2012 - 12:07

 

La marimba Anclada en una posición privilegiada del continente sudamericano, Colombia es el único país en disponer de dos miradas al mar. Dos caras que le invitan a relacionarse naturalmente, por sinergia, con dos mundos diferentes: el occidental y el extremo oriental.

Es también un país de mezclas y matices repartidas entre dos costas donde las influencias afrodescendientes e indígenas son notables, y donde en las últimas décadas se ha tratado de rescatar la identidad de cada uno de sus grupos étnicos.

Sin embargo, la distancia comunicativa e identitaria entre las dos “caras” de Colombia sigue siendo abismal en un sentido cultural. Las dos Costas parecen moverse de manera radicalmente independiente, cada una afrontando sus dificultades y las realidades económicas a su manera, buscando formas de afirmar su identidad al mismo tiempo que construyen unos nexos inevitables con la nación colombiana.

Entender la realidad social y cultural de un chocoano puede, en muchas ocasiones, ser algo inconcebible para un Vallenato y viceversa. Somos hermanos que han vivido en la misma casa pero sin mantener una conversación clara. Compartimos la misma madre, pero sin haber hablado de las alegrías y la confianza que nos genera tenerla.

Esa incomunicación tiene sus riesgos. Vivir apartado del otro, desconociendo sus peculiaridades y retos, nos vuelve insensibles y menos solidarios. Por eso, hemos de celebrar cada paso dado en la dirección de una integración plena entre ambas costas, cada esfuerzo y cada espacio generado en los ámbitos públicos y privados.

Un evento como el IV Encuentro de Narradores Orales del Caribe organizado este fin de semana en Valledupar (y en otras tres ciudades del Caribe) es un paso en firme en esa dirección de visibilizar los diferentes cuenteros de Colombia.

El homenaje a la ciudad de Buenaventura (Chocó) nos permite acercarnos a un modo de ver y entender el mundo, de vivir y contar la vida, que, finalmente, no dista mucho del nuestro.

Y eso es justamente lo bonito de crear puentes: darse cuenta de que, finalmente, tenemos mucho en común, reímos y lloramos con asuntos muy parecidos, compartimos una historia y unas raíces, y formamos parte de una nación donde las diferencias suman fuerzas.

En este encuentro de Narradores Orales hemos podido ver que la locuacidad y el humor de los cuenteros del Pacífico –como Alexander Mosquera y Carlos Rodríguez– se compaginan maravillosamente con la creatividad y la expresividad del caribeño Moisés Perea.

Así pues, esperamos que estas iniciativas sigan repitiéndose con frecuencia para disfrutar de la excelencia artística de regiones vecinas e incentivar el crecimiento de nuestras propias artes.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Los hombres sí lloran

Los hombres sí lloran

  Cada día conozco aliados que buscan reinventarse, cambiar paradigmas y liberarse de cargas que son difíciles de llevar, como lo e...

La reivindicación del cóndor

La reivindicación del cóndor

  A pesar de que mucho se ha hablado en algún momento del Cóndor, tal vez no se tengan los suficientes conceptos para denotar su im...

Las mujeres, el fútbol y el patriarcado

Las mujeres, el fútbol y el patriarcado

Hace unos días la noticia de Messi y su quinto Balón de Oro le dio la vuelta al mundo. El mundo lo celebró, sin embargo mucho ante...

Editorial: Nunca apoyaremos la guerra

Editorial: Nunca apoyaremos la guerra

En los momentos críticos en los que el pueblo se prepara para decidir su futuro, y elegir un camino tan importante como el perdón o l...

Barrabalandia

Barrabalandia

Barrabalandia. Acuño este término para referirme a varios asuntos de la vida política nacional e internacional, acaecidos en estos t...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados