Opinión
La tormenta de Providencia
La visita del presidente de la república Gustavo Petro a la isla de Providencia y sus declaraciones despertaron la indignación nacional, al poner al descubierto los altos costos de las viviendas que en el gobierno de Iván Duque se construyeron tras el paso del huracán Iota de quinta categoría que golpeó el archipiélago del 13 al 18 de noviembre del 2020.
Desde el inicio, el proyecto estuvo amenazado como muchas obras que se realizan en nuestro país, donde se involucran recursos públicos. La promesa del expresidente Duque de reconstruir la isla en 100 días se anunciaba improbable y, pasados 7 meses, los damnificados pernoctaban en carpas o albergues improvisados. Y como si fuera poco, 21 meses después los isleños no tienen un hospital. La situación pareciera normal si no fuera porque tuvieron que enfrentar la pandemia del covid-19, más el número de heridos producto de los estragos del fenómeno natural.
La visita del primer mandatario de los colombianos al archipiélago de Providencia empieza con el llamado a los órganos de control e investigación del Estado, los cuales han hallado una serie de inconsistencias en los materiales que se usaron en la fabricación de las viviendas, al igual que los diseños y costos del proyecto en mención.
El huracán causado por la visita de Petro a la isla provocó las primeras reacciones de exfuncionarios del gobierno Duque, como también lo hicieron los ejecutores del proyecto inmobiliario que justifican costos de las viviendas, que tienen un precio estimado de $ 690 millones de pesos colombianos. Ellos aducen que el incremento se dio por las siguientes razones, el transporte de materiales y la distancia, el número de contenedores que se usó para trasladar los materiales, el alza en los precios del acero, el tiempo involucrado en el descargue debido a que solo había un puerto habilitado ya que los otros terminales marítimos habían sido destruidos por la furia del huracán Iota.
Cada casa fabricada en Providencia tiene un peso aproximado de 75 toneladas y requiere ser transportada en 8 contenedores de 10 toneladas aproximadamente. Estos son los argumentos que expone el consorcio constructor. También pide tener en cuenta que estas viviendas son hechas con materiales de alta resistencia ante la corrosión y pueden soportar vientos de hasta 250 km por horas.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro asevera que el primer error de los constructores fue basar su idea alrededor del cemento y no tuvieron en cuenta a las comunidades de Providencia y Santa Catalina, como los protagonistas fundamentales de la construcción y que se hizo de acuerdo con los planes trazados desde la ciudad de Bogotá.
Como también manifiesta que el costo en el transporte de los materiales debe investigarse ya que fueron transportados en los barcos de la armada de la república de Colombia y estos son bienes de la nación. Los isleños no solo fueron golpeados por el huracán Iota, también fueron víctimas de las tormentas del incumplimiento y sobre costos en proyectos paralelos (como la planta desalinizadora para la potabilización del agua, la cual es diez veces más costosa que la que se trata en los embalses).
Ojalá ese huracán de opiniones y desencuentros entre la administración saliente y la entrante pueda calmar la gran tormenta que padecen los isleños por falta de servicios médico, vivienda y saneamiento básico y que cuando se hable del archipiélago no sea por las disputas con Nicaragua, sino por sentirnos orgullosos como colombianos de contar con un territorio tan hermoso en el Caribe colombiano.
Nerio Luis Mejía
Sobre el autor
Nerio Luis Mejía
Pensamientos y Letras
Nerio Luis Mejía es un líder comunal, defensor de los Derechos Humanos, quien ha realizado de manera empírica un trabajo de investigación acerca de las causas que han propiciado -y siguen alimentando- el conflicto armado y social colombiano. Mediante sus escritos, contextualiza las realidades territoriales.
1 Comentarios
Muy buen artículo sigue escribiendo mi compa
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