Opinión

Reconciliación

Alfonso Suárez Arias

05/05/2016 - 07:30

 

La reconciliación debe ir escoltada por la justicia, de lo contrario no va a perdurar la paz”.

¿Qué se necesita para encender una vela?, de seguro la respuesta más rápida será: ¡Un fósforo! pero no, al argumentar se deduce que lo primero es: ¡la vela! El elemento básico para que la proposición tenga sentido. En Derecho se le pondera con la premisa: “sine qua non”, atañendo a la importancia que se sucedan los eventos en un previo orden conducente a resultados indiferentes de la realidad.

Para que exista reconciliación, se advierte previamente el conflicto y así ocuparse en la posibilidad de dinamizarlo positivamente, cuando el conflicto surge genera pugna, pelea, lucha, desafío, enfrentamiento o discusión, de tal modo que una de las partes proyecta imponerse, simplemente es una situación donde no están de acuerdo y sobre lo que  no se  ha podido resolver.

Desde luego, cabe aquí muy bien la reclamación ante cualquier discurso calificador de la conducta social: ¿Debería buscarse la reconciliación de todos los colombianos con todos los colombianos? Y la contestación tiene que  ser dentro del contexto de “síne qua non”, un Sí rotundo. Porque si ya existe el conflicto como tal, hay que encender el cerillo que  atice esa  luz  y consuma  la vela del conflicto.

Pero, esa reconciliación ha de edificarse sobre unos cimientos fortalecidos con ladrillos de la lealtad y honestidad aglutinados en la discusión de los asuntos públicos. De esa polémica puede y debe desprenderse un nuevo compromiso y una nueva habilidad para acordar el funcionamiento de las relaciones del Estado con los subversivos y las personas, en camino de dar fin al conflicto y finalmente de victimas con victimarios dentro de la reciprocidad y encargo institucional de propiciar el ambiente de paz que sostenga el bienestar general de todos, como lo manda la Constitución.

Aun teniendo a disposición todos los mecanismos alternativos para dar solución a los conflictos, invocando la ley como regulador de las relaciones conductuales de la sociedad y del Estado, se requiere de la voluntad  individual  para acercar la reconciliación a otros fenómenos primarios y de cuya importancia y aplicación es la calidad de tal; el perdón como elemento restaurador de la vida  personal y la tolerancia como valor agregado al comportamiento conductual de la sociedad.

Entonces, no es fácil implementar la práctica de reconciliar a las personas, cuando realmente debe exigirse superar esos variados prejuicios en un mundo de humanos dirigido por humanos, que anteponen el respeto a la misma dignidad personal por la imposición de ideologías en fase experimental o de  conocido fracaso y quimera de algún orate allegado al poder, de quien parte el antivalor más decepcionante y dañino para la dinámica social como lo es la corrupción.

Tal elemento es irreconciliable y queda por fuera de todo razonamiento tendiente a establecer mejores relaciones conductuales entre las partes, el Estado y el pueblo.

Se habla de reconciliación nacional en el sentido de aceptación por parte del ofendido de la conducta contraria del ofensor, como si con ello se saneara las relaciones y se diera inicio a una nueva situación sustentada en mejores y efectivas convenciones de vida, pero lo realmente irrebatible es que exista una inmune actuación que garantice simpatía institucional entre el pueblo con la Policia, Ejército, Alcaldías, Gobernantes, Gremios, Sindicatos, Patronos, y el personaje objeto de nuestro entendimiento, “los reinsertados”, aquellos que superado el conflicto, estén dentro de unos acuerdos y sean candidatos a participar activamente en la democracia asociativa bajo normas de respeto y convivencia agradables y sociables.

 

Alfonso Suárez Arias

@SUAREZALFONSO

Sobre el autor

Alfonso Suárez Arias

Alfonso Suárez Arias

Aguijón social

Alfonso Suárez Arias (Charalá, 1956). Abogado en formación (Fundación Universitaria del Área Andina en Valledupar). Suscrito a la investigación y análisis de problemas sociológicos y jurídicos. Sus escritos pretenden generar crítica y análisis en el lector sobre temas muy habituales relacionados con la dinámica social, el entendimiento del Derecho y la participación del individuo en la Política como condicionamiento para el desarrollo integral.

@SUAREZALFONSO

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Que se venga pa acá pa La Loma…

Que se venga pa acá pa La Loma…

  A comienzos del año 1990 se nos ocurrió la idea de crear un festival vallenato en nuestro pueblo natal, La Loma (Cesar); y acolit...

Arrogancia política

Arrogancia política

Desde niño mi padre me enseñó a entender y dimensionar la política como el arte de servir, donde se busca de manera prevalente el...

El Platanal de Bartolo

El Platanal de Bartolo

  A inicios de 1956 en la Cuba musical y feliz, concretamente en Ciego de Ávila, una ciudad a 400 kilómetros de la Habana, se cel...

Festival de la cultura en el Cesar

Festival de la cultura en el Cesar

Desde hace algunos años hemos insistido en la necesidad de impulsar todas las manifestaciones culturales del departamento del Cesar,...

¡Del mostrador al megaservicio!

¡Del mostrador al megaservicio!

Valledupar era entonces como una caja de cartón sin armar. Grande como pueblo, hermosa en su señorío, tierna y apacible desde la tar...

Lo más leído

¿Cuál es la función del arte?

Gemma E. Ajenjo Rodríguez | Artes plásticas

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

Aproximación a la definición del Arte

Eduardo Vásquez | Artes plásticas

Los mejores comienzos de novela en español

José Luis Hernández | Literatura

Macondo: perfil de Gabo

Oscar Pantoja | Literatura

Tres poemas de Luis Mizar

Donaldo Mendoza | Literatura

La Poesía de Gabriel García Márquez

José Luis Díaz Granados | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados