Educación
Esta es la metodología que distingue a una buena universidad virtual

¿Cómo saber si una universidad virtual es buena? Lo que realmente define la calidad de una institución de este tipo es su metodología de enseñanza. Es decir, cómo forma a sus estudiantes, qué habilidades impulsa en ellos y cómo los acompaña.
En este artículo te explicamos qué aspectos puedes observar para identificar una institución educativa confiable y que te prepare de la mejor forma para el mundo laboral.
1. Un plan de estudios actualizado y vigente
Una buena universidad virtual cuenta con asesores y un comité educativo de expertos profesionales que se encargan de que el diseño curricular esté actualizado con base en las necesidades del mercado laboral y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Por ejemplo:
- Una carrera en Mercadotecnia no puede ignorar temas como la transformación digital, la analítica de datos o la sostenibilidad.
- Un plan de estudios de Pedagogía debe incluir el uso de tecnologías de aprendizaje.
- Las ingenierías deben tomar en cuenta la automatización y el uso de la Inteligencia Artificial.
Además, los planes suelen organizarse por competencias y resultados de aprendizaje, lo que significa que cada asignatura tiene una serie de objetivos para el desarrollo de habilidades y adquisición de competencias.
2. Herramientas y plataformas que impulsan el aprendizaje
La plataforma virtual y las herramientas tecnológicas son otro pilar de la metodología de aprendizaje, donde, además de las clases en video y los materiales de consulta o descargables, está la experiencia que se ofrece a los estudiantes.
Busca una institución con una plataforma propia, adaptada a su modelo educativo, que ofrezca un entorno intuitivo y accesible desde cualquier dispositivo y que integre herramientas interactivas, como:
- Foros colaborativos, donde puedas debatir ideas con otros estudiantes.
- Simuladores y laboratorios virtuales, si la carrera lo amerita, para aplicar teorías en escenarios reales.
- Software especializado, según el área de estudio, como programas de contabilidad, análisis estadísticos, programación, entre otros.
- Bibliotecas digitales actualizadas y disponibles 24/7 para la consulta de los estudiantes.
Estas herramientas hacen más dinámico el proceso de estudio, pero también promueven el desarrollo de habilidades digitales y la autogestión del conocimiento, que son dos competencias muy valoradas en el mercado laboral.
3. Aprendizaje asincrónico para mayor flexibilidad
La flexibilidad, como parte de una metodología de aprendizaje, significa empoderar a los estudiantes combinando autonomía con orientación constante por parte de tutores y profesores.
Por eso, en el formato asincrónico, las clases, lecturas y actividades están disponibles en línea para que cada alumno las consulte en el mejor momento, según su propio horario y sus necesidades de aprendizaje.
Esto quiere decir que si una persona es más productiva en la tarde, puede estudiar a esa hora. Si se concentra mejor en la noche, tiene acceso a la plataforma y puede regresar a sus contenidos las veces que sea necesario.
Con esa posibilidad, los estudiantes desarrollan autodisciplina, como una habilidad que fortalece su perfil para poder gestionarse de forma productiva, trabajar con base en resultados, solucionar problemas, tener iniciativa y tomar decisiones.
4. Acompañamiento personalizado y una comunidad activa
Una universidad con una buena metodología, aunque tenga un formato asincrónico, tiene canales activos de comunicación con tutores, asesores académicos y profesores, así como opciones de interacción con otros estudiantes.
De esta forma, la autonomía no es sinónimo de aislamiento, más bien es una experiencia que se ajusta a las necesidades y estilo de vida del estudiante, pero a través de una experiencia guiada y estructurada.
Las instituciones con experiencia en estos formatos logran que los estudiantes se sientan parte de una comunidad, a través de redes estudiantiles y comunidades virtuales, donde se promueve la colaboración, el intercambio de experiencias y el sentido de pertenencia.
Además, muchas universidades cuentan con servicios de bolsa de trabajo, ferias del empleo virtuales y alianzas empresariales que facilitan la inserción laboral de sus egresados.
5. Los estudiantes como protagonistas, no como espectadores
Toma en cuenta que los modelos de aprendizaje autónomos te impulsan a tomar decisiones, planificar tu progreso y reflexionar sobre tu propio aprendizaje. Eso hará que te conviertas en un profesional independiente, adaptativo y preparado para todo tipo de entornos.
Busca que el proceso de aprendizaje de la universidad incluya ejercicios de resolución de problemas reales, donde se puedan aplicar los conocimientos y la teoría recibida.
Este tipo de prácticas sirve para desarrollar competencias transversales como:
- El pensamiento crítico y el análisis.
- La resolución de problemas complejos.
- El aprendizaje autodirigido.
- El trabajo colaborativo en línea.
- La comunicación efectiva en entornos digitales.
6. Estrategias de evaluación diferentes
En lugar de depender únicamente de exámenes escritos, las universidades virtuales utilizan una combinación de proyectos, portafolios, presentaciones, estudios de caso y autoevaluaciones.
Con estas opciones, tanto las instituciones educativas como los estudiantes pueden medir el avance de sus conocimientos y analizar cómo han desarrollado las competencias que el plan de estudios busca fortalecer.
En algunas universidades, incluso los estudiantes pueden elegir la forma en que desean ser evaluados, con base en sus fortalezas. Así, la experiencia es más personalizada.
¿Cómo identificar una buena universidad virtual?
En resumen, a la hora de revisar la oferta de las universidades virtuales en Colombia, te recomendamos revisar los siguientes aspectos:
- Que el plan de estudios esté actualizado y enfocado en el desarrollo de competencias para el entorno laboral.
- Que la plataforma virtual sea propia de la universidad, además de moderna, intuitiva y funcional. Busca tutoriales para ver cómo es la experiencia.
- Que exista un acompañamiento académico real, con tutores y asesores disponibles; también que existan comunidades estudiantiles activas.
- Que se promueva el aprendizaje activo y autónomo, mediante clases asincrónicas y diversas modalidades de evaluación.
- Que impulse el desarrollo de habilidades digitales y aptitudes no técnicas que sean útiles en los entornos de trabajo actuales.
- Que tenga reconocimiento oficial, por parte de alguna autoridad educativa y cuente con acreditaciones que respalden la calidad de sus programas.
Si una universidad cumple con estos puntos, puedes tener más certeza de que está comprometida con tu formación y tu futuro profesional.
Recuerda que una buena universidad virtual te forma para pensar, para adaptarte a diversos entornos de trabajo y para tener la actitud de apertura al aprendizaje durante toda la vida. Y eso es lo que realmente abre puertas en el entorno laboral.
Verónica Salas
0 Comentarios
Le puede interesar
El profesor Pedro Jaime Morales, el cachaco
Es cierto que llega a Valledupar mucha gente importante que impulsa su desarrollo. Si hablamos de la educación de sus jóvenes, sería...
Tres horas para respirar y continuar
Soy madre de una niña de 6 años. Ella es mi eje, el impulso que a diario me hace despertar con ganas de llevar a cabo cada proy...
Impulsa tu carrera artística en Madrid
Viajar a Europa para seguir sus estudios en Artes plásticas es una gran opción. Grandes artistas lo han hecho en busca de nuevas ...
El quiebre de la esperanza
Hace más de 30 años, escuchaba a una señora ama de casa, que se jactaba en llamar a los profesores “come fiao”. Para ella ...
La Fiesta de la ciencia, en homenaje a Colombia y el Caribe
Con el tiempo, la Fiesta de la ciencia organizada por la Fundación Ecojugando se está ganando un espacio notable en los colegios de V...










