Artes plásticas

Una exposición plástica exquisita y un cadáver

‘Indagaciones de un cadáver exquisito’ es el nombre que distingue la exposición que congrega las observaciones y los planteamientos de los artistas José Luis “Turri” Molina, José Aníbal Moya, Orieta Fajardo, Ingrid Guillot, Jair Maya y Armando Iguarán, recogidos en el acontecer creativo desarrollado durante el proceso de profesionalización en Artes Plásticas de la Universidad del Atlántico en convenio con el Ministerio de Cultura, a través de su programa ‘Colombia Creativa’ y el ICETEX y que hoy se convierte en la materialización de su trabajo de grado.

El cadáver exquisito era una práctica artística utilizada por los surrealistas a principio de siglo XX que consistía en realizar una colaboración literaria entre varios artistas llevando una enmarcada dentro de una secuencia. Ésta técnica luego fue utilizada en otras áreas como el dibujo y collage. La idea que tenían los surrealistas era la manifestación del subconsciente y que dicha revelación era preferible a la razón, ya que ésta ha llevado al hombre a hechos crueles y terribles como la guerra. Entonces, consideraban más adecuado que la parte interior del individuo se expresara sin importar que los aportes hechos a la creación estuvieran fuera de la realidad.

Precisamente, el título de la exposición fue tomado además de hacer alusión al grupo de artistas surrealistas por el tema en común entre las seis obras individuales, la cultura caribeña; logrando observar con herramientas estéticas y académicas, procesos propios de su acervo, motivándolas al tiempo como planteamientos plásticos de reflexión y visibilización de su cultura local.

Las reflexiones presentadas hablan sobre lo religioso, la esencia, el imaginario local, del río Guatapurí, el papel de la mujer y de la cultura en sí, constituyendo estos temas en relevantes para los artistas que se disponen en sobrepasar el rol del artista plástico pasivo que se limita a la creación de su obra para convertirse en pensadores críticos de las actuaciones de su pueblo desde las líneas artísticas de la investigación y la gestión.

Entre las seis pinturas y las cuatro instalaciones que constituyen la obra individual a presentar ‘Estados de conciencia’, el pintor sandiegano José Luis Molina, aborda el concepto de conciencia desde una posición holística. La obra indaga sobre los componentes del ser, la memoria y la cultura. La utilización de fragmentos de su historia familiar, los imaginarios colectivos y personales, así como objetos e imágenes, construye una atmosfera que permite un diálogo entre el espectador y la obra; generando un viaje desde lo cotidiano a las complejidades del ser: lo que se es más allá de la máscara.

‘Los boquin’ es una obra repleta de una gran carga espiritual con la que el artista Jair Maya sorprenderá al público asistente a la muestra colectiva. Estos personajes son interpretados por el artista como unos verdugos internos del ser humano que van destruyendo el código genético y van estableciendo un caos interno que lo lleva a una autodestrucción paulatina hasta llegar a la muerte. Son 18 piezas de formatos variados que muestran una serie de rostros intervenidos en tela y papel con grafito.

La línea ambiental en la que ha trabajado durante los últimos años y su creciente preocupación por el actual estado del río Guatapurí a la altura del balneario Hurtado, fue la motivación de Orieta Fajardo para hacer una crítica desde su trabajo creativo y llamar la atención de los visitantes del lugar, autoridades y de la comunidad en general. Con cuatro instalaciones y una intervención del espacio público busca impactar en la consciencia de las personas que se acercan a su obra, rescatando el sentido de pertenencia por los recursos naturales ofrecidos por la ciudad.

A través de ‘Poéticas para una región en crisis: mapas del cielo y de la tierra’, José Aníbal Moya busca la creación de un discurso donde los objetos y elementos utilizados se expresan, logrando ubicar en la memoria del espectador una reflexión frente a lo que le afecta culturalmente y a lo que le pertenece hoy en una ciudad cambiante. La muestra individual está compuesta por 15 obras en técnica mixta y gráfica.

El interés de Ingrid Ann Guillot se remonta a sus orígenes indígenas con los cuales se siente plenamente identificada. Ese mismo interés le da alas para adentrarse y explorar el universo Wayüu y encontrar que el papel de la mujer es determinante, y a la vez, identificarse culturalmente.

Finalmente, entre pinturas, dibujos, collages, mapas, objetos y fotografías, Armando Iguarán expresa su devoción al Santo Nazareno del corregimiento de Valencia de Jesús con la instalación cartográfica ‘Contrición penitencial’. La muestra sigue la línea de la reflexión acerca de la pérdida de tradiciones y costumbres, citando el protagonismo que tienen algunas fuentes de aculturación, unas para acabarlas y otras para transformarlas, mientras una fuerza identitaria que se resiste a su extinción.  

Esta muestra que reúne seis visiones con las cuales se reflexiona, de distinta manera, sobre el acontecer cultural de los departamentos del Cesar, Magdalena y La Guajira, abre al público el viernes 15 de diciembre a las 6 de la tarde en la sede de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Popular del Cesar de Valledupar.

Samny Sarabia

@SarabiaSamny