Cine

‘Un asunto de tierras’, es asunto de todos

Samny Sarabia

13/10/2015 - 05:20

 

Patricia Ayala Ruiz“Si tener la tierra es tenerlo todo, entonces perder la tierra es perderlo todo. Es perder la historia, la identidad y el sustento”. Con esas palabras la documentalista Patricia Ayala Ruiz inicia el relato de ‘Un asunto de tierras’, su más reciente película; estrenada en Colombia el pasado 27 de agosto y proyectada en Valledupar un mes después en el marco de la Semana de la Memoria; organizada por el Centro de Memoria Histórica en el Cesar.

Luego de recorrer diversos festivales con su opera prima ‘Don Ca’, estrenada y premiada en 2013 por la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas con el ‘Premio Macondo’ a mejor documental, Ayala Ruiz sorprende con éste largometraje cuyo personaje principal es la Ley 1448 o Ley de Victimas y Restitución de Tierras. En él, la directora evidencia una disparidad capturada entre el Senado de la República en sesiones decisivas para la ley y los despojados de Las Palmas, corregimiento de San Jacinto en Bolívar, como comunidad que aplica al proceso de restablecimiento de la tullida ley.

La idea de hacer esta película se origina en el 2010, justo en el momento de transición entre los gobiernos Uribe y Santos, cuando este último cambia su discurso y hace un reconocimiento de la responsabilidad del Estado en el conflicto en Colombia, el cual desde siempre ha sido motivado por la concentración de la tierra. “La idea honestamente nace de la desconfianza de dicho discurso”, reconoce la directora en una entrevista realizada en el programa ‘El Colombian Dream’ de la UN Radio de Medellín.

Un ambiente de incertidumbre, de fracaso, de opresión, de no saber hasta dónde se debe o se puede llegar; de estar enfrentados a un mundo absurdo y confuso que nunca se llega a comprender es lo que registra ‘Un asunto de tierras’, una complejidad con la que se encontró la directora y su equipo de trabajo durante la investigación y rodaje de este documental. Un ambiente kafkiano inscrito en los dos universos que afronta la narración: un senado holgazán y apático a los problemas sociales y reales de los colombianos y unos desplazados impotentes ante la burocracia de la ley.

Contrario a todo pronóstico, este documental estuvo durante dos semanas en  salas comerciales de Medellín, Bogotá y Cali. En el poco tiempo de estreno ha estado en otras ciudades intermedias del país, gracias a un circuito de difusión y proyección alternativas, como festivales de cine, universidades y otros espacios abiertos a temas de discusión sobre restitución de tierras, de paz e incluso de temas agrarios. Un largometraje muy bien logrado en cuanto a detalles técnico, estético y de producción; ganador de Estímulo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia en el 2011 en la categoría ‘Producción de largometraje documental’. También ganó el premio de coproducción del programa Ibermedia en el 2012. En ese mismo año, fue seleccionado para el mercado Latin Side of the Doc de México. En el 2015 obtuvo una nominación al premio Joris Iven en el Festival Internacional de Documentales en Amsterdam.

Así pues, más allá de demostrar que en Colombia se puede hacer cine documental de gran calidad, de reflejar la realidad de un país que ha sufrido más de medio siglo de conflicto por la distribución y la tenencia de la tierra, y el viacrucis que tienen que padecer los despojados en Colombia para que les devuelvan lo que les fue arrebatado, ‘Un asunto de tierras’ se convierte en una herramienta de reflexión para sus espectadores, en una píldora para la memoria, en un importante registro  audiovisual que documentará a generaciones presentes y futuras interesadas en el tema, es una invitación a reconocerse en el otro y a comprender que no es la realidad solo de los que han padecido el fenómeno del desplazamiento, la devolución del territorio a los despojados del país, es asunto de todos.

 

Samny Sarabia

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