Turismo

Manaure, un destino precioso y naturalmente rico

Redacción

23/03/2012 - 10:18

 

La reserva Los tananeos en ManaureA pocos kilómetros de Valledupar, el pueblito de Manaure y su entorno representan un lugar perfecto para el descanso. Un punto necesario para reencontrarse con la naturaleza y pasear.

Como bien dice la canción de José Guillermo Orozco y Laude Fernández Araujo, en este punto de la cordillera en el que se asienta el pueblo de Manaure, el visitante puede volver a sentir la paz que transmite su vegetación rica, oír el susurro del río que irriga con altruismo este balcón en plena montaña, contemplar las aves típicas de la región y muchos otros animales que aprovechan la humedad para establecerse.

El clima –relativamente fresco en comparación con Valledupar– es otro motivo para caminar y cambiar de aire. Aquí la temperatura media anual ronda los 24-26ºC y llueve con mucha más frecuencia que en la capital del Cesar.

El pueblito es el espejismo de una aldea que vive a un ritmo lento, con sus calles arenosas y llenas de melancolía, su centro pequeño y los niños que juegan en él. Es la imagen de una región esencialmente agrícola y acogedora.

Cabalgatas en ManaureEn Manaure, el viajero puede pasear, pero también hacer deportes que no suelen hacerse en Valledupar (como la equitación). Existen varios hostales en el centro (Hostal La Danta, Hostal La tomita o Casa Vieja) que ofrecen hospedaje, restaurante, actividades campestres, cabalgatas, ecosenderos, e incluso, corredores de hamacas para maximizar el descanso.

El plato típico de Manaure  es la Malangada. Se trata de un pollo criollo en guiso (ají, cebolla, cebollín, ajo, orégano, achote, tomate, culantro) y malanga cocida que se presenta sobre una mesa junto con hojas de guineo,  en el centro el pollo guisado en una olla, la malanga alrededor con guiso del pollo por encima, y se acompaña con agua de panela con limón.

Manaure es el lugar donde la sencillez y la tranquilidad se imponen, donde uno vuelve a disfrutar del silencio, de la naturaleza y de las pequeñas cosas de la vida. Es una gran opción eco-turística para el habitante de Valledupar que busca un espacio distinto para el fin de semana.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El museo de Sayco, un lugar de referencia para la música vallenata

El museo de Sayco, un lugar de referencia para la música vallenata

En el centro histórico de Valledupar, a pocos metros del callejón de la Purrututú,  existe un lugar en el que la música es algo pr...

Siete grandes ciudades culturales latinoamericanas que vale la pena visitar

Siete grandes ciudades culturales latinoamericanas que vale la pena visitar

  Mezcla de exotismo y de culturas, Latinoamérica brilla por su patrimonio histórico en el que tuvo una gran influencia el periodo ...

Valencia de Jesús, el edén musical de Calixto Ochoa

Valencia de Jesús, el edén musical de Calixto Ochoa

  En la época prehispánica, Valencia de Jesús era un paraje de indígenas Chimilas; estaba rodeada de fértiles  llanuras, conoci...

Badillo fue testigo de que la custodia nunca se perdió

Badillo fue testigo de que la custodia nunca se perdió

El forastero regresó a Badillo, halado por el indescifrable encanto que encuentra en muchos pueblos del Caribe colombiano, como este...

Bogotá: la ciudad de las puertas abiertas

Bogotá: la ciudad de las puertas abiertas

Bogotá es la ciudad más grande y acelerada de Colombia, con lluvias a cualquier momento y con más de 7 millones de habitantes. Naveg...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados