Otras expresiones
Una mirada insólita a la obra de Dicken Castro
Observar el interior de una casa, la disposición del mobiliario, el estilo y los objetos que la ornamentan puede ser una forma de conocer a un gran personaje de la arquitectura nacional como Dicken Castro.
La idea no es nuestra, sino de su hijo Lorenzo Castro quien presentó en Valledupar el pasado jueves 18 de octubre una serie de diapositivas insólitas para entender al autor y la historia detrás de algunos de los logotipos expuestos en el Banco de la República.
De esta manera penetramos en la casa amplia y sofisticada del maestro ubicada en las cercanías de Bogotá. Muros de ladrillo rojo, tanto en el exterior como en el interior, acogen al visitante y le demuestran que, más que una fijación, ese material era una verdadera pasión para él.
La madera de guayacán genera un efecto de notable calidez mientras que la disposición de los muebles define el espacio, le da una amplitud y una personalidad. La luz es otro elemento con el cual Dicken Castro juega a menudo. Sus reflejos en las paredes, en el piso y en el mobiliario refuerzan el carácter de lo que se está creando.
“La casa en la que vive Dicken se adapta al entorno y a su topografía”, manifiesta Lorenzo subrayando así el gusto de su padre por la integración en el paisaje.
Al contemplar las diapositivas, la edad del arquitecto se convierte en un motivo de sorpresa. Nacido en el año 1922, Dicken Castro se mantiene increíblemente actual. Sus diseños no se ven afectados por el paso del tiempo, sobreviven a las nuevas creaciones, como si tuvieran una vida independiente y pudieran adoptar un rostro ante cualquier cambio.
La receta para mantenerse actual la adivinamos a través de las imágenes. Primero está el espíritu explorador del arquitecto. Desde muy joven, cuando por primera vez recibió una beca Fullbright para estudiar al extranjero, Dicken no dejó de viajar e investigar las expresiones de medio mundo.
Su deseo de aprender y “universalizarse” le han permitido acercarse a nuevas técnicas y nuevos interlocutores, su motivación esencial siendo la creación de espacios armoniosos e integrados en el paisaje urbanístico.
Pero en los cajones de los numerosos mobiliarios de su casa, descubrimos otro motivo de esa constante actualización. Decenas de medallas conseguidas en sus competiciones de natación develan su gusto por el deporte y el bienestar. Dicken Castro demostró desde muy joven ser un atleta de grandísimo nivel y compartió su afición con otros grandes arquitectos del país.
También cabe subrayar esa fascinación por el agua: un elemento esencial en la obra y vida del arquitecto colombiano. Las numerosas acuarelas que atesora en su casa son un testimonio de ello.
Con todo esto, los logotipos expuestos en el Banco de la República enfatizan la creatividad de Dicken y su capacidad de manejar distintos formatos. Y eso tiene que ver sobre todo con su curiosidad innata.
“Es una persona que goza con todo lo que ve –sostiene Lorenzo Castro–. Tiene el espíritu de un niño con una mirada fascinada sobre el entorno”.
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