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¿Desaparecerías de las redes sociales?

Con la frase “las redes no son la vida real”, la modelo australiana Essena O´Neil decidió decirle adiós a su propio “reality” en Instagram, donde continuamente publicaba fotografías sobre cada instante de su vida. Con un video que hoy se ha vuelto viral en youtube, la modelo reta los jóvenes obsesionados con un “like” a reflexionar sobre su entrega a las redes sociales.  

Essena, de 19 años de edad logró alcanzar 712.000 seguidores en Instagram, una cifra que muchos se morirían por alcanzar. Sin embargo, este record sólo la condujo a una eterna pesadilla por la foto perfecta, con cientos de comentarios y “me gusta”, que alimentaban su adicción, por eso eliminó más de 2.000 fotografías de su cuenta. Según ella, no servían más que para la “auto contemplación”. Hubiera deseado que alguien le dijera que ella valía más que sólo una foto de Instagram.

Ahora O´Neil creó una web llamada www.letsbegamechangers.com para ayudar a otros adolescentes y jóvenes que al igual que ella comparten esa misma adicción y se pasea por los medios de comunicación como CNN International para hablar sobre este flagelo. La respuesta ha sido inmediata con la réplica de la historia en las redes sociales y aunque no falta quienes la critiquen alegando que, cando le pase la fiebre estará arrepentida de haber dejado su testimonio en un video, la australiana está convencida del error de vivir esclava del cuerpo y los seguidores.

Lo más revelador del video es cómo la modelo aceptó que mentía a sus seguidores sobre sus estados de ánimo, sus preferencias gastronómicas, de moda, etc… Todo por ganar más seguidores, que incluso a veces ni desfrutaba el momento que estaba captando o se comportaba como una villana con su hermana pequeña hasta obtener el ángulo perfecto para sus fotos. Desde los 12 años, O’Neill ya ha acumulado más de medio millón de seguidores a través de múltiples plataformas de medios sociales, su motivación para convertirse en un fenómeno de las redes sociales se produjo cuando ella era una adolescente. 

No sobra entonces pensar si podríamos desaparecer de las redes sociales sin necesidad de escudarnos en un “bullying” o cualquier tipo de acoso, simplemente por romper con la moda de mostrarle al mundo entero que somos felices, que tenemos un estómago muy tonificado, que somos lo más fashion del planeta y que todos quieren seguirnos en las redes.

Al despedirse Essena, con lágrimas en los ojos, agradeció tanto sus seguidores como a los medios de comunicación por el apoyo recibido al hablar sobre su renuncia a las redes y quiere que sus fans sepan que sus fotos estaban ” editadas”, pues se las ingenió siempre para ganar más adeptos.

Y aunque parezca extraño, en este mundo de comunicación interconectada, existen personas que como Marcela que no tienen facebook, ni instagram, ni twitter, solamente correo electrónico y celular. Al preguntarle el por qué adoptó este estilo ella contesta: “mi vida es más tranquila. No me interesa que sepan lo que hago y mucho menos saber lo que hacen los demás, simplemente cuando quiero saber de alguien o de algo, llamo directamente. Todo es más fácil así “.

Por su parte, María Carolina confiesa que editó su perfil en facebook luego de haber publicado unas fotos de la increíble fiesta de sus 30 años que le regaló su esposo, pues un día cualquiera haciendo una cola en una corporación bancaria, un desconocido se le acercó diciéndole “pero si tú eres Caro, la de la fiesta de los sombreritos, oye todo quedó fantástico.” Despavorida por tener su vida privada bajo la lupa de todo el mundo, prefirió dejar su perfil sin fotografías y aunque hoy se siente muy fan de instagram, sólo sigue cuentas que promocionan productos de belleza, de maquillaje, accesorios o ropa.

Aunque para algunos sea un misterio porqué la gente está borrando sus cuentas o editando sus fotos para sustituirlas por mensajes o textos no personalizados, la tendencia existe y algunos como Francisco manejan su propia teoría: “Todos mis amigos estaban aterrados porque Sofia borró sus espectaculares fotos de instagram, pero la verdad creo que cuando ya te ennovias con alguien muchos hombres como yo creemos que se vuelve chocante que tu novia siga publicando “selfies” a diestra y siniestra, mostrando la mercancía” .

Para finalizar, Essena confiesa que, con su obsesión por las selfies, su vida se redujo a rogar: “Por favor, dale like a esta fotografía, me he maquillado, rizado mi pelo, me he puesto un vestido ajustado, una incómoda joya… Me he hecho más de 50 fotografías hasta que he conseguido una que quizá te guste, después he tardado años en editar esta selfie con un montón de apps sólo para sentirme socialmente aceptada por ti”.

Natalia Gnecco

@NataliaGnecco